1. Acto y festival K
1. Acto y festival K
El gobierno realizó una gran movilización para el festival y acto convocado, en la Plaza de Mayo, como “fiesta de la democracia”. El centro de plaza fue ocupado por La Cámpora, seguida de los demás integrantes de Unidos y Organizados, y rodeados, estos, por columnas de los intendentes y gobernadores más fieles al kirchnerismo. A esa concurrencia “orgánica”, se sumaron contingentes, en muchos casos atraídos por los artistas. Fue notoria la ausencia de varios gobernadores e intendentes, para quienes la orden presidencial fue concurrir sin carteles para dar una imagen de concurrencia espontánea. Más notable aún fue la ausencia de columnas sindicales, sometidas a la misma directiva que el PJ (sin carteles), y muy golpeadas por el parazo del 20 de noviembre.
2. ¿La madre de todas las batallas?
Hace tiempo que el gobierno trabaja para colocar en el centro de la política la pulseada con Clarín, a la que considera “la madre de todas las batallas”. Cristina K considera que desguazar al holding de Magnetto es lo que le falta para completar el super monopolio multimedios K que la lleve a la re-reelección. Además, busca instalar esa pulseada para desplazar las cuestiones que están en el centro del malhumor de las masas: la inflación, el ajuste, la crisis, la inseguridad…
La riña entre el gobierno K y Clarín es una pelea entre dos poderosos grupos del bloque de las clases dominantes por la hegemonía de los medios de comunicación.
El monopolio Clarín arrastra una historia nefasta, como expresión de grupos que integraban la llamada “multinacional rusa”, que sostuvieron la dictadura de Videla y Viola y luego los gobiernos que le siguieron, incluido el de los K. Desde el 2003 al 2008, ni Néstor ni Cristina K llamaron “corpo” a Clarín; le permitieron “engordar” cómo nunca, colonizando la prensa de las provincias y expandiéndose como multimedios.
Desde que se inició la riña, en el 2008, el gobierno K debió hacer concesiones en la nueva ley de medios que reemplazó a la de la dictadura; concesiones a los medios alternativos y la lucha democrática popular. Pero es muy poco lo que realmente gotea para abajo. La AFSCA se convirtió en un bunker K. Su director, Sabbatella, estudió largos años en la escuela de cuadros de la juventud del PC ruso, y lidera hoy Nuevo Encuentro, uno de los partidos amamantados por Credicoop.
4. La arremetida K en la Justicia
El gobierno K operó hacia el 7-D como si fuera dueño del 54% de los votos que sacó el año pasado. No tuvo en cuenta los cacerolazos que mostraron el cambio de humor de las capas medias, ni el parazo que colocó a la clase obrera, con reclamos multisectoriales, en el centro de la escena política. El gobierno apretó a la Corte Suprema y arremetió contra los jueces. Estos cerraron filas en su declaración de respuesta al gobierno, y la Cámara le falló en contra.
La Argentinaes un país dependiente, disputado por varias potencias imperialistas, y esa lucha por la hegemonía se expresa en cada una de las ramas del Estado. En las buenas, siempre hay jueces como Oyharbide dispuestos “a lo que guste mandar” la Casa Rosada. Pero ya no le da al gobierno K como para poner de rodillas a la Corte; lo que no quiere decir que la Corte se vaya a jugar por Clarín. Es probable que Cristina K insista por ese camino, con el riesgo de una crisis “institucional”, es decir, política.
5. El 19-D ¡todos a plaza de Mayo!
La verdadera divisoria de aguas en la Argentina no es la que empuja el gobierno, sino la política K de descargar el ajuste, la inflación y la crisis sobre los trabajadores y el pueblo (pág. 3, Las “corpo”). Una parte importante de esa lucha es por la verdadera democratización de los medios de comunicación. Lo que exige barrer con el AFSCA actual y reemplazarlo por “órganos federales y populares”, para acabar con los monopolios multimedios, tanto el de Clarín como el de los K, y democratizar la distribución de la pauta oficial de publicidad que maneja $ 1.279 millones (ver hoy N 1.448).
Para avanzar en esa dirección hay que garantizar una masiva marcha a plaza de Mayo el 19, que es un nuevo paso en la unidad de acción de la CGT, la CGT Azul y Blanca y la CTA, junto a las organizaciones que integran la multisectorial: CTA, CCC, Barrios de Pie, MST Teresa Vive, OTR, FNC, FAA, Pueblos Originarios en Lucha y FUA. Es equivocada la decisión del Partido Obrero de no participar: no hay que adelantar las divisiones electorales a costa de romper la unidad en la lucha.
6. La batalla política
La iniciativa del gobierno K del 9-D busca recuperar la calle y el centro de la escena política. No hay que subestimarla. Exige dar una amplia batalla política en las masas que desnude que el poderoso multimedios K es un instrumento para su política de descargar el ajuste, la inflación y la crisis sobre el pueblo. Así como Clarín alienta a Scioli y De la Sota, que aplican en sus provincias la misma política de ajuste.
La campaña por la personería del PTP es una gran herramienta para desnudar ante las masas esa política de ajuste K. También para unir a las fuerzas populares, patrióticas, democráticas y antiimperialistas, tanto para la lucha como para las próximas elecciones. Hay que trabajar para que participen todos, también los compañeros y amigos de las corrientes en las que participamos, y apoyarnos en las masas, para mostrar que es posible una opción popular y programática que juegue en las elecciones y acumule fuerzas para profundizar el camino del Argentinazo.
