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16 de March de 2016

El sábado 12 se realizó el cierre de la muestra colectiva integrada por artistas quilmeñas, organizada desde la Comisión de Mujeres de Quilmes en el marco de las actividades en conmemoración por el Día Internacional de la Mujer trabajadora.

El arte en nuestras manos

Muestra colectiva en Quilmes

Como comentamos en el último hoy, la muestra estuvo expuesta en el Salón de los Espejos de la Casa de la Cultura de Quilmes desde su inauguración el viernes 4 y fue visitada por numerosas personas que dejaron sus impresiones sobre la misma en un cuaderno dispuesto a tal fin en la Sala. 

Como comentamos en el último hoy, la muestra estuvo expuesta en el Salón de los Espejos de la Casa de la Cultura de Quilmes desde su inauguración el viernes 4 y fue visitada por numerosas personas que dejaron sus impresiones sobre la misma en un cuaderno dispuesto a tal fin en la Sala. 
Integraron esta iniciativa colectiva las artistas plásticas: Ana María Alberti, Alejandra Bagolini, Rosana Beekman, Inés Casella, Mirta Ferro, Mariné Hartfiel, Verónica Méndez, Yanina Moroni y Adriana Soler. Asimismo, participó el Proyecto de Extensión Universitaria “No Me Callo Nada” con parte de la muestra “Arte Correo”. 
Por otra parte, contamos con la importante colaboración para al armado de Horacio Dowbley, artista reconocido internacionalmente y autor del monumento Siguen marchando, ubicado en la Plaza San Martín de nuestra ciudad en Homenaje a las Madres de Plaza de Mayo de Quilmes.
En el cierre disfrutamos de un espectáculo de danza contemporánea a cargo de Anahí Benítez, Marisol Calaza, Ayelén Benítez y Magdalena Iacopini. La coreografía aludía a la trata de mujeres basada en el tema “Rompiendo el Silencio”, refiriendo que la salida de ésta y otras problemáticas que nos afectan a las mujeres es colectiva y no individual, como expresaron las bailarinas y coreógrafa posteriormente.
Para culminar con esta actividad cultural las expositoras hicieron uso de la palabra para manifestar qué implicancias tiene el ser mujer y artista, destacando en su mayoría, la importancia de reconocerse y ser valoradas como trabajadoras del arte; la necesidad de contar con espacios como el obtenido donde poder mostrar y jerarquizar las producciones de las artistas y sus deseos de continuar con este tipo de actividades colectivas que nos permitan continuar en la lucha por nuestros derechos desde otra perspectiva.