Como venimos planteando en la fábrica, terminamos un año 2013 defendiéndonos de los ataques privatistas del gobierno K y del gobierno de Scioli. Y arrancamos un 2014 reclamando a la empresa deudas salariales.
Como venimos planteando en la fábrica, terminamos un año 2013 defendiéndonos de los ataques privatistas del gobierno K y del gobierno de Scioli. Y arrancamos un 2014 reclamando a la empresa deudas salariales.
Los trabajadores prácticamente no tuvimos tranquilidad para tomarnos las vacaciones que tan merecidas nos ganamos, porque la empresa no pagó la totalidad de las vacaciones y aguinaldo, y nos deben -para el que menos cobra- $2.000. Esta deuda se generó porque el Ministerio de Economía no aceptó acuerdos sectoriales que se negociaron por fuera de las paritarias en la segunda mitad del año. El Astillero no consiguió un plus de fin año, pero se logró un plus para producción de $450 para la categoría inicial, esto es mucho más significativo porque es permanente.
Peligra el Astillero 100% estatal
Esta lucha se da en un contexto donde el gobierno impulsa para la región un cambio profundo en la matriz productiva, con autopistas y obras para un Puerto que viene a reforzar la dependencia del extranjero, con containers de importaciones que llegan para profundizar la destrucción de la industria nacional. Por eso los planes para el Astillero continúan siendo los del avance del mega puerto de contenedores.
Para afuera anuncian la construcción de 30 barcos en el ARS, mientras hacia adentro nos hunden en la desidia y el abandono. No nos dan los fondos para la inversión tecnológica.
Dicen querer ayudar al Astillero y crean leyes que nos perjudican. Después de 10 años de gobierno en vez de aprobar nuestras leyes, crean la “Ley Arispe” que en vez de construcción de barcos privilegia las reparaciones y el negocio privado. Les da lo mismo si producimos o no. Lo que les importa, es que mantengamos la “paz social”.
No es casualidad que la empresa recorte, esto se da en medio del ajuste feroz de Cristina, que aplica a rajatabla el gobernador Scioli. Al Astillero particularmente lo quieren privatizar, nos quieren pasar a una Subsecretaría de servicios públicos con empresas privadas, con un fondo fiduciario para que el ARS se autosostenga económicamente y así ahogarnos presupuestariamente.
Por eso hubo varios meses que Economía no mandó la totalidad de los fondos para sueldos. Y la empresa sacó la plata de insumos y de la procura de los barcos venezolanos, también se perdió la autonomía financiera, por lo tanto las cuentas del Astillero las maneja la provincia. A esto se le suma una acumulación de hechos de corrupción de la presidencia de la empresa y staff gerencial durante estos años de gestión. Como se denunció en una asamblea de sector, el año pasado un compañero levantando una caja vacía de aire acondicionado recién comprado, dijo: “acá está la plata de los insumos y las herramientas que necesitamos”.
Saltó una olla presión
Toda esta situación y la devaluación de enero hizo saltar una olla presión que estaba contenida cuando había plata, ahora con el ajuste salió la podredumbre. Se empezó un proceso de debate en las secciones que arrancamos desde La Proa, proponiendo asambleas de secciones y que el gremio convoque a la reunión de delegados. Durante semanas no pasó nada. Solo nosotros empujábamos al gremio. Finalizando enero en la agrupación discutimos mucho cómo patear el tablero, ya que veíamos que el pacto de gobernabilidad de los de arriba había llegado hasta nuestros dirigentes gremiales.
Por eso la agrupación jugó con todo con la jornada regional del 5/2, que convocó la CCC desde la multisectorial cortando la calle frente a la Casa de Gobierno. Ese día quedó demostrado que el camino para conseguir que nos escuchen es luchando en las calles. Cuatrocientas personas, durante tres horas, cortamos la calle en una jornada multisectorial en la que participaron los desocupados de la CCC, los campesinos de Asoma, estudiantes de la CEPA, JCR y PCR junto a delegados del ARS y la agrupación La Proa. Luego se marchó a Gobernación, donde recibieron una comitiva de cada organización y se plantearon los reclamos de cada sector. Un compañero de La Proa planteó los reclamos del Astillero, el pedido de una reunión de nuestro gremio y Cuerpo de delegados con el ministro de Economía. Y se le planteó que de no haber respuesta íbamos a movilizar. El Ministerio de Economía convocó al gremio a una reunión para el 7/2.
