> Para recuperar nuestro petróleo y la renta petrolera.
> Para avanzar en el camino de la soberanía, la independencia y la verdadera democracia.
> Para que en estas elecciones, se reafirme el camino abierto con el Argentinazo.
El gobierno de Sobisch, que manejó a su discreción durante todos estos años abultados presupuestos, agravó con su política todas las necesidades del pueblo neuquino, benefició a sus amigos con hechos de permanente corrupción, y pretendió negociar con las petroleras las regalías anticipadas y la prórroga de las concesiones petroleras que vencen en 2015 y 2017.Esto abrió una lucha entre los sectores de poder porque Repsol que antes estuvo con Sobisch ahora es aliada de Kirchner, y a Sobisch lo apoyan otro grupo de petroleras, que acordaban con el anticipo de las prorrogas. La comunidad tiene que saber que solamente en Neuquén los monopolios del petróleo se llevan por año 3.500 millones de dólares y 2.000 millones por el gas, 10.000 dólares por minuto, gracias a la extracción desmedida y la explotación de los trabajadores.
Esta súper renta petrolera y gasífera en vez de ser utilizada para resolver las acuciantes necesidades de los neuquinos y de otros sectores populares del país se la reparte un reducido número de grupos económicos y políticos que están a su servicio. La justa lucha de los maestros, se dio en medio de esta disputa, y Sobisch como parte de su propuesta electoral se quiso mostrar duro frente al reclamo popular. Por eso dio como respuesta la represión y la muerte al docente Carlos Fuentealba. El gobierno recibió inmediatamente una contundente respuesta popular con paro y movilizaciones en cada rincón del país, y una movilización histórica de 30.000 personas en nuestra provincia.
Esa respuesta popular, mostró el hartazgo que hay por abajo no sólo con Sobisch, sino con los que mantienen, como Kirchner, las políticas que nuestro pueblo repudió en el Argentinazo. Esa inmensa movilización popular mostró que siguen encendidas las brasas del 19 y 20 de diciembre de 2001.Por eso miles de neuquinos y millones de argentinos repudiamos a Sobisch y exigimos que se vaya.Fue en ese momento que los políticos que responden a los poderosos de la provincia, como Jorge Sapag y los sectores que apoyan a Kirchner, como Pechi Quiroga, Guillermo Pereyra, Podestá, en el momento clave para echarlo a Sobisch, jugaron para sostenerlo, porque decidieron resolver su disputa en el terreno electoral, el único tablero que hoy garantiza que el poder quede en manos de los sectores dominantes, evitando que el pueblo juegue con independencia. Otras fuerzas opositoras como el UNE, ilusionados en ganar unos votos más, tomaron la decisión política de trabajar solamente para “lijar” a Sobisch, pero sostenerlo para que no caiga.
Esa experiencia ya la vivimos cuando impusieron la Alianza de De La Rúa y Chacho Álvarez impidiendo que el pueblo echara a Menem.
Solo el Argentinazo abrió la posibilidad de una salida popular, y es el camino que necesitamos recorrer para hacer los cambios revolucionarios que necesita nuestro pueblo y nuestra patria.
En nuestra provincia como en todo el país, salieron a luchar los trabajadores docentes y estatales, los trabajadores de muchas ramas de la producción. Salieron a luchar los campesinos y originarios, los chacareros, los estudiantes, los ambientalistas de Gualeguaychú y otras regiones, las mujeres, y los jóvenes.
Hubo grandes sectores que se movilizaron contra la impunidad frente a la desaparición de Julio López, el testigo en la causa de los asesinos de la dictadura como Etchecolatz.Frente a esto los sectores del poder han montado el escenario electoral. Se esfuerzan por conquistar el voto popular. Lo que realmente les preocupa es terminar definitivamente con las secuelas del Argentinazo. Ir a la reconstitución de su Estado, el reforzamiento del sistema y sus instituciones que están podridas, para continuar con estas políticas.
Los sectores populares tenemos que hacer que en estas elecciones fracase su objetivo, fortaleciendo la unidad popular y el repudio a su maniobra.Por eso llamamos al voto bronca: a votar en blanco, anular o no votar. Esta es un arma electoral que el pueblo usó muchas veces. La usó el radicalismo, combinada con levantamientos armados, cuando se enfrentaba “al régimen”. La empleó el peronismo, unida a las huelgas y a “la resistencia” contra las dictaduras y las proscripciones. La aplicó el pueblo contra Menem, en el ‘97, cuando le mancó la re-reelección; y luego contra De la Rúa, cuando más de 10 millones de votos bronca le dieron al país el envión político hacia el Argentinazo.
La pulseada electoral es un gran desafío político para las fuerzas populares. El voto bronca es la herramienta que tiene el pueblo para fortalecerse en la lucha, evitar la dispersión y terciar desde sus propias posiciones.
> Para avanzar en el camino del Argentinazo.
> Por un gobierno de unidad patriótico y popular.
> El 3 de junio pegue donde más les duele: vote en blanco, anule, o no vote.
Partido Comunista Revolucionario
Neuquén, 8 de mayo de 2007
