Quebracho, santiagueño de Frías, fue a estudiar la secundaria a Córdoba y allí, desde una técnica, fue protagonista del Cordobazo. Trabajando en pequeños talleres, se integra a la Lista marrón que encabezaba René Salamanca, en el proceso de recuperación clasista del Smata.
Quebracho, santiagueño de Frías, fue a estudiar la secundaria a Córdoba y allí, desde una técnica, fue protagonista del Cordobazo. Trabajando en pequeños talleres, se integra a la Lista marrón que encabezaba René Salamanca, en el proceso de recuperación clasista del Smata.
Quebracho se incorpora al PCR y es uno de los cuadros destacados en la fundación de la JCR. Pasa a ser su secretario de Organización, y empuja con firmeza la línea antigolpista trazada por la dirección partidaria a fines de 1974. En esos años integra una delegación a China.
Quebracho fue uno de los organizadores de los círculos de la JCR entre los ferroviarios de Rosario, que desplegaron una intensa lucha contra el golpe de Estado, a tal punto que paralizaron las actividades del taller de Pérez el 24 de marzo de 1977. Ya en plena dictadura videlista, Guerra fue uno de los organizadores de la huelga ferroviaria en 1977.
Para ese entonces residía en Capital Federal junto a su compañera, Teresita Castrillejo, y el recién nacido Facundo.
Su hijo, hoy dirigente del PCR en Mendoza, así recuerda su secuestro: “El 1º de noviembre de 1977 sale de la casa, me había llevado al hospital a la mañana, baja en una esquina de Buenos Aires, aparece un Falcon sin patente, se resiste al arresto, grita su nombre y dice que lo llevan por antigolpista, y finalmente es secuestrado”.
Manuel Guerra continúa desaparecido. Su ejemplo es bandera para las viejas y nuevas generaciones de clasistas y comunistas revolucionarios, que renovamos nuestro compromiso de seguir el camino que él nos trazó en la lucha por una sociedad sin explotadores ni explotados.