Con este título, Alberto Gonzáles Arzac publicó en 1974 una interesante monografía que estudia la actuación del futuro presidente de la República Argentina en el conflicto originado en la sucursal Rosario del Banco de Londres en 1876.
Esta sucursal estaba autorizada para emitir moneda como documento a la vista; recordemos que la moneda única nacional no existía todavía y que además, el banco concentraba el tráfico comercial de la importación y exportación con Londres.
Con este título, Alberto Gonzáles Arzac publicó en 1974 una interesante monografía que estudia la actuación del futuro presidente de la República Argentina en el conflicto originado en la sucursal Rosario del Banco de Londres en 1876.
Esta sucursal estaba autorizada para emitir moneda como documento a la vista; recordemos que la moneda única nacional no existía todavía y que además, el banco concentraba el tráfico comercial de la importación y exportación con Londres.
El banco inglés invirtió en valores a la vista emitidos por el Banco Estatal de Santa Fe, organizando una corrida bancaria, al exigir de golpe una conversión de toda su tenencia, a efectos de ponerlo en iliquidez.
El 19 de mayo de 1876, Norberto De La Riestra, director del Banco de Londres residente en Buenos Aires, es nombrado ministro de Economía de La Nación Argentina.
Como legislador, De La Riestra había presentado un proyecto para privatizar el Banco de la Provincia de Buenos Aires.
Los ingleses accionistas del Banco de Londres habían constituido la casa matriz en Londres, y al mismo tiempo tenían de socios al Ferrocarril Central Argentino y al Ferrocarril Sur, ambos también de capitales ingleses.
En esta situación, Mariano Fragueiro y el gobernador de Santa Fe Servando Bayo resisten quitándole a la Sucursal Rosario, la facultad de emitir moneda, y fijando un impuesto provincial a la actividad, al mismo tiempo inician un trámite de liquidación.
El encargado de negocios británico lo consideró un conflicto diplomático y concurrió a una audiencia con el canciller argentino Bernardo de Irigoyen, acompañado por el asesor legal del banco Londres, el Dr. Manuel Quintana. En la audiencia, Quintana expresa que el jefe de las fuerzas navales británicas en el Río de La Plata, ha ordenado que una cañonera se dirija a Rosario. El canciller lo echa de su despacho.
Al borde de una agresión militar, los ingleses pactan con el presidente Avellaneda, no habría conflicto militar. En realidad dicen que la nave se dirigía exclusivamente para transportar a los comerciantes ingleses que quisieran regresar a Londres, pero que no se metía en el conflicto comercial. Al mismo tiempo, se revocaría la facultad del Banco para emitir billetes, pero Argentina pararía con el intento de liquidación del banco, y en cuanto a la conversión de letras emitidas por el banco estatal, reconocida la deuda, se acordará un plan de pagos.
El nuevo negociador inglés es George Drabble, que pacta con el presidente Avellaneda, tenía estancias en La Pampa y se consideraba un conocedor de La Argentina.
Quintana renuncia a su banca de senador y viaja a Londres para exponer la situación al Directorio del Banco.
Este notorio empleado de las empresas inglesas en Argentina, asumió la presidencia de la república en 1904.
Estanislao Zeballos contó esta historia en el Congreso, y es la fuente directa por la cual, el conocimiento del hecho y del conflicto llegó hasta nuestros días.
En definitiva, durante toda la década se instalan capitales ingleses, que van construyendo el ensamble con el granero del mundo, al mismo tiempo la oligarquía no maneja todo el poder y tiene resistencias del interior afectado y también de sectores que reclaman proteccionismo aduanero y la in- dustrialización. Es una batalla política que se resuelve muchos años después, con la derrota de los grupos que resistían. Como resultado de la crisis, el canciller deja su cargo y asumió como ministro del Interior, a la cancillería volvió Rufino De Elizalde, un amigo del Brasil y de las empresas ferroviarias.
