Hermanos, siento una enorme alegría por la presencia de todos nosotros. Venimos de lugares tan distantes del país, con mucho esfuerzo y sacrificios, para poder estar presentes en nuestro 6º encuentro. Tenemos un enorme agradecimiento a los hermanos mapuches por el trabajo de preparación del mismo. Es particularmente emocionante estar en el territorio de los grandes loncos como Sayhueke, Foyel, Inacayal, Chocori, Reuque Curra, Purran, Ñanqucheo, Casimiro, Salvutia Cual, extraordinarios políticos, militares, líderes originarios, que nos guían y de los cuales aprendemos todos los días. Sus enseñanzas son eternas.
La etapa histórica que estamos viviendo nos obliga a tomar lo mejor de nuestros próceres, como Hunte curra, Neculñanco, Andresito, Camba, Taigoyik, Anastasio Inca, Kalfukura, Sayhueque, Chocori, Foyel, Inacayal, Pincen, Purran, Arbolito, Paine Guor, Mariano Rosas, Yanquetruz, Juana Azurduy, Moreno, Castelli, Belgrano, Artigas, San Martín, y Güemes, y seguir su ejemplo de lucha revolucionaria. Para acabar con la dominación del país y abrir el camino para terminar con toda opresión social, es necesaria una unidad profunda de los originarios con el pueblo argentino, que hoy es posible.
En este gran Encuentro hablaremos de nuestras experiencias, de nuestras necesidades, nuestros aciertos, de nuestros errores. Hablaremos mucho de nuestros ancestros que pelearon junto a los criollos por la independencia de este país.
Nos une, a todos, la voluntad de romper las cadenas de la dependencia, que es la primera condición para refundar una nueva Argentina y una América Latina, en la que sea posible hacer realidad todo aquello por lo que se ha luchado durante tanto tiempo.
Esto significa que nos proponemos recuperar la tierra y el territorio que hoy tienen los grandes terratenientes en este país, que privaron de la tierra a originarios y criollos trabajadores del campo, campesinos pobres, chacareros, pequeños y medianos productores. Luchamos por recuperar la tierra de manos de los grupos económicos extranjeros: son millones de hectáreas de las mejores, de las ancestrales, de nuestras fronteras, que en muchos casos son verdaderos Estados en los que aplican sus propias leyes.
En este Encuentro hablaremos mucho sobre el genocidio silencioso que está llevando el Estado y el gobierno de Cristina Kirchner sobre nuestros niños y ancianos, sobre todos nosotros. Decimos esto porque la esencia de la política del gobierno nacional y los provinciales es la apropiación de tierras para la sojización, los negocios petroleros, la minería contaminante, la extranjerización de la tierra, la especulación inmobiliaria, los negocios turísticos, la apropiación del agua pura, por lo cual nos desalojan de nuestras tierras y nos obligan a emigrar a las grandes ciudades, sin tierra, trabajo, salud ni educación.
Este gobierno descarga las crisis económicas sobre las espaldas del pueblo y saquea nuestros recursos. El gobierno nacional quiere entregar las reservas que acumuló la Argentina con el sacrificio del conjunto del pueblo, para pagar la deuda externa ilegítima y fraudulenta, en vez de dar respuestas a las crecientes necesidades populares. Nos roban nuestros territorios y nuestras tierras ancestrales, y cada vez más tierras van a manos extranjeras. Se llevan nuestras reservas petroleras en el continente y en la parte todavía colonizada del territorio, Malvinas. Viejas y nuevas oligarquías, grupos de capital financiero y grandes terratenientes, se subordinan y son los socios nativos de esa dominación imperialista. Los gobiernos de turno son gerentes de esa dominación. Así ocurre con los Kirchner: su política carga la crisis económica y la inflación sobre los trabajadores y el conjunto del pueblo y las naciones y pueblos originarios, que además sufrimos una tremenda opresión y discriminación en la ciudad y en el campo.
