Qué viniste a plantear este año al Encuentro?
—Como otros años vine al taller de pueblos originarios, tan rico, donde la problemática es común al común. Alguien planteaba “exijamos y unámonos en las exigencias de las iguales”, las de los originarios y las del argentino común que sufre las mismas necesidades y es oprimido del mismo modo, un poco más un poco menos.
Está la cuestión de la tierra, el hambre, el trabajo, la educación y tantas cosas que necesitamos. Venimos tantas mujeres que nos juntamos, avanzamos en esto y aquello, pero cada vez las que venimos somos más pobres, en eso no avanzamos. Es tan grande el poder que nos oprime, hoy poníamos humor a esto de las K y CK, las iniciales que la vida ha puesto y eso es lo que significan para nosotros: kk. Pero la esperanza está en la lucha, entonces luchamos y tantísimas mujeres que nos hemos juntado aquí en este taller venimos por eso y nos damos fuerza entre nosotras, para seguir adelante para seguir exigiendo, y pa’ sacar a estos que no sirven pa’ nada y son los que dirigen… porque ellos son unos pocos, nosotras somos muchas más.
—¿Vos planteaste en el taller no ir a votar?
—Toda la mañana se hablaba del sufrimiento, del deambular por las oficinas, si es por una pensión, si es por una vivienda, si es por un pedacito de tierra, si es por un hospital, si es por un remedio, si es por una escuela, las escuelas se caen, ni baño tienen… entonces vamos viendo que todos esos problemas que tenemos tienen responsables. Son los que dirigen este país, son los que gobiernan, y son los que no hacen lo que tienen que hacer para darle un poco de dignidad a nuestras vidas. Decíamos nosotras: ellos hacen política con los pueblos originarios, y bueno, ahora demos vuelta esto, hagamos política nosotros y digamos el 28 que no vaya nadie a votar.
