El fascista gobierno israelí profundiza su línea de castigar al conjunto de la población palestina en su enfrentamiento con Hamas.
El viernes 20, el gobierno de Olmert cerró todos los accesos a la Franja de Gaza, impidiendo la llegada de comida, ayuda humanitaria y combustible, lo que provocó el cierre de la central eléctrica el día domingo, dejando sin luz a más de un millón de palestinos.
Tan brutal agresión provocó reacciones incluso en la propia ONU y en gobiernos que tradicionalmente hacen la “vista gorda” frente a los ataques israelíes, forzándolos a que reabran parcialmente las fronteras.
Los testimonios de los palestinos dan cuenta de la dramática situación de la población, con hospitales sin luz, o la vuelta al uso de burros como medio de transporte ante la falta de combustible. Tanto Hamas como la Autoridad Nacional Palestina han rechazado el chantaje del gobierno sionista, y Hamas reiteró que continuará su política de enfrentar con las armas a Israel hasta que se retire de todos los territorios palestinos.
Este cierre de fronteras se realiza apenas días después de la gira de Bush por Medio Oriente, en la que afirmó que los acuerdos de paz estaban “próximos”, mostrando las reales intenciones del principal aliado de los yanquis en la zona.
02 de October de 2010