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11 de September de 2024

De un texto de Otto Vargas, primer secretario general del PCR

“El que no investiga no tiene derecho a hablar”

Reproducimos extractos de la primera parte del trabajo de Otto Vargas, nuestro primer secretario general del PCR, titulado “Los Ignorados. Investigación sobre la existencia de campesinos pobres y medios en la Pampa Húmeda”. Editorial Ágora, segunda edición, 2021.

Sobre el problema de la investigación es útil recordar una opinión del camarada Mao Tsetung… Ustedes conocen que en el Partido Comunista de China hubo una lucha de muchos años contra una tendencia doctrinaria que trataba de aplicar mecánicamente a China la línea de la Internacional Comunista, y rechazaba todo lo que era investigación concreta para tratar de integrar el marxismo con la realidad de la revolución china; realidad que era muy diferente a la de la revolución rusa, o a la de otras revoluciones. En esas polémicas el camarada Mao, en el Prefacio y Epílogo a Investigaciones rurales dijo: “… toda persona que se encargue de un trabajo práctico debe investigar las condiciones en la base. Semejante investigación se hace especialmente necesaria para quienes tienen sólo conocimientos teóricos y no se hallan al corriente de las condiciones reales; sin hacerla, no podrán vincular la teoría con la práctica. ‘Quien no ha investigado no tiene derecho a opinar’ (subrayado de O.V.). Aunque esta afirmación ha sido ridiculizada como ’empirismo estrecho’, hasta la fecha no me arrepiento de haberla hecho; al contrario, sigo insistiendo en que sin haber investigado nadie puede tener derecho a opinar. Hay muchos que, ‘apenas descienden de su carroza’, comienzan a vociferar, a lanzar opiniones, criticando esto y censurando aquello; pero, en los hechos, de cada diez personas así, diez fracasan, porque sus comentarios o críticas, que no están fundamentados en una investigación minuciosa, no son más que charlatanería. Innumerables son los daños que han causado a nuestro partido semejantes ‘enviados imperiales’, a los que encontramos aquí y allá, casi en todas partes (Mao se está refiriendo aquí a los enviados de la Internacional o a los miembros de la dirección del Partido que aplicaban mecánicamente las instrucciones de la Internacional Comunista, O. V.)…

 

El materialismo dialéctico ¿Cómo investigar?

En primer lugar, nosotros somos materialistas; es decir, partimos de que la materia, el mundo exterior, es independiente de la conciencia y de la experiencia; la conciencia es un reflejo de ese mundo exterior. Uso esa palabra “reflejo” (que suscita el rechazo de muchos filósofos y psicólogos), porque es la única que permite expresar con justeza aproximada la relación entre la materia, es decir, la realidad objetiva que existe fuera de la conciencia del hombre y con independencia de ella, y la imagen subjetiva de esta realidad. Tenemos que diferenciar la realidad de la idea que nosotros tenemos de ella; y comprender que el reflejo de la realidad en nuestra conciencia no se da de un modo inmediato y simple sino como resultado de un proceso complejo de confrontación, a través de la práctica social, entre el mundo objetivo y nuestra imagen subjetiva.

Tenemos que tomar a la naturaleza tal como es. Esto tiene importancia incluso en cómo se transmiten las informaciones en el Partido; porque a veces se dice sobre lo que está pasando en tal lugar: “allí está pasando tal cosa”, pero no se dice lo que está pasando; se dice lo que el camarada cree que está pasando…

En segundo lugar, nosotros consideramos que todo en la naturaleza y la sociedad está en estado de permanente movimiento. De nacimiento y de muerte. De cambios incesantes. Es decir, somos dialécticos. Entendemos que todo se desarrolla de lo inferior a lo superior, de chico a grande; que el movimiento está impulsado por las contradicciones internas, contenidas en la esencia misma de los objetos y los procesos; es decir, que lo fundamental son las causas internas y no las externas. Concebimos el cambio como un proceso de transformación de la cantidad en calidad a través de saltos y no evolutivo; en ruptura con las concepciones reformistas revisionistas, con la concepción evolucionista propia del reformismo, que usa siempre la palabra transformación; palabra que usan mucho el alfonsinismo, los teóricos del P”C” y de la socialdemocracia, quienes solamente ven lo cuantitativo y no lo cualitativo; se oponen y consiguientemente no ven los cambios a través de saltos. Sin embargo, todo en la vida, en la naturaleza, se desarrolla a través de este proceso de cambio de la cantidad en calidad, desde el agua que a partir de determinado calor hierve y se transforma en vapor, o se congela y se transforma en hielo. La vida por ejemplo, que va pasando por distintas etapas o fases, desde la niñez a la pubertad, adolescencia, madurez, vejez y muerte; y esto es inexorable. Todo está en proceso de cambio y de desarrollo permanente.

