“Se habla mucho de los crímenes de Stalin y se fabula… En una cátedra, en Económicas… se hablaba, por ejemplo, de cómo con el apoyo de la represión se colectivizó el campo en Rusia, pero en esa propia cátedra se dice que eran cien millones de campesinos. Están equivocados porque eran 80 millones; ¿y quienes eran los que ‘llevaron’ a 80 millones de campesinos que durante siglos habían trabajado en la pequeña explotación?, ¿cómo los ‘llevaron’ a las granjas colectivas? ¿con la punta de las bayonetas?. No, no fue así. Ahora, desde ya, no había ningún manual que les pudiera enseñar a Stalin, a los dirigentes del partido bolchevique, cómo había que colectivizar la tierra, lo único que sabían era lo mismo que sabían los bolcheviques cuando tomaron el poder: había que apoyarse en los campesinos pobres, los mujik, neutralizar a los medios, y había que luchar contra los ricos, porque allí la lucha era contra la burguesía agraria, para ir al socialismo. Desde ya que eran muchos, muchos iban a resistir, y desde ya, a los que resistían… la lucha de clases y la revolución no son un baile de salón, el que se opone… ¡qué le vas a hacer! como dicen los mexicanos: ‘qué pensarían los desgraciados gringos, ¿que combatir eran bailes de carquís?’”.
Crisis en la URSS ¿Fracasó el marxismo? Edic. Nueva Hora. 1991.