Hoy en nuestro Puerto, una de las preguntas quemantes es: dentro de poco tiempo ¿cómo van a entrar los barcos y ubicarse en su sitio de amarre? Un barco con un calado más o menos respetable, como un buque-factoría o un potero grande, debajo de su casco encuentra muy poca agua. La posibilidad de quedar varado está latente y eso en el principal puerto pesquero argentino.
Hoy en nuestro Puerto, una de las preguntas quemantes es: dentro de poco tiempo ¿cómo van a entrar los barcos y ubicarse en su sitio de amarre? Un barco con un calado más o menos respetable, como un buque-factoría o un potero grande, debajo de su casco encuentra muy poca agua. La posibilidad de quedar varado está latente y eso en el principal puerto pesquero argentino.
Mar del Plata ya casi no es un Puerto, sino un cementerio de barcos… y con mucho fango. Cuando hay una gran bajamar, hay sitios que son dunas y afloran. A los barcos se los ve en una especie de zanja, que se produce por su propio peso. Abandono y desidia.
Tenemos una draga (la “Mendoza”), que hoy es sólo parte del paisaje. Las pocas veces que salió fue para “acariciarle el lomo” al banco de la salida.
El Puerto no tiene calado para operar. A los trabajadores de la estiba por ejemplo, se les cayó la actividad de los contenedores, incluso teniendo en cuenta que esos pequeños barcos porta-containers, por su poco calado, operan en casi toda América Latina.
Pareciera que el Puerto de Mar del Plata no le interesa ni al gobierno ni a sus empresarios amigos. Abandonamos el dragado, total lo que está bajo agua no se ve, solamente lo sufre el que tiene que operar un barco y pone toda su responsabilidad en juego.
Luego aparecen los que gritan a los cuatro vientos “traigan dragas extranjeras”. Ya tuvimos la holandesa, la rusa… y ahora, en consonancia con la llamada “relación estratégica”, vino la draga china. Una draga china de poca monta, a cuya llegada se hizo una ceremonia, con la presencia y los discursos pintorescos y emotivos de Scioli, Randazzo y el Intendente Pulti.
La pregunta es: ¿y el trabajo argentino? ¿y la capacitación que tiene el personal de dragado de nuestro país, todo lo que era CPVN, SEIM, MOP? A gente que trabajó en tareas de dragado y se especializó en esa actividad, no se le puede contar un “relato”, es como burlarse de su inteligencia.
Todo lo vinculado a dragado que estuvo en Bahía Blanca, Necochea, Isla Demarchi, contaba (y aún cuenta) con gente que eran referentes y ejemplo en América Latina. Por ejemplo, mantenían navegable el Río de la Plata, uno de los ríos más rebeldes del mundo por los dos grandes ríos que son sus afluentes, el Paraná y el Uruguay.
¿Toda esa infraestructura dónde está? Pareciera que ningún político ni gobernante miró para el lado del agua… Consultemos a esos capitanes, obreros, incluso a los que ya se jubilaron y salvemos el dragado. Y pongamos bajo la lupa a todos los que están interesados en traer gente y dragas del extranjero.
Deben ser dragas argentinas con obreros argentinos, siempre será más soberanía y más capacitación, eso queda en nuestra Patria, el material y el saber. Esa es la solución: que se reparen y se construyan las dragas, chatas, lanchas hidrográficas, mulas de mar… Nuestros puertos, las dragas y las vías navegables tienen que ser una prioridad nacional.
Además de los altos costos que significa traer esas empresas extranjeras aumentando nuestro endeudamiento, son una punta de lanza dentro de nuestra Patria: es inadmisible que una potencia extranjera maneje nuestras vías navegables. Nosotros podemos hacerlo, sin negociados ni entrega.
En mar o río, lo que está debajo de la superficie no es visible a los ojos del común de la gente. Pero mantener esas rutas navegables y sus puertos operativos 100 x 100, es clave.
Por eso acá hay que pensar en una actividad marítima plena y no destruir talleres con años de experiencia, para hacer un “Polo audiovisual” u otros emprendimientos sólo rentables para unos pocos, en general vinculados al gobierno.
Necesitamos y queremos dragado ya. Dragas de balde para los sitios de amarre y la draga “Mendoza” operando al 100 x 100. “Dragado y Balizamiento” debe ser como la Armada o la Prefectura, debe ser estatal y en su conducción tienen que estar también sus trabajadores. Este es el sentimiento mayoritario en el Puerto marplatense.
Escribe Ramón Vergés
Marinero marplatense