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05 de November de 2014

¡En Agmer, votamos Rojo y Negro!

Elecciones docentes en Entre Ríos

 Más de 27.000 docentes entrerrianos afiliados a Agmer están habilitados a concurrir a las urnas este jueves 6 de noviembre para elegir las próximas conducciones gremiales a nivel provincial, departamental y de filiales. La agrupación Rojo y Negro 1º de Mayo buscará recuperar para los trabajadores de la educación un sindicato que hoy está, casi sin disimulo, con la preocupación excluyente de oficiar de comparsa en la candidatura presidencial del gobernador de la provincia.
La conducción de Agmer, en manos del frente Integración (hegemonizado por la tradicional lista Celeste) no ha escatimado esfuerzos en poner al gremio al servicio de las necesidades del gobernador y sus políticas de ajuste. La reforma impositiva antiprogresiva y antipopular de diciembre de 2013 (cuando la provincia se incendiaba por el levantamiento policial y las luchas sindicales de trabajadores públicos y de distintas empresas privadas) fue quizá el ejemplo más paradigmático. Mientras las seccionales conducidas por la agrupación Rojo y Negro estaban movilizándose en la puerta de Casa de Gobierno, los dirigentes “celestes” de Agmer impulsaban la reforma y la aplaudían como una “conquista de los trabajadores”. Conquista difícil de explicar para la profesora que pasó de pagar 90 pesos de impuesto por su moto básica (necesaria para cubrir las siete escuelas en las que reparte su carga horaria) a pagar más de 200; mientras los bancos (supuesto objetivo del “impuestazo”) no fueron ni despeinados por la ley bandera del doble discurso “federal y popular”.
Hoy los docentes entrerrianos continúan en el piso de la escala salarial a nivel nacional. Se han ganado batallas, cuando las luchas fueron unitarias y “arrancadas” por las bases, con el acompañamiento de dirigentes que no traicionaron, como la que permitió la no derogación de la ley provincial de jubilaciones 8732 (con cuya modificación el gobierno provincial buscaba borrar de un plumazo el 82% móvil y agregar años de aportes obligatorios). Roque Santana, secretario de jubilados de Agmer por la minoría (Rojo y Negro) fue elegido como candidato a secretario general de Agmer justamente por su claridad, coherencia y entereza a la hora de constituirse (incluso cuando muchos otros dirigentes hacían la plancha o parecían estar escondidos debajo de las frazadas) como un referente y vocero persistente de esta pelea. Cuando el gobierno buscaba calmar las aguas para que la reforma pasara en silencio -como en enero de este año- el grito Rojo y Negro sacudió el avispero y, entre marchas, asambleas y acampes, la reforma reaccionaria y “silenciosa” debió ser, al menos, postergada hasta nuevo aviso.
No es una elección más: el principal gremio entrerriano elige sus candidatos en la provincia del gobernador que gobierna con los ojos puestos en la Casa Rosada y en sus propias necesidades coyunturales, más que en las del pueblo que dice representar. Si sus cómplices o aliados seguirán al frente del sindicato, o si pasarán a conducirlo quienes sólo prometen -ni más ni menos- hacerlo con el oído puesto en las asambleas escolares; no es una definición menor.
El jueves 6 de noviembre los docentes de Agmer votan y más de un funcionario, de esos expertos en “ningunear” los reclamos salariales, laborales y pedagógicos de la docencia entrerriana, estarán con la atención puesta en lo que las urnas expresen. El crecimiento de la agrupación Rojo y Negro en departamentos en los que venía rezagada -como Feliciano, La Paz, Nogoyá, Gualeguaychú y Gualeguay- parece indicar que existen posibilidades de que en la Casa Gris el jueves a la noche se lleven una sorpresa. Y no precisamente una agradable para sus pretensiones.