El preacuerdo con el Fondo
Lo anunciado por el Presidente y el ministro de Economía, legitima la estafa del endeudamiento record del gobierno de Macri con el FMI, la fuga de esos capitales y muestra las exigencias de cogobierno del Fondo. Esa legitimación es la que siempre buscan con nuevas zanahorias de nuevos créditos, para pagar los viejos que fueron fraudulentos, legalizarlos y lograr condiciones humillantes de monitoreo trimestral, de ajustes y también de bases militares en el sur.
Por eso es bueno que un gobernador del Frente de Todos se haya animado a oponerse con claridad ante el propio Alberto Fernández y su ministro, delante de todos los gobernadores, otro haya sido objetivamente duro con lo que dejó el gobierno anterior y muy cauto en evaluar bondades del acuerdo. Aporta en ese rumbo la renuncia del jefe de diputados nacionales del bloque. Esto no debilita el Frente que se potenciará si se apoyan en el protagonismo popular, para plantarse con dignidad ante la prepotencia de los esquilmadores de siempre, porque en las últimas elecciones, el pueblo con 5 millones de votos menos ya dijo por acá NO.
El Presidente en Rusia y China, la ruta de la seda y los acuerdos
El espíritu y letra de lo expresado por el presidente en su gira es construir con Rusia y China sin pelearse con los EEUU. Lo llaman multilateralismo, o sea diversificar la dependencia. No son relaciones con países de América Latina y del Tercer Mundo, es con las potencias que se disputan el mundo y nuestro país.
Esto lesiona los intereses soberanos argentinos y profundiza la entrega de nuestros recursos a potencias imperialistas, porque no busca usar las contradicciones entre ellos con independencia, sino subordinarse a unos y otros, formando parte de un tablero internacional en disputa.
En ese sentido, los dos países firmaron el Memorándum de Entendimiento en Materia de Cooperación en el Marco de la Iniciativa de la Franja Económica de la Ruta de la Seda y la Ruta Marítima de la Seda del Siglo XXI. Buscan reforzar la promoción de acciones y obras que fortalezcan, innoven y diversifiquen la relación económica.
Se firmarán acuerdos para el financiamiento de inversiones y obras que “favorezcan el intercambio del Diálogo Estratégico para la Coordinación y Cooperación económica”. Ofrecen 23.700 millones de dólares en dos tramos. Primero 14 mil millones y otro de 9.700 millones para la propuesta a elaborar en el Grupo conjunto.
Hay que tener en cuenta que el saldo de la balanza de pagos de la Argentina del 2021, entre lo que se exporta y lo que se importa, es favorable a nuestro país en 15 mil millones de dólares. Dólares tenemos, no es necesario arrodillarse ni mendigar ante nadie, para inversiones que condicionan nuestra soberanía. Pero esos dólares se los utiliza para subsidiar a las petroleras, empresas de energía y principalmente para el pago de la deuda fraudulenta, que, mientras se negociaba el acuerdo en el 2021, se pagaron 5.200 millones de dólares, dejando sin reservas el Banco Central.
Federalismo soberano o nuevas dependencias
La crítica al centralismo porteño nació en el mismo proceso de construcción de la Nación Argentina.
Ese centralismo se constituyó sobre la base de una estructura de producción latifundista, con la tierra concentrada en un puñado de terratenientes y un modelo agroexportador y extractivista, que se mantiene hasta nuestros días. Se exporta materia prima y se le compra materia elaborada a esos compradores, generándose relaciones de producción crecientemente desfavorables. Así se fueron creando los lazos de dependencia, penetración y subordinación económica, política y militar de distintos imperialismos, con las concesiones logradas para mantener ese flujo de compras y gracias a sus fieles representantes “argentinos” y los que representan esos intereses en los gobiernos. Así fue hasta nuestros días, con la excepción de los primeros gobiernos del general Perón que forcejeó con ellos, desarrollando el mercado interno y la industria nacional.
Toda la infraestructura y logística, construida con el esfuerzo y aportes del pueblo argentino, se construyó capilarmente desde todos los rincones del país para desembocar en el puerto de Buenos Aires y salir por el Océano Atlántico. La producción embarcaba hacia los centros compradores, primero Inglaterra, posteriormente Rusia y ahora China. Esa concentración de la tierra en pocas manos, que impidió nuestro desarrollo como nación y ese atrasado modo de producción agroexportador extractivista, son los condicionantes internos de la dependencia argentina a los imperialismos y el fortalecimiento económico y político del Puerto de Buenos Aires.
Los yanquis que no nos compran porque producen lo mismo, avanzaron con las inversiones de sus fábricas que repatrían las ganancias y la deuda externa, para arrodillar y lograr concesiones en todos los aspectos.
Los Corredores Bioceánicos
Desde hace tiempo, pero profundizado en este marco actual, en distintos sectores económicos y políticos de regiones de la Argentina surgen justas críticas al histórico centralismo porteño. Algunas declaraciones de destacados gobernadores, hasta avanzan a reconocer a la histórica concentración de la tierra y el carácter agroexportador, como limitante del desarrollo. Reivindican a San Martín, Güemes y Belgrano, héroes de nuestra independencia, pero que expresaron Ni amo viejo, Ni amo nuevo.
¿Qué proponen en contraposición al centralismo porteño y su salida al Atlántico? La consolidación de Regiones conformadas por provincias que promuevan una salida de sus producciones por el Pacífico, principalmente para el mercado chino y para ello la llegada de inversiones extranjeras. Todos los proyectos de infraestructura y logística apuntan a la construcción de los Corredores Bioceánicos. ¿Es para beneficio de las mayorías de productores de la ciudad y el campo y el desarrollo de la industria nacional o para seguir sacando la soja para los mismos compradores con una producción agrícola sin agricultores y sin valor agregado?
