1. Pelear el voto y fiscalizar todas las mesas
Vamos por un triunfo contundente, para que Macri no vuelva nunca más.
“No se puede vivir con este nivel de inflación que nos mata a todos”, dijo Mauricio Macri en uno de sus actos. Peor que caradura: cara de piedra. Es su política la que provoca esta inflación; inflación que en septiembre subió al récord del 5,9%. Sobre todo aumentaron los alimentos y los remedios, condenando a más argentinos al hambre, más castigo a las familias pobres y a los mayores a los que Macri les robó parte de sus jubilaciones y pensiones. Miles de familias sufren las inundaciones por el temporal, pero Macri dice que por las obras que él hizo no se inundan.
Desde las elecciones del 11 de agosto hasta ahora, el Banco Central perdió reservas por 18.861 millones de dólares. En pesos es más de un billón (un millón de millones). Más hambre y más pobreza para el pueblo y una fiesta para la timba de los usureros como Macri y su banda de ladrones de guante blanco.
Cuánta razón tiene la marea popular que plantea: otro turno de Macri no se aguanta, hay que derrotarlo en las calles y las urnas.
La campaña de Macri con el “sí, se puede”, con actos masivos como el reciente en la avenida 9 de Julio, son un intento de revertir los resultados de las elecciones de agosto. Y también, frente a la crisis política que vive Cambiemos, un intento de reagrupar y mantenerse a la cabeza de una oposición al nuevo gobierno.
Peleamos el voto hasta el último día, garanticemos que se vaya a votar y se fiscalice a Smartmatic, esa empresa trucha del recuento de votos. Vamos por un triunfo contundente, para que Macri no vuelva nunca más.
2. Crece la rebeldía en América Latina
Las luchas se multiplican en Brasil, Puerto Rico, Haití, Ecuador, Chile y la Argentina.
En muy poco tiempo se han producido grandes luchas en América Latina, enfrentando a gobiernos reaccionarios, con políticas de ajuste, entrega y represión.
Fue creciendo la movilización del pueblo brasileño, particularmente del estudiantado, contra el gobierno reaccionario de Bolsonaro.
Estalló la rebeldía del pueblo de Puerto Rico que ganó las calles y sacudió al país. Y lucha el pueblo haitiano por el genocidio que sufren.
Los originarios de Ecuador, y amplios sectores, protagonizaron una rebelión que logró una gran victoria enfrentando a la represión del gobierno de Lenín Moreno, que debió huir de Quito y derogar el decreto del ajuste.
A partir de una lucha del estudiantado secundario, se extendió la rebelión del pueblo chileno contra el gobierno reaccionario de Piñera. Pese a la brutal represión, con más de 10 muertos y 1.500 encarcelados, debió suspender el aumento al transporte, pero la lucha siguió en la calle. Piñera, rodeado de militares, declaró: “Estamos en guerra contra un enemigo poderoso”. Sin embargo, el jefe del operativo militar, afirmó que él “no estaba en guerra con nadie”.
En la Argentina, casi cuatro años de lucha en las calles, de obreros, campesinos, originarios, mujeres, jóvenes y demás sectores populares, desgastaron al gobierno de Macri y crearon condiciones para derrotarlo en las urnas. El 34 Encuentro Nacional de Mujeres fue un duro golpe al macrismo y su política, y un ejemplo de la profundidad de la rebeldía del pueblo argentino.
3. El 27 en alerta
Controlar y desmantelar las trampas macristas. Preparar un gran festejo en las calles si se impone el Frente de Todos.
Macri, en su campaña del “sí, se puede”, además de parte de las capas medias, fue apoyado por algunas iglesias evangelistas, como lo hicieron en Brasil con Bolsonaro. Son sectores que, en muchos casos, tienen vinculaciones con Estados Unidos.
Por otra parte, el FMI ya ha dicho que, cualquiera sea el ganador, revisará los planes económicos del nuevo gobierno antes de tomar una decisión. Las decisiones del Fondo y los Macri las sufrimos los argentinos, los brasileños, los ecuatorianos y los chilenos, y las rechazamos en las calles.
El Frente de Todos hizo un acto en La Pampa el 17 de Octubre, rememorando la movilización popular que rescató a Perón en 1945.
Al cierre de las campañas electorales, está la minuciosa fiscalización del recuento de votos. Será una noche en alerta, para controlar que no haya ninguna trampa macrista, o para desmantelarla si la hay. Y para un gran festejo en las calles y las plazas de todo el país si se impone el Frente de Todos.
El 28 de octubre, el día siguiente a las elecciones, se abre una nueva etapa de la lucha hasta el 10 de diciembre, la jornada de cambio del gobierno. Una nueva etapa en la que habrá que impedir que Macri, como hizo al día siguiente de las elecciones del 11 de agosto, castigue al pueblo con nuevos dolarazos, o con otras medidas que agraven el infierno social, económico y financiero que deja como herencia.
4. El pueblo es el gran protagonista
Fortalecer al PCR, acumulando fuerzas en la rebeldía popular para abrir un camino liberador.
Desde el PCR y la JCR, el PTP, la CCC y demás organizaciones en que participamos, junto a los Cayetanos, encabezamos las luchas, trabajamos por la unidad de esas luchas contra el infierno macrista, y dijimos que vamos a seguir en las calles antes, durante y después de las elecciones. Y trabajamos para construir esa gran unidad que es el Frente de Todos, la única fuerza capaz de derrotar a Macri y su política: cumplimos con el mandato que reclamaba el pueblo.
Contribuimos a que el pueblo fuera el protagonista de las luchas en las calles y en las urnas. La rebeldía que crece en la Argentina nos hermana con los pueblos de América Latina que luchan contra los gobiernos del ajuste, la antipatria y la represión. Nos señalan el camino.
El camino de seguir fortaleciendo al PCR, acumulando fuerzas para acabar con la dependencia, el latifundio oligárquico y el Estado podrido que los sostiene.
Fortalecer al PCR afiliando a cientos de nuevos compañeros de lucha, integrándolos al funcionamiento colectivo, y a la lucha por la liberación nacional y social. Como lo hicieron en su momento los patriotas de la Revolución de Mayo de 1810. Como la Revolución China que hace 70 años liberó a un tercio de la humanidad con la bandera de Mao Tsetung. Con el mandato que nos dejó el Che Guevara: ¡Hasta la victoria siempre!
Escribe Ricardo Fierro