La lucha de los trabajadores de la educación por la recomposición salarial no es solo un problema de salario, sino que hace a la concepción que como proyecto de provincia y país tenemos de la educación.
La lucha de los trabajadores de la educación por la recomposición salarial no es solo un problema de salario, sino que hace a la concepción que como proyecto de provincia y país tenemos de la educación.
Creemos que la avanzada del gobierno nacional eliminando las paritarias nacionales, la referencia obligada de las discusiones paritarias provinciales, se enmarca en un avance sobre los derechos obreros mucho más grande y peligroso que la discusión salarial, y que tiene como centro una política de quita de derechos de los trabajadores.
Ni un “error” ha cometido Macri a favor del pueblo, y vemos con preocupación que el gobierno de la provincia se somete a esa política, avalando algunas cifras que dan como las únicas posibles de discutir desde el gobierno nacional.
El año pasado los docentes calculan que perdieron entre un 12 y un 20% de su salario, y más allá del relato macrista vemos que los aumentos de precios no cesan y que incluso tienen las mismas prácticas del kirchnerismo manipulando estadísticas como cuando sacan el costo de la electricidad de las mediciones del costo de vida del Indec, para decir que la inflación baja.
La pregunta que se impone ante la protesta docente no es que porcentaje de aumento debe discutirse en estas paritarias, sino una mucho más básica y que corre para el conjunto de los trabajadores: ¿Cuánto necesita un trabajador para vivir?
Cifras que van desde el 17 % de aumento hasta el 25% en comparación con el año pasado no tienen en cuenta el retraso que denuncian los docentes en torno a los aumentos y por sobre todo no tienen en cuenta cuanto se necesita para cubrir los gastos de una familia y no solo contentarse con sobrepasar apenas la línea de la pobreza.
Finalmente creemos que más allá de las operaciones mediáticas, utilizando incluso elementos de la inteligencia vinculados a la dictadura como el tuitero que impulsa los “docentes voluntarios”, primará en la comunidad educativa un fuerte apoyo al reclamo docente, que no es muy distante del reclamo que realizará el conjunto de los trabajadores argentinos el próximo 7 de marzo en la jornada nacional de protesta convocada por las principales centrales obreras del país.