Frente a esta lucha los distintos gobiernos nos responden con judicialización, represión y muerte, como fue el asesinato de los hermanos Roberto y Mario López en La Primavera, Rosmari Chura Puño, Bernardo Salgueiro y Canaveris en el Indoamericano, Carrasco, Cárdenas y Bonefoi en Bariloche, Chocobar en Tucumán, Juan José Velázquez, Félix Reyes, Ariel y Alejandro Farfan de Libertador en Jujuy, y el supuesto accidente que le costó la vida a nuestro hermano Mártires López del Chaco; hermanos que han derramado su sangre por reclamar lo que por derecho nos corresponde: nuestras tierras y territorio.
Tenemos un gobierno mentiroso, entreguista, antioriginario, antiobrero, anticampesino que se disfraza hoy de popular. Nada de eso son. Nos mienten. Siguen pagando la deuda externa y usuraria, por eso no les alcanza la montaña de plata que han juntado, por eso hacen clientelismo con los pobres. Hasta para pedir remedio y comida hay que hacer larguísimas y duras luchas. ¡No tienen vergüenza!, hablan de los pobres, y que están con el pueblo y contra la oligarquía. ¡Ellos son la oligarquía, y nos siguen mintiendo.
Estamos aquí también para hablar de nuestros más de 360 hermanos caídos en Malvinas, que enfrentaron con las armas al imperialismo inglés en defensa de la soberanía de este país, como hicieron nuestros ancestros, que lucharon codo a codo junto con los criollos contra las Invasiones Inglesas, en la Revolución de Mayo, en la lucha por la independencia de nuestro país, y durante 50 años contra la oligarquía terrateniente y su Estado.
Hoy estamos recorriendo el camino de la unidad, los originarios con el pueblo argentino, para poder recuperar un pedacito de esas tierras que nos han robado para vivir o producir, como lo han hecho ustedes recuperando un pedacito de lo tanto que nos han quitado terratenientes que son verdaderos discípulos de los Roca, Mitre, Sarmiento.
La lucha que estamos librando en todo el país los originarios junto a los criollos, como hoy está reflejado acá, va dejando al desnudo la esencia de la política de estos gobiernos que pretendieron hacer un nuevo genocidio silencioso, que nos aplica la Ley Antiterrorista, que nos mete la reforma del Código Civil, para defender los intereses de los monopolios, los imperialistas y los terratenientes.
A pesar de producirnos un enorme dolor y tristeza la represión y las muertes, la necesidad que tenemos y los derechos consagrados en la Constitución nos impulsan a seguir adelante uniéndonos cada día más y más, para lograr que se cumplan nuestros reclamos, en primer lugar el territorio y tierra, para vivir y producir.
También quiero hablar de los miles y miles de hermanos que tenemos en las fuerzas armadas y de seguridad, tanto nacionales como provinciales, a los que queremos pedirles que se nieguen a reprimir la lucha de sus hermanos de las naciones y pueblos originarios y del pueblo argentino; que unan sus brazos y que alcen su voz para bajar a los genocidas como Roca y Victorica del pedestal que los han puesto las clases dominantes y los terratenientes dueños de este Estado, que ensuciaron con nuestra sangre la bandera de la Confederación Argentina. Bandera gloriosa creada por el general Belgrano para unirnos a todos contra el imperio español y que flameó en Malvinas. A esa la levantaremos, la honraremos. A la otra, a la de Roca la repudiamos, la pisotearemos.
Debemos seguir encabezando todas las luchas y unirnos más y más entre nosotros, los pueblos originarios; y más y más con el pueblo argentino para lograr un gobierno como en 1810, donde todos estemos representados en igualdad; para recuperar todo lo que hemos perdido, lo que nos han robado los distintos imperialismos, la burguesía intermediaria y los terratenientes a su servicio.
Para terminar con el hambre, las enfermedades, la desnutrición de los niños, el sufrimiento de los abuelos, tener vivienda digna, educación bilingüe, trabajo digno y sobre todo nuestra tierras y territorios, donde podamos vivir armónicamente con la naturaleza y recrear nuestra cultura en tolerancia y diversidad.
