Fuimos millones en la ciudad de Buenos Aires. La lluvia, el viento y el frío no impidieron que la ciudad se inunde de esta oleada verde. Jóvenes, mayores y centenares de miles de adolescentes, todas portando orgullosas el pañuelo verde, reclamando a los cuatro vientos: educación sexual para decidir; anticonceptivos gratuitos para no abortar; aborto legal, seguro y gratuito para no morir.
Hubo expresiones a lo largo y ancho del país, movilizaciones multitudinarias, pañuelazos, etc., trascendiendo nuestras fronteras con movidas en toda América, principalmente América Latina, y en varias capitales del mundo.
El gobierno de Mauricio Macri y su vicepresidenta Michetti, así como el presidente del Senado Pinedo, son los principales responsables de que no haya salido ésta media sanción. Maniobraron desde el principio para oponerse a esta ley, financiaron a sectores antiderechos.
El Senado no estuvo a la altura de la situación, quedó en la vereda opuesta a las necesidades de las mujeres. El Senado votó para que todo siga igual, pero ya no hay marcha atrás. Ahora quieren “despenalizar al aborto” pretendiendo conformarnos, pero las mujeres no vamos a bajar los brazos hasta que el aborto legal, seguro y gratuito sea ley.
Fueron meses de movilizaciones inmensas a lo largo y ancho del país: pañuelazos, martes y miércoles verdes, múltiples actividades e iniciativas, charlas, mesas debates, mateadas, reuniones, etc.
Con dos vigilias en nuestro haber, con millones de personas movilizadas en las inmediaciones del Congreso y miles en todo el país. Esta marea verde no existiría si no hubieran existido los 32 Encuentros Nacionales de Mujeres, y la Campaña por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito que nació en estos ENM. A la legalización del aborto la transformamos en un reclamo federal. Y se ganaron cientos de miles de jóvenes levantando ésta bandera.
Las mujeres ganamos. Ganamos en las calles y fue ley. Ganamos porque hicimos vibrar al mundo. Ganamos porque hubo un mar inmenso de voces e inundamos calles, plazas, nos multiplicamos.
Ganamos porque logramos meter en el centro de la escena política un tema tan profundo, tan oculto cómo lo es el aborto. La sociedad tuvo que hablar y tomar posición: el aborto es legal o clandestino. Seguiremos planteando que es un tema de salud pública, porque se podrían haber evitado las graves consecuencias del aborto clandestino.
También es un tema de clase, porque las que mueren son aquellas que no pueden pagar una clínica privada, y esas son las pobres. Seguiremos planteando: educación sexual integral para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal seguro y gratuito para no morir. Seguiremos planteando que la legalización del aborto es una conquista pendiente que tenemos las mujeres.
Ganamos porque logramos llegar al Congreso con este proyecto que impulsó la Campaña por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito. Ganamos porque desbordamos fronteras y hubo un océano de mujeres con rebeldía y autonomía. Nos apoyaron mujeres de Kurdistán, Chile, Italia, EEUU, México, Bolivia, Ecuador, Brasil, España, Perú, Uruguay, Paraguay…
Esta llama se encendió y este fuego nadie lo podrá apagar, porque cuando una parte de los oprimidos y en este caso las mujeres, decide luchar por sus derechos no hay vuelta atrás. ¡Sin ninguna duda, será ley, más temprano que tarde será ley!
Escribe María Rosario
Hoy N° 1730 15/08/2018
