Como parte de su estrategia electoral, el intendente Pulti y su partido filo-kirchnerista “Acción Marplatense”, lanzaron un plebiscito a favor de la creación de una Policía Municipal, tratando de aparentar que se ponían a la cabeza de “la lucha contra la inseguridad”. Se iba a realizar el domingo 9 de junio.
Como parte de su estrategia electoral, el intendente Pulti y su partido filo-kirchnerista “Acción Marplatense”, lanzaron un plebiscito a favor de la creación de una Policía Municipal, tratando de aparentar que se ponían a la cabeza de “la lucha contra la inseguridad”. Se iba a realizar el domingo 9 de junio.
En Mar del Plata y la zona, la inseguridad es creciente. Esto se da en una ciudad que, fruto de la política K, está a la cabeza de los índices de desocupación y de trabajo en negro; que como en todo el país tiene jubilaciones indignas, se le roba el impuesto a las ganancias a los trabajadores, es crítica la situación de la salud y la educación, y es grave la falta de tierra y de viviendas.
Una muestra práctica de esto, es la toma de decenas de colegios secundarios por sus alumnos. Rodeados del apoyo de padres y sectores populares, exigen que no se llueva en las escuelas, que no se caigan los techos, que funcionen las cloacas, que haya bancos y mesas, que se pongan los vidrios y que funcione la calefacción. Pero después de un mes, casi no hay soluciones por parte del gobernador Scioli y encima, la dirección yaskista del Suteba en lugar de apoyarlos, califica a los alumnos de “vándalos”.
La propuesta de Pulti fue crear una Policía Municipal nueva, que llegaría a tener casi 2.000 efectivos armados y que sería financiada por los vecinos, con aumentos de entre 16% y 50% sobre las Tasas municipales. Además de una enorme maquinaria de publicidad a favor del Sí, la “canción” a favor de la nueva Policía fue entonada por distintos “especialistas” nacionales y extranjeros que vinieron a Mar del Plata a explicar las bondades del proyecto, lógicamente a cambio de jugosos honorarios.
En un principio, parecía que la propuesta de Pulti ganaba “con la fusta bajo el brazo”. Pero poco a poco fue creciendo el No, primero en forma silenciosa y luego cada vez más abiertamente. En los barrios y en las fábricas, se respiraba el No.
El PTP, junto al PSA y Proyecto Sur, denunciaron esta maniobra y señalaron las raíces sociales de la inseguridad, más la profunda corrupción y podredumbre de las cúpulas policiales y judiciales que la facilitan. Y también la profunda falta de democracia que implica votar Sí o No un proyecto de tanta importancia, teniendo sólo 15 o 20 días para debatirlo. También se sumó la CTA al No. Fuerzas políticas como el FAP, la UCR y otras, con distintos argumentos cuestionaron el Plebiscito. Se dividió el FPV: una gran parte pasó a llamar a votar No, quedando solos apoyando abiertamente el plebiscito sectores de cuño PC como Nuevo Encuentro, y el Movimiento Atahualpa. Todas las fuerzas del No decidieron coordinar la fiscalización de la votación.
Finalmente, a partir de las enormes falencias e irregularidades que rodeaban el plebiscito como la no entrega de los padrones; la no entrega de las boletas; el impedimento de votar a los jóvenes que no tengan 18 años ni a los extranjeros; etc., a sólo 36 horas de su realización, un juez resolvió suspender su realización, ante el furor del intendente Pulti y sus seguidores.
El pueblo marplatense y las fuerzas populares, logramos así un triunfo parcial importante, que nos permite pasar a discutir profundamente con todos los sectores obreros, estudiantiles y populares, las verdaderas soluciones al problema de la inseguridad.