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29 de June de 2015

“El Chino era nuestro”

Nuria Benítez, camarada y colaboradora

Yo no sé cómo expresarme, siempre tengo las palabras fáciles pero hoy no puedo. Quiero pedirles que nos acompañen siempre, que todos los deseos del Chino se cumplan, que nos ayuden a terminar su obra.

Yo no sé cómo expresarme, siempre tengo las palabras fáciles pero hoy no puedo. Quiero pedirles que nos acompañen siempre, que todos los deseos del Chino se cumplan, que nos ayuden a terminar su obra.

El Chino fue un grande, lo queríamos mucho nosotros. Nos peleábamos todos los días por las mismas cosas. Chino se preocupaba si teníamos para comer, se preocupaba si un chico no tenía calzado, nos mandaba a cocinar aunque sea con un hueso porque la gente tenía que comer. Yo creo que como el Chino no hay dos y mucha gente nos quedamos guachos, porque él sí se preocupaba por la gente de muy de abajo. Así que les voy a decir gracias a todos los presentes y principalmente a Luciano, Ariel que ha dejado a su papá compartir con nosotros.

Por todas las enseñanzas, por todo el cariño que nos dio a todos, por toda su lucha, les pido a mis compañeros, camaradas, vecinos, pacientes, que sigamos su obra con toda la fuerza y como dice Mónica vamos a seguir llorando seguramente. Lo vamos a extrañar un montón. El peleaba mucho con nosotros porque quería todo y estaba desesperado por terminar su obra. Por eso les pido que continuemos luchando por el bien de quién necesita.

Yo le decía siempre al Chino: “usted se puede montar acá una clínica”. “Ni loco, me decía”. El Chino era del pueblo, el Chino era nuestro. Era nuestro hermano, era todo para nosotros. Aunque nos peleemos todos los días, él estaba presente ahí preocupándose, diciéndome: “fijate si viene doña Brigida, pasala derecho”, “si viene doña fulana, pasala derecho que está mal”. Tenía que estar ahí, fijándome por todos los encargues de él, si necesitaba medicación… Era permanente su preocupación por la salud, por la educación, por la vivienda digna. Su preocupación era por cambiar por el bien de la gente, cambiar para vivir dignamente. Eso nos ayudó a nosotros a seguir adelante, y vamos a seguir adelante Chino. Hasta la victoria, Chino querido.