Si bien el crecimiento económico global tiene un reflejo palpable en la situación económica de la Ciudad de Buenos Aires, según el INDEC, el 10% más rico gana 77,7 veces más que el 10% más pobre.
Persisten graves problemas de desocupación que asciende al 9% (145.000 personas) y al 10,6% los subocupados (172.000 personas). Esto a pesar de que los planes asistenciales de 150 y 200 pesos son considerados como trabajo genuino.
Los que trabajan, tienen como salario promedio $850 (la canasta de pobreza). Se mantienen miles de trabajadores tercerizados y precarizados en la administración pública y las empresas privatizadas. Siguen los talleres clandestinos donde se esclaviza a bolivianos y argentinos. Así crece la economía, a costa de más súperexplotación y mano de obra barata.
Se agravó el problema de la vivienda. Hay alrededor de 150 mil personas sin techo, y otras 150 mil viven en villas y asentamientos, no hay construcción de viviendas populares.
Las familias de asalariados y sectores medios sin vivienda propia, son azotadas por alquileres que se llevan más de la mitad del salario, sin contar las expensas y los impuestos. No tienen acceso al crédito ni ayuda del gobierno que sostiene una política en favor de los monopolios del negocio inmobiliario que llevó el valor del metro cuadrado a más de 4.000 dólares en algunos barrios.
En 85 días –tiempo record– se construyó el estadio para la Copa Davis, mientras aún no construyen las viviendas de los que perdieron todo en el incendio intencional de “Villa Cartón” en AU7. Miles de personas viven en la contaminación más terrible a orillas del Riachuelo. El gobierno de la ciudad sólo “emparcha” y Kirchner hace propaganda con obras de saneamiento que consisten en llevar las cloacas al Río de La Plata, que ya es uno de los 7 más contaminados del mundo, pateando el problema para dentro de 5 años.
La salud está colapsada. La larga espera para los turnos y la gran cantidad de reprogramaciones en los 33 hospitales de la Ciudad, obedecen principalmente a la falta de personal y de camas y al deterioro de los quirófanos y equipos y a la creciente demanda producto del encarecimiento de la salud privada. Hace más de 2 años que está aprobada la construcción del hospital de Lugano, Soldati y Riachuelo pero no se ejecutan las obras hasta el día de hoy.
Ha aumentado un 500% el consumo de “Paco” en las villas y barriadas del área metropolitana y también ha aumentado el consumo de drogas entre los estudiantes secundarios y universitarios. Hoy la lucha contra este flagelo, recae exclusivamente en los padres y ONGs. Recién ahora en la Ciudad se inauguró un centro de rehabilitación para adictos al “paco”, pero mientras no haya una política que ataque las causas que provocan el consumo, solo será propaganda electoral.
Se mantiene bajísimo el presupuesto para la educación pública. Esto se expresa en el deterioro edilicio, insuficiente cantidad de becas y en los bajos salarios de los docentes, que tienen que cubrir un máximo de horas, afectando directamente la calidad de la educación. Estas son las razones por la que se ha declarado la emergencia en la Ciudad.
Continuismo en la Ciudad
Filmus, Ibarra y Telerman se llenan la boca hablando contra el menemismo y las políticas neoliberales de los ‘90, pero mantienen las privatizaciones de los servicios como subterráneos, la recolección de residuos, etc. y los subsidios a los grandes concesionarios. Favoreciendo a grandes monopolios como Telefónica y Telecom, Roggio, Macri, Eurnekian, IRSA, Alan Faena, entre otros.
Los sucesivos gobiernos como el de Grosso, De la Rúa, Olivera, Ibarra y Telerman, para sostener esta política, han pactado y protegido a las mafias y los punteros de los barrios y a jerarcas como Genta y Datarmini, verdaderos traidores enquistados hace más de 30 años en el gremio municipal.
El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires propone un plebiscito para el traspaso de la policía al ámbito de la Ciudad con el argumento de mejorar la seguridad pública, pero al igual que el resto de los candidatos, el verdadero objetivo es preservar estas políticas que criminalizan la pobreza y la juventud. Por otra parte son harto conocidas las vinculaciones de la policía con las mafias delictivas. Estas mismas políticas son las que impulsan el turismo cinco estrellas en la Ciudad, alientan el juego, la prostitución y la droga.
Una realidad, un camino vigente
El Argentinazo de diciembre del 2001 marca un antes y un después en la Ciudad de Buenos Aires. El pueblo recuperó el protagonismo de gestas históricas como la Reconquista de Buenos Aires, la de la Revolución de Mayo y el Primer Gobierno Patrio, la Revolución del Parque, la del 17 de octubre de 1945, para mencionar sólo algunas.
La recuperación y puesta en funcionamiento de empresas como Brukman, Hotel Bauen, Grisinópolis, Tandanor, Imprenta Chilavert, entre otras, por sus trabajadores, que en el medio de la crisis tomaron en sus manos la producción, impidieron el cierre de importantes fuentes de trabajo.
Fue la lucha de los trabajadores del subte la que impuso las 6 horas de trabajo, conquistó el salario acorde a la canasta familiar y terminó con la tercerización y precarización de miles de sus trabajadores.
Los telefónicos recuperaron la jornada de 7 horas y desnudaron las condiciones de superexplotación de los jóvenes trabajadores de los call center y de las contratistas, con las que estos monopolios obtienen fabulosas ganancias.
La lucha de los familiares de los pibes de Cromañón y el pueblo solidario que enfrentó la corrupción de Estado, clamó por justicia e impuso la destitución de Ibarra como principal responsable.
La histórica lucha de los trabajadores y trabajadoras del Hospital Garrahan, por un salario igual a la canasta familiar concitó la solidaridad de todo el pueblo e incentivó la lucha de los trabajadores de muchos hospitales del GCBA.