La unidad de los contrarios es condicional, relativa y temporal. Lo absoluto es la lucha de contrarios que se excluyen recíprocamente. Esto es lo que hace del marxismo-leninismo la única doctrina verdaderamente revolucionaria, porque considera absolutamente todo, incluido el propio marxismo e incluido el comunismo por el que luchamos como una fase que va a ser superada y dejada atrás por un desarrollo incesante de la humanidad hacia adelante. Por lo tanto todas son estaciones de tránsito para el marxismo, y ninguna es estación de llegada. Esto es lo que hace del marxismo la única teoría revolucionaria de transformación de la sociedad. Para la dialéctica marxista “en la naturaleza y en la sociedad todos los límites son condicionales y móviles… no existe un solo fenómeno que no pueda transformarse, en determinadas condiciones, en su opuesto. Una guerra nacional puede transformarse en imperialista y viceversa”.3…

Nosotros partimos del enfoque dialéctico de que todo en la naturaleza está regido por el principio de la unidad y la lucha de los contrarios, y consideramos a la dialéctica como el estudio de la contradicción en la esencia misma de los objetos. Antes di un ejemplo, al pasar, del agua que hierve a una determinada temperatura; pero el agua hierve porque tiene determinadas características internas, propias de ella, que la hacen hervir.

Como dice Mao, así como el calor permite transformar el huevo en pollo, el calor no transforma la piedra en pollo, ni a la piedra en vapor de agua. Esto es fundamental. Por lo tanto nosotros debemos estudiar la contradicción en la esencia misma de los objetos; teniendo presente que la contradicción existe en el desarrollo de toda cosa… Siempre que hay una relación hay una contradicción. Por ejemplo, en una escuela hay una contradicción entre los alumnos y el profesor. Un matrimonio no es una relación de dos personas que están unidas porque todo es común; es al revés, es una relación entre dos personas, obviamente, diferentes; por lo tanto es una relación contradictoria.

Todo debe ser enfocado a partir de que toda relación, en sí misma, encierra una contradicción. Lo mismo una célula partidaria de tres personas implica una contradicción. Por lo tanto, el problema está en cómo enfocamos nosotros esa contradicción objetiva para resolverla. Porque es distinto el método que tenemos que aplicar para resolver una contradicción en la célula que para resolver una contradicción con el enemigo, etc.; cuestión que hace a otro aspecto que estudiarán en filosofía posteriormente. Quiero dejar afirmado que en toda relación existe una contradicción y que hay que tratar de establecer cuál es el elemento principal y cuál el secundario, y cuáles son los métodos específicos de resolución de cada contradicción particular.

Desdoblar la unidad y conocer sus partes contradictorias, he aquí el fondo, la esencia de la dialéctica, decía Lenin. Al concebir el desarrollo como una unidad de contrarios nuestra atención va a la fuente de la “auto”dinámica de ese desarrollo y deja de trasladarlo al exterior (a Dios o algo semejante).

En tercer lugar, tenemos que considerar todo el conjunto de las múltiples relaciones de cada cosa con todas las demás. Ningún proceso se da en forma aislada, sino que se desarrolla a partir de contradicciones internas y en relación con otros procesos que lo condicionan. Estas relaciones, como hemos visto, son también contradicciones. O sea que al analizar una cosa o al estudiar un fenómeno tenemos que tener en cuenta todo el proceso de su desarrollo y sus múltiples conexiones con las otras cosas y fenómenos.

En cuarto lugar, nosotros consideramos que sólo la práctica social permite tener ideas correctas. Por práctica social entendemos la práctica en la producción, la práctica en la lucha de clases y la práctica en la experimentación científica. Sólo la práctica puede verificar la veracidad de un conocimiento adquirido. Discutir si algo es verdad o mentira al margen de la práctica que demuestra qué es verdad o mentira es una discusión totalmente absurda, no tiene sentido. Es decir: a través de cualquiera de las tres prácticas comprobaremos la verdad, porque la práctica es el único criterio válido de verdad. Por lo tanto, para conocer hay que participar en la práctica, en la transformación de la realidad.

 

hoy N° 2026 11/09/2024