El sábado 3/12, nos juntamos ocupados de la Corriente Clasista y Combativa de la Zona Sur del Gran Buenos Aires en el sindicato de Municipales de Esteban Echeverría.
Asistimos compañeros metalúrgicos, de la alimentación, gráficos, del neumático, del plástico, curtidores, de bebidas, estatales provinciales, textiles, ferroviarios, de comercio, correo, docentes y municipales.
El sábado 3/12, nos juntamos ocupados de la Corriente Clasista y Combativa de la Zona Sur del Gran Buenos Aires en el sindicato de Municipales de Esteban Echeverría.
Asistimos compañeros metalúrgicos, de la alimentación, gráficos, del neumático, del plástico, curtidores, de bebidas, estatales provinciales, textiles, ferroviarios, de comercio, correo, docentes y municipales.
Después de la apertura debatimos en dos comisiones e intercambiamos las diferentes situaciones que vivimos los trabajadores. Cómo en los últimos años nos fueron queriendo quitar conquistas. Hoy, con la reforma laboral, el gobierno de Macri quiere avanzar más, quiere legalizar las peores condiciones de trabajo y superexplotación que existen en algunas fábricas. Nos miente diciendo que la falta de trabajo es porque tenemos que ser más “competitivos”, “adaptarnos al mundo”, cuando fueron las medidas de apertura económica de este gobierno las que más golpearon la generación de trabajo. Lo que necesitan es flexibilizarnos más, sacarnos las horas extras, reducir salarios, poder despedir a los trabajadores con más antigüedad con una indemnización mucho más “barata” que la de hoy, para garantizarles las ganancias a los grandes monopolios. Los delegados y dirigentes que no enfrenten esto, van a pagar las consecuencias, porque los trabajadores argentinos no nos regalamos.
Algo que se repite en todos lados es la tercerización y el personal contratado “eventual” permanente, utilizando esto para echarnos cuando la empresa necesite, sin pagar indemnización. Con las pasantías de las escuelas técnicas están utilizando a los estudiantes como mano de obra gratis para reemplazar mano de obra calificada “más cara”. Para poder hacer todo esto utilizan la amenaza de quedar desocupados. Y en muchos casos, los que tenemos la suerte de tener trabajo, somos el único sostén permanente de la familia.
Concluimos que tenemos que estar en contra de toda reforma laboral que quiera hacer este gobierno. La movilización unitaria del 29/11 al Congreso contra la reforma nos dio aire, e hizo dar un paso atrás al gobierno. Pero sabemos que no se van a quedar quietos y por eso tenemos que reagrupar y tener agrupaciones que nos permitan empujar desde abajo la lucha.