Los trabajadores y trabajadoras del Hospital Francés con su lucha por mantener su fuente de trabajo, enfrentaron y desenmascararon a las patotas del gobierno nacional y lograron el compromiso de su incorporación al PAMI.
Los jóvenes empleados de comercio que se plantaron contra el trabajo dominical a que son sometidos por las grandes cadenas de supermercados y enfrentaron al traidor de Cavalieri.
La lucha de los estudiantes universitarios por la democratización de la UBA y mayor presupuesto, enfrentó a las patotas del gobierno. Fue sólo con la intervención policial, la violación de los estatutos y el apoyo del ministro Filmus que pudieron imponer un rector kirchnerista.
Los cacerolazos y cortes de calles que se hicieron oír nuevamente por los cortes de luz y agua en varios barrios de la Ciudad.
¡A esto se refiere Kirchner cuando dice que todavía no salimos del “infierno”!
Hoy, no estamos sumergidos en medio de la crisis como entonces, pero los sectores dominantes y el gobierno no pueden borrar la experiencia histórica de nuestro pueblo, las enseñanzas del levantamiento popular del 2001.
Desde entonces trabajan denodadamente por restablecer la gobernabilidad y la confianza del pueblo en las instituciones del sistema, incluidas las elecciones manejadas desde los medios de comunicación y los grandes grupos económicos. Pero la Cámara de Diputados casi vacía, a la hora de tratar la nulidad de los indultos a los genocidas mientras Julio López sigue desaparecido muestra una ves más porqué sigue vigente el camino del Argentinazo.
La lucha popular encabezada por los familiares de Cromañón que desembocó en la destitución de Ibarra provocó una crisis política sin precedentes y dejó a Kirchner sin candidato en la Capital Federal.
El gobierno de Telerman, que nació de esa crisis, es un gobierno heterogéneo e inestable en una Ciudad donde se libra una dura lucha de los sectores dominantes enfrentados en el orden nacional.
Telerman precipitó las elecciones, buscando ser aceptado por el gobierno nacional, como candidato del oficialismo frente a Macri. Pero no logró que Néstor Kirchner bajara la candidatura de Filmus.
Filmus, hoy ministro de Educación, que fuera parte del equipo menemista con Susana Decibe, lleva de vicejefe de Gobierno al banquero Carlos Heller. Este, financista de “Alegre Construcciones” durante la dictadura de las obras contratadas por Cacciatore, fue defensor del nefasto corralito aplicado por Cavallo. Ibarra llama a votar por Filmus para ser legislador por la ciudad a cambio de impunidad.
Enfrentarán el “centro derecha” encabezado por Macri. Este pertenece al grupo económico que encabeza su padre, Franco Macri, que hizo enormes negociados con todos los gobiernos y hoy preside una de las Cámaras de Comercio Argentina-China y es uno de los grandes beneficiados de la política K con la concesión del Ferrocarril Belgrano Cargas.
El ARI selló el acuerdo con Telerman en la figura de Enrique Olivera como vicejefe de Gobierno, quién fuera vice de De La Rúa en la Ciudad y luego jefe de Gobierno, y Patricia Bullrich, ex ministra de Trabajo del gobierno de la Alianza, va como candidata a legisladora. Telerman se aleja aún más de Kirchner para forzar una segunda vuelta con Macri. Así se volvió a sacudir el tablero político en la Ciudad entre los sectores de las clases dominantes.
¡Nada puede esperar el pueblo de estos reagrupamientos!
Por otro lado, lamentablemente, sectores populares y de izquierda entran en la trampa electoral de los que quieren recomponer las instituciones presentando fórmulas y buscando un lugar en la Legislatura.
Pero la gigantesca movilización de los docentes junto al pueblo en repudio al asesinato del docente Carlos Fuentealba en todo el país, la lucha en Santa Cruz, Neuquén, Salta y Tierra del Fuego junto a otros trabajadores estatales y privados que enfrentan y hacen peligrar los topes salariales en las paritarias, demuestra que no nos encaminamos a un remanso, sino por el contrario, marcan un nuevo momento en el auge de luchas de las masas, ratificando que las brasas del Argentinazo siguen encendidas.
La experiencia de los últimos años, ha demostrado que sólo con la lucha y la más amplia unidad se pueden lograr conquistas para el pueblo. Por ellos trabajamos por el reagrupamiento de las fuerzas populares, patrióticas y democráticas. Con el objetivo fundamental de impulsar la lucha desde los centros decisivos del movimiento obrero y asalariados frente a la política kirchnerista. Las masivas movilizaciones de los 24 de Marzo, 20 de Diciembre, las movilizaciones por la aparición con vida de Julio López, y todas las luchas expuestas más arriba, demuestran que es posible unir a la mayoría del pueblo.
Hoy más que nunca necesitamos unirnos en la lucha por:
> Romper los topes salariales del 15% que quieren imponer el gobierno, las patronales y los jerarcas sindicales y lograr un salario básico igual al costo de la canasta familiar, y terminar con el trabajo en negro.
> Por un plan de viviendas populares para terminar con la especulación inmobiliaria y que dé trabajo a los desocupados.
> Para terminar con la persecución judicial a los trabajadores del Hospital Francés y demás luchadores populares procesados, por la aparición con vida de Julio López y la anulación de los indultos a los genocidas de la dictadura.
> Cárcel a Ibarra y demás responsables políticos y materiales de la masacre de Cromañón.
> Esa unidad debe expresarse en un gran frente popular que el 3 de junio impulse miles de votos en blanco, nulos y abstenciones que marquen el rechazo a la política de las clases dominantes en la Ciudad para avanzar hacia la liberación nacional y social por el camino del Argentinazo.
Partido Comunista Revolucionario-Capital Federal
