Uno de los puntos centrales de la jornada, como reflejan las informaciones que nos llegan de todo el país, fue el reclamo por la Declaración de Emergencia Nacional en violencia sexual y doméstica. Se repitieron las denuncias de decenas de casos concretos de femicidios, violencia y trata, junto a la exigencia que el Estado se haga responsable de esta situación, y que se destine presupuesto a las leyes que el pueblo con sus luchas –encabezado por los movimientos de mujeres- consiguió en estos años, como la Ley Nº 26.485 de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres. En todas las actividades se destacó la presencia de familiares de víctimas, mujeres que concurrían sin pertenecer a ninguna de las organizaciones convocantes, de la misma manera que se sumaron familias y parejas.
Hay coincidencia en resaltar que esta jornada (que conmemora el asesinato de las hermanas Mirabal en la República Dominicana en 1960), tuvo características particulares, en el año del #Niunamenos del 3 de junio, y del 30 Encuentro Nacional de Mujeres. En muchas localidades existen y se desarrollan multisectoriales de mujeres que vienen dando la pelea cotidiana, y fueron organizadoras de la jornada del 25.
Entre las múltiples actividades que los corresponsales hicieron llegar a nuestro semanario, estuvo la movilización multisectorial de Congreso a Plaza de Mayo, multitudinaria y colorida, con fuerte presencia de contingentes de la CCC, el PTP y el PCR de toda la Capital Federal y el conurbano bonaerense. Por su parte las compañeras de zonas como Quilmes-Berazategui-Varela y la Zona Sur (Avellaneda, Echeverría, Ezeiza y Lomas de Zamora), realizaron concentraciones y reclamos en sus lugares, para luego sumarse a la marcha en Capital Federal. De la provincia de Buenos Aires, consignaron marchas y concentraciones, en algunos casos muy grandes, en Bahía Blanca, La Plata, Mar del Plata y San Nicolás. La mayoría de estas actividades tuvo carácter multisectorial, unificando a un amplio arco de organizaciones de mujeres, sociales, estudiantiles y políticas. En algunos lugares como Mar del Plata participaron agrupaciones kirchneristas. En muchos otros se repudió el intento de funcionarios K de utilizar la jornada, tratando de borrar la responsabilidad de su gobierno.
Un reclamo nacional
La movilización, como ya había sucedido el 3 de junio, se replicó en todas las provincias. En varias localidades fue convocado como un segundo #niunamenos y hubo explícitas advertencias al gobierno de Macri, con expresiones como “Gobierne quien gobierne, exigimos Emergencia Nacional Ya”.
En algunos casos, como Corrientes, se denunció el incumplimiento de la ley provincial de emergencia. En la capital de Jujuy hubo más de mil personas en la calle, y se repudió la sanción del Colegio de Abogados a la abogada Mariana Vargas. Neuquén es otra de las provincias donde se reclamó la inmediata declaración de emergencia en violencia, presentada en 2012, y reivindicaron la tarea de formación para agentes de prevención en violencia. En la provincia de Río Negro nuestros corresponsales informan de marchas en Cipolletti y Roca, con escraches a comisarías y actividades artísticas.
En Salta desde el Frente de Mujeres se denunció que “sólo en el Distrito Centro se reciben alrededor de 100 denuncias diarias” y que ninguno de de los candidatos que fueron al balotaje incluyeron en sus campañas programa alguno para luchar y erradicar la violencia contra las mujeres, ni abordaron la problemática del aborto.
En la provincia de Santa Fe hubo una multitudinaria marcha en Rosario (8.000 personas según sus organizadores) que en un documento, además de los reclamos nacionales, plantearon el tratamiento “de la Ley de licencia laboral por violencia de género. Sanción de la Ley Brisa, que otorgue reparación económica y asistencia sanitaria a los hijos e hijas de mujeres víctimas de femicidios”. Tampoco en otras ciudades de la provincia se dejó pasar por alto este día, como en Villa Gdor. Gálvez, San Lorenzo, Santa Fe y San Javier.
En Santiago del Estero fueron más de mil las mujeres movilizadas en la capital, y se denunciaron casos emblemáticos de femicidio y complicidad estatal como el del reincidente Federico Guardo, quien quedó libre tras dos femicidios y cometió un tercero. “Quizás tuvo que ver su pertenencia a una familia con relaciones con el poder”. Se denunció, al igual que en otras provincias “el agravamiento de los casos de crímenes por transfobia, lesbofobia y homofobia”.
En San Miguel de Tucumán fueron cerca de 4.000 las mujeres que marcharon, encabezadas por familiares de mujeres víctimas de femicidio que concurrieron desde sus barrios con sus carteles y pancartas pidiendo justicia. Durante todo el día realizó una intensa propaganda la Casa de las Mujeres Norma Nassif.