Estas declaraciones siguieron a los comunicados del gobierno de Corea del Norte defendiendo su derecho a los ensayos misilísticos y a la posesión de armas atómicas y diciendo que podrían contestar un ataque norteamericano bombardeando la isla de Guam. Trump después consideró que sus amenazas no habían sido suficientes, y agregó que todos sus planes militares contra Pyongyang “están a punto y listos para entrar en acción”. También se quejó de que la mediación de China no diera resultados: “China podría resolver fácilmente este problema”, dijo el presidente yanqui.
Desde hace tiempo EEUU tiene una gran concentración militar en las proximidades de Corea del Norte. En abril de este año, a raíz de las maniobras militares conjuntas, llamadas Foal Eagle, entre EEUU y Corea del Sur el almirante norteamericano Harry Harris ordenó al grupo de ataque liderado por el portaaviones Carl Vinson navegar hacia Corea. Además del portaaviones participó una escuadrilla de aviones de combate Lockheed Martin F-35B, Lightening II y bombardeos B-1B y B-52, que están asentados usualmente en la base japonesa de Iwakuni.
Ahora realiza ejercicios militares conjuntos con Japón en la isla de Hokkaido, que durarán hasta el 28 de agosto. El comandante de Infantería de la Marina de Estados Unidos, coronel James Harp dijo que: “Este ejercicio está configurando estratégicamente nuestra relación con Japón”. Esto último no es nada nuevo desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. Harp consideró estos ejercicios como extremadamente importantes “para proteger mejor la región de sus adversarios”. En una entrevista transmitida el sábado 12 por TN Internacional, el vocero oficial de Corea del Norte para Latinoamérica, , precisó sobre la posición oficial de su gobierno ante las declaraciones de Donald Trump: aclaró que el desarrollo nuclear de Corea “es puramente disuasorio. Nosotros no dispararemos primero, ahora si los americanos ponen un pie en nuestro territorio para invadirlo, como hicieron con Siria o Iraq, entonces comenzará una guerra termonuclear que acabaría con el mundo”. Dijo que Trump era un “hombre bipolar y hablador. No se va a animar a atacar porque eso significaría el fin del mundo, una guerra de ese estilo terminaría con todo tal como lo conocemos.
“Vamos a continuar con ensayos porque estamos en todo nuestro derecho, vamos a hacer cuanta prueba consideremos necesaria para nuestra defensa, sobre todo porque no estamos suscritos al tratado de no proliferación nuclear”, explicó el vocero. También recordó que desde 1950, fecha de finalización de la Guerra de Corea, han realizado innumerables propuestas de paz a Corea del Sur, ya que lo que se mantiene es un alto el fuego provisorio, y ninguna de ellas ha sido aceptada.
Las declaraciones de Trump han sido criticadas en EEUU tanto por republicanos como por demócratas. Angela Merkel también declaró contra una salida militar al conflicto. El presidente chino, Xi Jinping, pidió a Trump “contención” para evitar más tensiones. “China y EEUU comparten interés en la desnuclearización y la paz en la península de Corea”, dijo Xi, e instó a Trump a evitar “más palabras y acciones” que empeoren la situación con Corea del Norte.
El gobierno chino había votado las sanciones propuestas por EEUU en las Naciones Unidas prohibiendo las exportaciones de carbón, hierro, mineral de hierro, plomo, así como pescado y mariscos, entre otros, tratando así de golpear económicamente a Corea del Norte. También lo hizo Rusia y los 15 países miembros del Consejo de seguridad. Corea del Norte, centrando en quién impulsa las sanciones, declaró que EEUU pagaría un alto precio por esta votación. En un doble juego, Rex Tillerson, secretario de Estado norteamericano, resaltaba en la misma semana la vía diplomática y que la guerra no sería la opción preferente.
Es necesario el respeto a la soberanía y autodeterminación de Corea del Norte, y detener una nueva guerra imperialista de consecuencias imprevisibles. Así como las fuerzas obreras y populares debemos oponernos a cualquier intervención imperialista, también debemos estar alertas y oponernos a la guerra imperialista, y no tomar partido a favor de uno u otro lado. La catástrofe siria es un espejo para mirarnos.
