En el marco del “establecimiento de una alianza estratégica conjunta con el fin de desarrollar y construir reactores nucleares en América Latina”, Cristina Kirchner, en su última visita a China, firmó la compra llave en mano de un reactor nuclear con tecnología que compite con procesos de desarrollo actuales en el país. Relegando al reactor de diseño íntegramente nacional Carem (Central Argentina de Reactores Modulares) a un segundo plano.
En el área nuclear no se esperaba la compra llave en mano de una quinta central argentina. El acuerdo considera la puesta en marcha de esta central para el año 2024. ¿Por qué tanto apuro? ¿Por qué comprar llave en mano una tecnología que se está desarrollando en la Argentina y en CNEA en este momento?
El reactor Carem es el proyecto de reactor nuclear para generar energía eléctrica de diseño íntegramente nacional. En el año 2006 y mediante el decreto 1.085 se reflotó su proyecto con el cual Argentina lograría al menos dos objetivos: a) poner en funcionamiento el primer reactor de diseño nacional que provea de energía eléctrica (Atucha y Embalse son de diseño alemán y canadiense respectivamente) y b) abrir la línea tecnológica que emplea uranio enriquecido como combustible -agua liviana como moderador, y utiliza un recipiente de presión como principal elemento estructural del reactor. En la industria nuclear a estos reactores se los denomina PWR.
¿Qué se compra?
La compra llave en mano realizada a los chinos corresponde a la quinta gran planta nuclear de la Argentina; será Atucha IV. Se trata de un reactor de 1.000 MW con tecnología PWR. Denominado ACP-1.000, usa uranio enriquecido y agua liviana (es decir, no usa el agua pesada que se produce en la PIAP de Arroyito Neuquén). El modelo ACP-1.000 costará unos 7.000 millones de dólares que Argentina le compraría a la Corporación Nuclear de China (CNNC).
El 5 de febrero el sitio de noticias de los monopolios de la industria nuclear aclara: éste sería el primer paso para que “China se posicione como exportador de la tecnología a otros países de la región”
(www.world-nuclear-news.org).
Con esta compra de apuro además de forjar un eslabón más de la nueva dependencia con China se pone fuera de carrera al reactor de diseño nacional Carem.
¿A quién sirve la compra
de un PWR a China?
Funcionarios del gobierno fundamentan la compra llave en mano a los chinos para la quinta central desde la necesidad de abrir la línea PWR en Argentina. Si esto fuera así, ¿en qué queda el proyecto emblema de la CNEA: el Carem?
La necesidad de la compra llave en mano a China de un PWR (uranio enriquecido-agua liviana con recipiente de presión) es justamente de China. Un paso más para su penetración política y económica en Argentina. Y usando a ésta para avanzar con sus reactores nucleares en todo el continente.
La política del gobierno nacional nos encamina a una decisión que va a consolidar la dependencia tecnológica al comprar una central de tecnología nueva para el país dejando fuera de carrera al reactor de diseño nacional Carem. Profundizando un rol secundario para la institución pública CNEA para privilegiar la relación con los “emprendedores” privados como Electroingeniería.
Con esta decisión apresurada y a medida de las necesidades del imperialismo de China, el gobierno de Cristina Kirchner remacha su “acuerdo de asociación estratégica integral” y afirma la perspectiva del reactor Carem como PWR de diseño nacional: un reactor de papel. Letras de molde para la prensa oficial.