No se habla de cambiar esa matriz productiva. Es manteniendo ese modelo agroexportador extractivista, porque ahora se suma, por ejemplo, la propuesta de explotación y exportación del Litio del Norte Grande. Es un producto clave en la generación de energía no contaminante y no se propone la fabricación de baterías para celulares, de enorme mercado o un convenio con Bolivia para la fabricación del automóvil eléctrico que fabricaron; proponen a granel como impulsa el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales. Mantener esta matriz, significa favorecer en primer lugar a los compradores internacionales que se llevarán materia prima con mejores precios por el menor costo del transporte, su penetración y en segundo lugar de sus socios nativos, como el inefable Morales, entre otros.
Estas potencias están dispuestas a financiar las obras de infraestructura que necesitan, como se desprende de la propuesta china, para profundizar el camino que se viene transitando con algunos baches en años anteriores. Desde ya que ellos construirán las obras y con la utilización de sus materiales, como lo hicieron con los durmientes y vías del Belgrano Cargas o el proyecto del puente ferrovial Chaco-Corrientes, que podría unir el puerto brasilero de Porto Alegre sobre el Atlántico, con Antofagasta en Chile, sobre el Pacífico.
Esa propuesta de los Corredores Bioceánicos se desarrolla en América y la Argentina, y también implican una disputa entre las burguesías intermediarias de cada zona, para ser las primeras en la cola de las realizaciones.
En el del Norte juega un importante papel el Puerto de Barranqueras, porque se encuentra luego de la confluencia del Río Paraná y Paraguay, que puede traer el hierro del Mutún en Bolivia, la soja del Paraguay y el sur de Brasil y ampliar este volumen de productos e incorporar el estratégico Litio, en su recorrido atravesando el Norte Grande. Los otros corredores del Centro y Sur, incorporan los recursos claves de cada zona como el petróleo y la pesca. (Ver Infografía)
El debate abierto sobre el manejo soberano de nuestro Río Paraná, muestra que no sólo disputan lo que se construye. La fundamental vía navegable, por donde se desangran la Argentina y sus riquezas, sus puertos y el registro que se transporta, también está en disputa. Es una lucha a retomar y profundizar, luego de las marchas y contramarchas presidenciales.
Mientras esto ocurre en la Argentina, suenan tambores de guerra en el tablero internacional que nos metieron
La disputa interimperialista del mundo, que en el último período fue principalmente comercial y en la pandemia se expresa con el manejo de las vacunas para el Covid, como una herramienta más de condicionamiento a quienes no la producen, cambia ahora a la movilización de tropas como en Ucrania y de flotas como en el Mar de China y Japón.
La Argentina, por la dependencia con los actores principales involucrados, es parte de ese tablero internacional en disputa, por las concesiones otorgadas a unos y otros, en una ubicación estratégica por tener en el sur el paso del Océano Atlántico al Pacífico, paso obligado para cualquier conflicto internacional.
Los piratas ingleses refuerzan su poder bélico en Malvinas, los chinos construyeron una base en Neuquén y ahora los yanquis y rusos exigen una base en Tierra del Fuego.
Los que disputan con los yanquis e ingleses, como los chinos y rusos, quieren aparecer como amigos de los pueblos. Sectores económicos y políticos, no piensan en usar esas contradicciones con independencia, sino subordinarse a ellos, con políticas más parecidas a la del desarrollismo de Frondizi y sus “imprescindibles” concesiones para inversiones extranjeras, que a las de Perón, con el desarrollo del mercado interno y el manejo soberano de las exportaciones.
No se trata de cambiar de collar, sino de dejar de ser perro
Esta frase de Jauretche se ajusta a la realidad que vivimos. El presidente Alberto Fernández en su gira por Rusia y China, habla de diversificar o multilateralizar las relaciones con estas potencias, lo que significa favorecer y fortalecer su penetración y dependencia. Habla como si fueran países hermanos de América y del Tercer Mundo y no potencias imperialistas que traicionaron sus extraordinarias revoluciones, restaurando el capitalismo en ambas y hoy disputan el mundo. Dos ejemplos últimos de su público comportamiento son, la no oposición al golpe en Bolivia y ahora en las negociaciones de la estafa macrista con el FMI, ambas potencias recomendaron se acuerde, mientras en esta gira pretenden avanzar en concesiones de “amigos”.
La situación es muy grave, las disputas y presiones se profundizan y el pueblo como a lo largo de la historia, deberá retomar su protagonismo, uniendo todas las vertientes patrióticas, que exceden los partidos políticos y con ellas, lograr que en el Frente de Todos predominen estas posiciones soberanas y se apoyen en las inagotables fuerzas patrióticas como mostró el pueblo de Chubut, para suspender el pago de la deuda fraudulenta, investigar la legítima, devolución de lo que se llevaron a los paraísos fiscales y en esa lucha donde habrá que usar las contradicciones entre los poderosos, buscar la unidad Latinoamericana e impedir un cambio de collar para seguir siendo perro. No lo podemos permitir, a 40 años de la heroica gesta de Malvinas.
Rodolfo Schwartz, Diputado Provincial del Partido del Trabajo y del Pueblo en el Frente de Todos Chaco, secretario del PCR del Chaco y miembro de su Comité Central Partidario
Hoy N° 1901 16/02/2022