1. Los olvidados
En mayo, el Segundo Congreso de la Federación Nacional Campesina lanzó la convocatoria a una Marcha Multisectorial, y pocas semanas después, el Encuentro Nacional de Naciones y Pueblos Originarios hizo suya esa convocatoria. Campesinos pobres y originarios: los olvidados por todos los gobiernos.
1. Los olvidados
En mayo, el Segundo Congreso de la Federación Nacional Campesina lanzó la convocatoria a una Marcha Multisectorial, y pocas semanas después, el Encuentro Nacional de Naciones y Pueblos Originarios hizo suya esa convocatoria. Campesinos pobres y originarios: los olvidados por todos los gobiernos.
Vienen de los parajes del Impenetrable, o del cordón verde de La Plata y de cada ciudad. Producen verduras, frutas, algodón, yerba, te, aceitunas, leche, cerdos, chivos, y todo tipo de alimentos, con los que subsisten como familia o comunidad, o los venden y les pagan monedas.
Son los que resisten la expulsión de sus tierras, en muchos casos ancestrales. Otros que ya han sido expulsados de su quinta, propia o arrendada, empujados a la desocupación en las villas y asentamientos, en donde se hermanan con los que cada crisis de la industria dejó sin trabajo y empujó al hambre, como esta nueva crisis que se está viviendo hoy.
Trabajadores rurales, pequeños y medianos productores agrarios, pequeños y medianos comercios e industrias. Todos ellos golpeados por la brutal crisis de las economías regionales.
2. Ya no se aguanta la miseria
Un kilo de manzanas que al productor le cuesta 4 o 5 pesos, se lo pagan 3, a pérdida, y llega a las góndolas a 30 o más. Un puñado de intermediarios y cadenas de comercio, en su mayoría imperialistas, se quedan con 27 pesos. La misma cuenta se puede hacer con cualquier fruta, verdura o carne. El gobierno, en lugar de ponerle límites a ese puñado de parásitos, le permite importar frutas y verduras de otros países. Así crece la desocupación del obrero rural, quiebra el pequeño productor, la pequeña industria y el pequeño comercio, los alimentos son caros para el pueblo, y engordan a los monopolios.
La crisis, heredada del gobierno de Cristina, y agravada por la política del gobierno de Macri, está matando la principal fuente de trabajo y de riqueza del país. El pueblo que la sufre en el interior profundo, quiso venir a Buenos Aires, a encontrarse con los que la sufren en el Conurbano Bonaerense y la Capital Federal. Quieren hacerse oír y quieren soluciones.
No se aguanta más el país donde engordan las roscas sojera, minera y petrolera, a costa de la desocupación, el hambre y la pobreza.
No se aguanta más que en beneficio de los agronegocios, la megaminería, los monopolios petroleros, y los emprendimientos de turismo (de lavado de dinero sucio), se esté provocando un nuevo genocidio de la población criolla y originaria de las fronteras, esa población que es la primera línea de la defensa nacional de las fronteras. Despoblar las fronteras es abrirle las puertas a la penetración del narcotráfico, la trata, el contrabando y demás mafias que avanzan en el dominio de territorios en todo el país, destruyendo a la juventud. Y ese dinero negro, mafioso, es la base de la corrupción del Estado.
3. Elecciones y negocios
El gobierno se lanzó a la campaña electoral para el 2017; Macri anda timbreando. Amarrocalos fondos del presupuesto de este año, y recortó gastos en el proyecto de presupuesto del 2017, por debajo de la inflación, para necesidades sociales, energía, salud, cultura, agroindustria, de ciencia y tecnología, justicia.
Al mismo tiempo, Macri quiere hacer grandes negocios. Vender las acciones del Fondo de Garantías de la Anses, desfinanciando las jubilaciones. Transformar 40 empresas del Estado en sociedades mixtas, y le da el manejo a los accionistas privados. Quiere una ley que deja en sus manos dar beneficios a empresas imperialistas para las obras de infraestructura.
Además, avanza con medidas para que la economía nacional se someta a los dictados de las organizaciones mundiales manejadas por potencias imperialistas (OCDE, FMI, etc.). Y negocia acuerdos de libre mercado con China, Estados Unidos y más países imperialistas, desprotegiendo la producción nacional. Esas potencias nos inundan con sus productos, y mantienen trabas a la importación de los nuestros.
4. Abrirle la mano con las emergencias
El gobierno se Macri se ha debilitado.
La causa principal de su debilidad es el rechazo popular a su política de ajuste y entrega. Con paros y en la calle, trabajadores, campesinos, mujeres, jóvenes y demás sectores populares, lograron algunas conquistas, y el gobierno debió abrir mesas de negociación. Mesas en las que se habla mucho y se resuelve poco.
Las negociaciones, para ser efectivas, para que le abran la mano al gobierno en la emergencia social, laboral, de los campesinos, las mujeres y los jóvenes, deben ser desde posiciones de lucha. Y de unidad multisectorial.
La Marcha Multisectorial de las Economías Regionales unió en la lucha a sectores agrarios, originarios, y otros de las regiones en crisis. Y participan, también, los que hicieron la marcha de San Cayetano a Plaza de Mayo, que unió y puso en el escenario político los reclamos de los más castigados de las ciudades.
La decisión de la CGT de enviar una delegación a la Marcha Multisectorial, y acordar una movilización, en unidad con la CTEP, la CCC y Barrios de Pie, exigiendo el tratamiento y la aprobación de la ley de emergencia social, y contra los despidos, el 18/11. Son pasos adelante en el camino de la lucha, que ayuda a la discusión en los lugares de trabajo, hacia un paro nacional activo y multisectorial.
5. El desafío político
Hay broncas, hay combatividad, hay quienes le siguen danto tiempo al gobierno para no volver a lo anterior. El gobierno se debilita. Cristina y sus funcionarios y socios se pasean por los tribunales. Hay mucha discusión política en las masas populares. Los datos del hambre y la pobreza, y la nueva caída de la industria (8% en setiembre) desmintieron los “brotes verdes” de los que hablaba el gobierno. Los nuevos datos de la pobreza del Observatorio Social de la UCA, que el gobierno presionó para que no se hicieran públicos, muestran el enorme agravamiento de la miseria en el Conurbano Bonaerense.
Hay una situación nueva, que exige actuar sin sectarismos, para construir una herramienta política que exprese, también en el terreno electoral, lo que avanza en la unidad para la lucha. Teniendo en cuenta la realidad de cada provincia. El PTP, el PCR y el Frente Popular trabajan con ese objetivo. El PTP conquistó dos nuevos triunfo políticos con la personería electoral en Mendoza y en Córdoba.
El desafío es unir en la política lo que está en las calles. Para que no dividan con las elecciones lo que está unido en la lucha. Y para enfrentar las tormentas sociales y políticas.