A medida que se profundiza la crisis energética, ambiental y por los alimentos, en el marco de la disputa entre los distintos imperialismos y la invasión rusa a Ucrania, queda en claro la importancia estratégica que tiene el control de nuestros recursos. Sobre todo, de aquellos que son más demandados y que tendrán un papel importante en las tecnologías futuras. En este contexto cobra mayor relevancia hablar del litio.
El litio es un metal bastante abundante en la tierra que se encuentra naturalmente en forma de sales o pequeñas rocas de color blanco. Es usado, principalmente, para la fabricación de baterías por su gran capacidad de almacenar energía de forma eficiente, aunque también es utilizado en la industria de los medicamentos, el vidrio, la cerámica, la aeronáutica y además continúa su desarrollo como combustible para la producción de energía nuclear.
El litio, considerado el “oro blanco” en el mundo, está presente en nuestra vida en muchos objetos cotidianos: En baterías de celulares, tablets, notebooks, cargadores portátiles y vehículos eléctricos. El cambio climático y la crisis ambiental que afecta al mundo, producto de la utilización desmedida de combustibles fósiles, como el petróleo o el carbón, crearon la necesidad de encontrar nuevas formas de producir energía e impulsar el transporte.
En este proceso de cambio hacia formas de generar energía renovables y amigables con el ambiente, el litio cumple un rol fundamental. Esto explica el aumento en la demanda de este mineral, por ejemplo, para su uso en autos eléctricos e híbridos, iluminación con paneles solares, extracción de agua en zonas rurales, etc. Se estima que la demanda de litio se incrementará 42 veces para el año 2040.
En la actualidad, Argentina produce alrededor de 40 mil toneladas de litio por año, ubicándose en el cuarto lugar entre los principales productores de litio en el mundo. Además, conforma junto a Chile y Bolivia el Triángulo del Litio que concentra, entre los tres países, el 85% de las reservas de litio de fácil extracción existentes en el mundo.
¿Qué sucede entonces con el litio que se produce en nuestro país y se exporta? En próximas notas abordaremos este problema, así como la importancia de tomar políticas que aseguren la extracción y la industrialización del litio desde una perspectiva soberana.
Escriben Camilo Sánchez y Ale Mattei
Hoy N° 1956 23/03/2023