El cuerpo de delegados, un instrumento fundamental
También conseguimos que al otro día el gremio convocara una reunión de delegados. A partir de acá el gremio se puso a la cabeza, el cuerpo de delegados empezó a funcionar regularmente, se dejó de lado por un rato las internas gremiales y de forma democrática se realizaron asambleas en todos los sectores. La masa empezó a plantear las cosas que tenía atragantadas desde hace mucho tiempo. Los delegados fueron volcando los mandatos de los sectores como hacía mucho que no pasa, y fueron saliendo distintas propuestas: asamblea general, ir a Dirección a plantear una comisión fiscalizadora para que investigue, y si son culpables hacer la denuncia penal a la Justicia hacia los funcionarios de la empresa por este robo a los trabajadores, arrancarles el listado de reajuste para que sepamos cuánto nos deben, y movilización al Ministerio de Economía, para demostrarle al gobierno lo que pasa cuando se meten con el Astillero.
El martes 11/2 se realiza una asamblea general, previamente el Cuerpo de Delegados junto con la Comisión Administrativa resuelve por una unanimidad movilizar a pie a Economía para buscar la plata. El secretario Gral. de ATE Ensenada José Juárez fue el único orador y plantea la propuesta del Cuerpo de Delegados. La asamblea resuelve también por una unanimidad movilizar al otro día caminando. El miércoles 12 el gremio, sin convocar a asamblea, anunció que el presidente de la empresa dijo que la plata estaba. Así el gremio decidió movilizar en micros. Muy disconformes fuimos igual. No se marchó, solo se concentraron en la puerta del Ministerio unos 600 compañeros. Entró una delegación donde se les comunicó que se había conseguido “toda la plata” y que a la tarde nos atendían los funcionarios para hacer los números finos.
Si bien habíamos avanzado, la reunión con Economía fue muy confrontativa y se pusieron duros en no reconocer los acuerdos por fuera de paritarias. Dijeron que la decisión es política y ellos reciben órdenes. Se consiguió que pagaran una parte muy chica. De $30 millones solo reconocieron 3 millones. Se realizó el pago, pero fue una burla, pagaron de forma muy despareja y arbitraria desde $22, $50, $150, $350, unas migajas.
¡Explotó la bronca!
El jueves y viernes se realizaron asambleas de sección donde se expresó la bronca del manoseo y la complicidad de la empresa con el gobierno. Bronca que se vio reflejada en los mandatos de las asambleas: asamblea general para el lunes 18, conseguir el pago de la deuda ante de la paritaria salarial, que se ponga en funcionamiento la comisión fiscalizadora, movilizar caminando a gobernación y volver a marcar tarjeta. El pedido de renuncia del presidente, asesores y de los gerentes de la empresa, hasta se planteó en algunas secciones ir a dirección para echarlos, como también que el Astillero convoque a un plenario regional de delegados para discutir un plan de lucha unificado.
El lunes 18 se realizó la asamblea general en la cual se llevó la moción unificada del Cuerpo de Delegados y Comisión Administrativa de que el 19 era necesario movilizar a gobernación caminando, lo que se aprobó por unanimidad.
La movilización fue una de mas grandes de los últimos cuatro años, con más de 2.000 compañeros caminando los 12 kilómetros que separan al Astillero de la gobernación, encabezada por los compañeros de la Comisión Administrativa, delegados, compañeros históricos y nuestro compañero Oscar De Isasi, secretario general de ATE provincia de Bs. As.
Una movilización donde los compañeros expresaron su alegría por estar en la calle peleando por sus necesidades. Alegría que se expresó en el armado de banderas por secciones, compañeros haciendo sonar los bombos, redoblantes y trompetas acompañados por cientos haciendo sonar sus gargantas entonando las ya características canciones de lucha del Astillero, y la bronca con lo que viene pasando. Bronca que se expresó en el zamarreo de la reja de gobernación y compañeros subidos a las mismas.
En el momento que nos encontrábamos en la gobernación se mantuvo una reunión con el ministro de Producción y el presidente del Astillero, donde se le planteó la necesidad de que paguen lo que deben, y se le reclamó un anticipo de $2.000. Los funcionarios dijeron que podía ser posible pero tenían que hablar Economía, y que a la tarde contestaban. Al no tener una respuesta en ese momento se desató la bronca desorganizada de algunos compañeros abriendo las rejas de la gobernación.
El miércoles se realizó una nueva asamblea general, previa reunión del cuerpo de delegados, en la cual se presentó una moción unificada: esperar hasta el viernes para el pago de la deuda, asamblea general el lunes 24, convocar desde el Astillero un plenario de delegados y organizaciones para unificar un plan de lucha. Y la moción presentada por Oscar de Isasi secretario de ATE provincia: movilizar el 26 de febrero a Capital Federal, cuando se junten los ministros de Economía de todas las provincias y la realización del paro de 48 horas el 5 y 6 de marzo, con movilización a Casa de Gobierno el 5. Las mociones fueron aprobadas por unanimidad.
Como viene quedando expresado en las asambleas generales, los trabajadores del Astillero nos venimos preparando para profundizar las medidas para enfrentar la política K en una lucha larga, porque no vamos a permitir que este gobierno venga a descargar la crisis sobre nuestras espaldas.