En el anteproyecto de reforma constitucional de 1949, el Artículo 40 de la reforma fue elaborado por los doctores Colón y Villafañe. El mismo hacía referencia a la posibilidad de intervención del Estado en la economía, con intención de darle rango constitucional a la legislación antimonopólica.
En el anteproyecto de reforma constitucional de 1949, el Artículo 40 de la reforma fue elaborado por los doctores Colón y Villafañe. El mismo hacía referencia a la posibilidad de intervención del Estado en la economía, con intención de darle rango constitucional a la legislación antimonopólica.
Este es el texto que circuló por todo el país. Sorpresivamente el 8 de marzo de 1949, el presidente de la comisión revisora de la reforma Dr. Arturo Sampay, trae al plenario lo que fue el texto definitivo del Art. 40 incluyendo la nacionalización de la minería, las fuentes de energía y la estatización de los servicios públicos. El nuevo texto tomó estado público y fue votado en tres días.
El 11 de marzo de 1949, a las ocho de la mañana se abrió el plenario con 82 convencionales presentes, la bancada radical se había retirado y todo indica que muchos de los presentes desconocían el valor político del tremendo cambio, en un sentido positivo, que se estaba por incorporar al proyecto original.
Decimos esto, porque los convencionales Borlengui y Martini plantearon cuestiones de privilegio, sobre otros temas, y Mercante los cortó. Martini expuso con brevedad, y luego Sampay argumentó largo, con un discurso que vale la pena consultar en el Diario de sesiones. En ese momento llegó al recinto el secretario privado del General Perón, Juancito Duarte, con una carta para Sampay. Sobre el contenido de esta carta existen dos versiones. Unos dicen que pedía prudencia mientras otros dicen que pedía que se votara ya sin más discursos.
Lo que se puede reconstruir es que terminó de exponer Sampay y se pasó a votación, naciendo así un artículo constitucional que coronaba una política de la burguesía nacional en un momento histórico concreto, en que se pudo defender nuestros recursos y enfrentar con dignidad a monopolios de los servicios públicos privados. La posterior evolución política del Dr. Sampay, que terminó siendo abogado de empresas Checoslovacas en Argentina en la década del 60 no nos debe obnubilar para entender su papel positivo en 1949.
Este aristotélico-tomista con posturas nacionalistas pudo lucir su audacia política en el marco de un espacio creado por el primer peronismo y en cierto sentido el Art. 40 es la coronación constitucional de una política que pudo crear el IAPI que monopolizaba para el Estado el comercio exterior, y de muchas de las postulaciones del primer plan quinquenal de gobierno.
