La historia argentina del siglo 20, en especial la posterior a 1930, demuestra la importancia de no limitar el análisis de la penetración imperialista al tema económico. Si se subestima el análisis político es imposible entender fenómenos como el golpe del 30 o el del 43, o los acontecimientos posteriores a 1971 (control del ejército por la trenza lanussista), cuando los prosoviéticos –aliados a grupos monopólicos europeos– en disputa con los yanquis, pasaron a ser hegemónicos en el Estado argentino.
Lenin, en el prólogo a su libro El imperialismo, fase superior del capitalismo aclara que, debido a la censura zarista, tuvo que limitarse a un análisis exclusivamente económico y sólo formuló pocas e indispensables observaciones políticas valiéndose de alusiones, de un lenguaje alegórico, etc.
Hoy N° 1730 15/08/2018