María Estela Silo (Jujuy)
“Nosotros conformamos una organización que se llama Llankaj maki que en quechua significa manos trabajadoras. Nuestra delegación está compuesta por collas, guaraníes y aymará. El año pasado ya tuvimos la posibilidad de asistir al primer encuentro en Rosario.
Hemos logrado llegar hoy día al Encuentro 49 hermanos. En esta oportunidad no hemos tenido que organizar (sí lo tendremos para el próximo), pero tuvimos un compromiso: después de varias jornadas con los desocupados de la CCC de la provincia de Jujuy, hemos presentado una nota para solicitarle al gobierno un colectivo para llegar hoy día acá, problema que hasta último momento no nos resolvieron. Pudimos a último momento –gracias a los compañeros de la CCC que nos ayudaron– juntar el dinero (que luego repondremos) para viajar”.
Marta González de San Martín (Chaco)
“Este encuentro de originarios me pone muy contenta porque estoy hablando a mi gente de cómo vivimos, para hacer ese esfuerzo para la lucha. Sufrimos con el frío y con el calor. Yo quiero mostrar todo, que murieron nuestros ancestros, nuestros abuelos, nuestros padres y queremos luchar para nuestros hijos.
Nosotros entramos a un lote de 48 parcelas. Con un gran esfuerzo entramos ahí. Somos mujeres que no sabemos nada: no sabemos ni leer ni escribir. Hay mujeres que saben leer pero son tímidas cuando hablan… y hay mujeres como yo, que no sé leer, pero que queremos una casa digna para vivir.
Hace como cuatro años que perdimos las viviendas. Esperamos la ayuda pero parece que no tenemos salida. Las autoridades no piensan cuando hacen desalojos. Le mostramos al intendente las necesidades que tenemos y las de las criaturas, que no tenemos techo, en una pieza duerme una madre con sus cuatro chicos. Nos juntamos para tener casas propias y ahí entramos y ya vamos a cumplir cuatro años.
Entre las que ocupamos hay madres solteras, que son las que más fuerza tienen. Otras que tienen marido, tienen miedo. Instalamos las carpas, dormimos mal, no tenemos agua ni comida. Pero queremos instalar nuestras casas propias. Nosotros tenemos chicos que van a la escuela pero no tienen becas, no tienen guardapolvos, no tienen ropa”.
Beti, de la UC de Chaco
“Yo estoy en el salón comunitario de Pampa del Indio. Estoy muy contenta porque primero se hizo en Rosario y ahora acá, en Pampa. Es la primera vez que participo en un Encuentro de Originarios y estoy muy contenta de estar con los otros pueblos. Aunque yo no entienda sus lenguas es muy lindo estar juntos para luchar. Nos entendemos estando unidos en la lucha.
Como mujeres, nosotras no podemos dejar de luchar, siempre estamos en la lucha. Con la lucha nosotros conseguimos lo que necesitamos, y eso es muy importante. En Pampa del Indio, las mujeres salimos a luchar, no solamente los hombres. Siempre estamos en la lucha porque nosotros vemos que conseguimos de la lucha las cosas que hemos visto: tanto las herramientas que trajeron y todo lo demás.
Necesitamos mercadería para nuestros hijos. Si no salimos a luchar, seguro que no conseguimos nada para ellos. Necesitamos tierra para nuestros hijos porque hemos quedado sin tierra que eran de nuestros papás, somos muchos hermanos y tenemos nuestros hijos y ahora nuestros nietos. No tenemos para vivir porque no tenemos tierra; entonces nosotros también estamos luchando sobre el tema de la tierra, eso es lo que yo quiero decir.
Argentino, de la comunicad mocoví de San Javier (Santa Fe):
“Estoy en la lucha por los reclamos de los hermanos y de todas las organizaciones que hoy estamos aquí. La participación en el Encuentro fue muy linda, en los talleres nos comunicamos entre las organizaciones para ver lo que tenemos que hacer. Por eso es muy importante este encuentro, para escuchar todos los reclamos que tenemos que hacer la comunidad aborigen toda.
Vivo en Santa Fe en el barrio San Lorenzo (donde hay también compañeros oriundos de Calchaquí y San Justo), desde el año ’83 y participo de todos los encuentros con los hermanos, porque siempre estoy en contacto con los de San Javier y en este encuentro espero que siga todo bien y que no abandonemos esta lucha por la tierra y la vivienda, porque la situación está cada vez peor.
Vinimos 17 compañeros, hemos viajado con mucho sacrificio. Quiero estar en el próximo para encontrarme otra vez y saber qué es lo que pasa en las comunidades, por eso es tan importante que participemos.
Graciela Mendoza, de la comunidad wichí de Embarcación (Salta)
“Nuestro principal problema es la tierra, la falta de trabajo, no hay ayuda del gobierno. Nosotros trabajamos con la artesanía (tejido, collares con semillas) y ése es el único ingreso que tenemos. Por las fincas, conseguimos transitoriamente trabajo para la cosecha de tomate y del poroto. En la de tomate nos pagan 20 pesos por día y en la de poroto te pagan por hectárea. Por día, en la cosecha del tomate hacemos 40 cajones más o menos… ¿cuánto estará el cajón de tomate? Calvita es la empresa de tomate más importante.
Nosotros lo que no tenemos es acceso a la tierra para producir, ése es nuestro problema, por eso estamos aquí. De este encuentro espero el apoyo de los hermanos de todas las etnias. En comunidad existen unas cuatro mil familias, y el principal problema que tenemos es la falta de trabajo.
Daniel Benítez, de la comunidad qom de Pampa del Indio
“Hemos tenido un encuentro maravilloso y exitoso, más allá de las dificultades con la lluvia, porque estuvimos dos días sin poder hacer nada, aislados. Cuando paró de llover, en un día hicimos lo que no pudimos hacer en los días previos, buscar los aportes de los amigos comerciantes, con los pobladores en general del pueblo, que han ayudado con la comida para atender a nuestros visitantes, un amigo ganadero que aportó una vaquita, un carnicero…
Y con la llegada de algunas delegaciones también tuvimos problemas, porque tenemos rutas que unen Pampa del Indio con otras localidades que son caminos de tierra y que con la lluvia complicó todo. Hay comunidades que tuvieron demoras de hasta 12 horas y más. Después tuvimos dificultades organizativas porque las comunidades, en su mayoría, viven en zonas rurales.
Como organizadores, analizamos que es un encuentro muy exitoso. Uno de los temas en el taller de juventud es el problema del acceso a la tierra. Los jóvenes habitan pequeñas parcelitas heredadas de sus padres y hoy por hoy son jóvenes que quieren ser independientes y tener tierra, una vivienda digna y un puesto de trabajo. Otro de los temas en juventud es la educación bilingüe como interés cultural, los deportes, las adicciones porque hay chicos que vienen de comunidades originarias que viven en ciudades.
Milciades Mansilla, de la UC de Chaco “Queremos que los hermanos que vienen de lejos conozcan nuestra lucha, el sufrimiento de la gente que vive en Pampa del Indio. En los talleres se discute el tema de tierra, de educación bilingüe, salud; yo creo que estos temas son muy importantes y para los jóvenes también, porque son derechos que han desaparecido.
Tengo la certeza de que este encuentro va a tener buenos resultados a futuro y en la unidad con los hermanos nacionalmente”.
