El 17/11, mientras se debatía en el Congreso el impuesto a las grandes fortunas, el presidente Alberto Fernández anunciaba el envío del proyecto de interrupción legal del embarazo del Ejecutivo, que ingresó ese mismo día: “Regulación del Acceso a la interrupción voluntaria del embarazo y a la atención postaborto”. También envió otro proyecto, que busca garantizar la salud integral de mujeres embarazadas y niños y niñas en sus primeros años de vida.
La presentación del Ejecutivo genera mejores condiciones para conquistar nuestro derecho a decidir y es una conquista del movimiento de mujeres y feminista de la Argentina que sostuvo y sostiene el reclamo en las calles.
Durante este año y teniendo en cuenta el pronunciamiento del presidente respecto de la legalización del aborto, en su discurso al iniciarse las sesiones ordinarias en el Congreso, las y los diputados de los diferentes bloques parlamentarios plantearon que se podría avanzar en el tratamiento si el Ejecutivo presentaba el proyecto. Ahora bien, con la efectiva presentación entendemos y exigimos que se debe avanzar rápidamente en el tratamiento y aprobación de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo.
Sabemos que la aprobación de esta ley no está escindida de la lucha en las calles, por eso sin dejar de atender la situación de emergencia sanitaria por la pandemia, buscaremos las distintas modalidades para movilizarnos en todo el país, como fue en el 2018, cuando aprendimos que la media sanción no habría sucedido sin la lucha que protagonizamos.
El 28/05/2019 la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito presentó por octava vez su proyecto. Se elaboró en reuniones hacia el interior de la Campaña y luego se aprobó en una plenaria nacional. Este proyecto se propuso recoger la lucha que significó la media sanción obtenida en el año 2018 y se construyó de manera transversal. Resulta importante destacar que la media sanción fue sobre un “dictamen de consenso” que se logró después de meses de debate en el recinto, donde se trataron todos los proyectos presentados sobre la temática. Este año se tratará el de la Campaña, el del Ejecutivo y todos los presentados. Desde el movimiento de mujeres y feminista pelearemos porque el dictamen que se elabore, en plenaria de comisiones, contenga nuestros reclamos.
La lucha por la legalización del aborto tiene historia en nuestro país. Peleamos por no perder nuestro punto de referencia, entendiendo que es principalmente un problema de salud pública, que se lleva la vida de las mujeres de mayor vulnerabilidad social, las más pobres. Sabemos que cuando no estamos dispuestas a continuar con un embarazo no deseado la clandestinidad nos lastima y duele, porque también sabemos que no está en discusión la decisión, sino que ponemos en riesgo nuestra vida y salud.
En Argentina se estima que por año hay 50.000 internaciones derivadas de abortos inseguros y que aproximadamente 2.000 niñas son obligadas a parir. Estas cifras esconden historias y dolor, tienen nombre propio de nuestras amigas, vecinas, hermanas, compañeras y hasta el propio. La legalización del aborto no obligará a ninguna mujer a realizarlo, lo que sucederá es que las que no queremos continuar con un embarazo, por la razón que sea, accedamos en un marco de salubridad que no ponga en riesgo nuestras vidas.
Reafirmamos que la presentación del proyecto del Ejecutivo nos deja en mejores condiciones para conquistar nuestro derecho. En relación a su contenido y en comparación con el proyecto de la Campaña tienen coincidencias muy significativas y los mismos objetivos de garantizar el acceso al aborto legal, seguro y gratuito, lo que permite esperar que, de su tratamiento, resulte una buena ley. También sabemos que nuestro camino es el de la lucha y que es imprescindible para la conquista de nuestros derechos.
“Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir” .
Hoy N° 1842 25/11/2020
