Augusta Caballero, del Departamento Mujer del Movimiento Popular Revolucionario Paraguay Pyahurá (MPRPP), nos dijo porqué el Día de la madre es un día de lucha: “Yo quisiera hablarte del día de las madres en mi país, que se conmemora el 15 de mayo. Ese día hemos hecho una denuncia, nuevamente, sobre la situación en la que estamos las madres, recordando que el 15 de mayo del 2005 habíamos hecho una gran movilización de mujeres. Llegamos a Asunción, la capital, para exigir por la gratuidad de la salud materno-infantil. Ese día, feriado, hicimos abrir la puerta del Ministerio de Salud y ¿qué fue lo que hizo sacar a las mamás de su casa? Madres con sus chiquitos y otras con sus hijos esperando en la casa. Nos hizo salir la idea de que las madres no tenemos nada que festejar por la situación de miseria y pobreza que estamos viviendo.
A cinco años de esa marcha, hemos hecho una evaluación de cómo estamos hoy, y la situación ha empeorado. Este nuevo gobierno había inyectado esperanza en muchas madres, después de 60 años de gobierno del Partido Colorado, había expectativas. Pero nuestra evaluación dio que ha aumentado la pobreza y ha empeorado la situación de las madres.
El 15 de mayo del 2010 reflexionamos sobre nuestra realidad. Tenemos las madres obreras con bajos salarios, con trabajo infrahumano; madres sin techo; madres sin educación, sin salud, sin alimento; muchos niños y embarazadas desnutridos; sigue habiendo muertes maternas y de niños por causas evitables; siguen los hospitales colapsados. No había mucho que festejar. Fue un día más de protesta, un día más de lucha.”
Las mujeres encabezamos la marcha del campesinado pobre
Dora Flecha, del departamento Mujer del MPRPP, por su lado, nos dijo: “Yo quiero hablar de nuestra 17ª marcha del campesinado pobre, que fue un desafío inmenso para nosotras las mujeres.
Primero porque nos integramos como mujeres a esta marcha, a los preparativos, charlando con otras mujeres de nuestra comunidad. Fuimos casa por casa con nuestro slogan: por Reforma Agraria, producción nacional y por el cumplimiento de las promesas electorales. Estas actividades tienen un costo altísimo y las mujeres además de involucrarnos en todos los preparativos y en los debates políticos también nos involucramos en el financiamiento de esta marcha. El gran desafío para nosotras fue el encabezar esta marcha.
El encabezar esta marcha para nosotras no fue un regalo sino un resultado de varios años de lucha, de trabajo, de discusión. Y con esto se demostró el avance de las mujeres en todo lo que es el debate de la situación de nuestro país y la situación específica de la mujer. Y también la participación dentro de nuestras organizaciones y en la actividad política del país, confrontando con la política del Estado, luchando por la salud materno infantil, que es una de las necesidades más sentidas de las mujeres. Teniendo en cuenta la muerte materna que en nuestro país es de 240 mujeres al año; que hay 40.000 mujeres embarazadas en estado de desnutrición y que de esa situación nacen 5.000 niños prematuros anualmente. Esto nos impulsó a ir al debate con las mujeres campesinas y las mujeres pobres en general. Y esa marcha que fue específicamente de las mujeres campesinas fue el resultado del proceso de debate en relación a la situación de las mujeres en nuestro país. Se ganó con el debate abierto sobre nuestra situación, también sobre el machismo, la práctica machista, la actitud machista de nuestros compañeros… lo vamos debatiendo sinceramente.
Con este debate franco damos siempre un paso adelante y vamos logrando muchas cosas. Como la colectivización del cuidado de los niños, avances en relación a la colectivización de las tareas domésticas… lo vamos logrando de a poquito. No es una cuestión fácil, es muy difícil pero no es imposible. Es una cuestión de abrir el debate, de persistencia, de unirnos. De ver dónde está el acento del problema, dónde está la barrera principal para que la mujer cumpla su papel, para que vaya participando. Hoy podemos decir que el debate es frontal, en contra del machismo. Nuestra pelea se sintetizó en el encabezamiento de las mujeres en la marcha de campesinos pobres de este año.
Las guarderías móviles
Las guarderías también son resultado de nuestra lucha y debate. Porque son muchas las mujeres que no asistían a una actividad política por los hijos. Muchas veces éste es el problema principal para la participación de las mujeres. El cuidado de los hijos pareciera ser que es sólo de la mujer, y nosotras vamos discutiendo que debe ser una tarea más colectiva. Ante cada actividad política vamos implementando las guarderías.
Para la marcha, la guardería se hizo donde se concentraban los compañeros y compañeras, en el Seminario Metropolitano, un lugar muy grande. Armamos un espacio especialmente dedicado y preparado para los niños. Allí el cuidado de los niños estuvo a cargo de compañeros y compañeras. Las compañeras llegaban a la marcha y dejaban en la guardería a su hijo. Con esto vamos logrando que el cuidado de los hijos sea una cuestión social, logramos que esa mujer que vino a la marcha a exponer su realidad no vaya con el hijo a cuestas, que ese niño que ella tuvo que traer no sea un obstáculo para que ella desarrolle su actividad política. Esas compañeras y esos compañeros que reciben a los niños: ¿qué tienen que tener en cuenta? Que ese niño esté bien. Por eso se van especializando, de acuerdo a las edades, porque hay desde bebés que la madre lo entrega con sus pañales y vuelve a la hora de amamantarlo, hasta los más grandes tienen para pintar, para jugar. Con la implementación de guarderías en cada Congreso, en cada marcha, en cada actividad, no sólo que resolvemos la participación de las compañeras, sino que vamos debatiendo acerca de la cuestión social del cuidado de los niños. Y también vamos avanzando en que sean lugares en donde los hijos estén bien. En esto vamos aprendiendo, y nos vamos perfeccionando cada vez más. En los dos días de concentración antes de que comenzara la marcha, la guardería móvil tuvo a su cargo 280 niños de diferentes edades. Los niños jugaban, realizaban actividades, se les daba de comer. Y durante la marcha, los más grandes, los que podían marchar, marchaban con sus padres. Pusimos dos colectivos adornados con globos, afiches alusivos a la guardería, dibujos, en donde se cuidaba a los más pequeños. El encabezamiento de esta marcha fue de las compañeras, y atrás de ellas, venían los dos colectivos con las criaturas. Fue una experiencia realmente buena, y las compañeras estaban muy contentas porque pudieron desarrollar su actividad política sin ninguna preocupación, sabiendo que sus hijos estaban en buenas manos.