Durante 8 años los Kirchner fueron socios con la imperialista española Repsol en el vaciamiento de YPF. Les permitieron remitir la totalidad de sus utilidades a su país, a cambio de negocios para su grupo local. Esto llevó al desabastecimiento de petróleo y de gas, obligando a su creciente importación.
Durante 8 años los Kirchner fueron socios con la imperialista española Repsol en el vaciamiento de YPF. Les permitieron remitir la totalidad de sus utilidades a su país, a cambio de negocios para su grupo local. Esto llevó al desabastecimiento de petróleo y de gas, obligando a su creciente importación.
De ser un exportador neto de combustibles, la Argentina pasó a tener un creciente déficit comercial en la materia. Todavía en 2010, esa balanza comercial fue positiva en 4.158 millones de dólares. Pero ya en 2011 esa misma cuenta dio negativa en –6.109 millones de dólares. En 2012 fue de –3.305 millones, y en 2013, de –11.825 millones.
En este contexto el gobierno de Cristina Fernández dio un brusco viraje, pero no lo hizo hacia lo nacional como fue el “relato”, sino a un cambio de socios imperialistas, principalmente con la tentación que ofrecía la riqueza en petróleo y gas de esquisto (shale) de la cuenca neuquina en Vaca Muerta, con un precio internacional del barril que superaba entonces los 100 dólares.
Así en abril de 2012, la presidenta Fernández viajó a la VI Cumbre de las Américas que se realizaba en Cartagena de Indias, donde se reunió con Obama, el presidente de Estados Unidos y, después de los elogios mutuos, regresó de urgencia sin quedarse siquiera para la foto con los mandatarios de la Cumbre. A los dos días intervino YPF y estatizó el 51% de las acciones en manos de Repsol.
Cristina Fernández había conseguido el apoyo de Obama para desplazar a los imperialistas españoles y entregarle la llave de Vaca Muerta a un sector de los imperialistas yanquis. Puso al frente de YPF a Miguel Matías Galuccio, un personero de la empresa imperialista de servicios petroleros Schlumberger (con sede central en Houston, Estados Unidos), quien se encargó de nombrar en el directorio a otros personeros de la misma. Después firmaron el pacto con Chevron con varios puntos secretos, que hicieron aprobar en la legislatura neuquina en una escandalosa sesión, con una feroz represión a la heroica movilización del pueblo en su contra.
Recién en 2014, YPF logró repuntar su producción de petróleo, en base de reinvertir las utilidades que antes iban a España y de un escandaloso endeudamiento, aunque no pudo revertir la tendencia a la baja en la producción nacional de crudo. De todas maneras se redujo el drenaje de dólares al exterior por la caída de los precios internacionales del petróleo. Pero ésta caída del precio dejó mal herido el proyecto de explotación de Vaca Muerta.
Una política entreguista
Nosotros denunciamos desde el principio este proyecto K, que pone el acento en la inversión extranjera y en la explotación de los no convencionales, manteniendo la mayor parte de la industria en manos extranjeras y relegando la explotación de los convencionales. Y denunciamos que el 70% de la producción petrolera seguía y sigue hoy en manos de operadoras imperialistas, como Exxon (yanqui), Panamerican (inglesa y ruso-china), Total (francesa), Chevron (yanqui), etc. Otros ganadores de la política entreguista son los imperialistas de China, que pasaron a tener una gran participación en las concesiones de yacimientos de gas y petróleo y en las empresas de servicios especiales. Encima YPF, que debería ser nuestra empresa de bandera, es una Sociedad Anónima manejada por los personeros de Schlumberger.
El gobierno nacional ha profundizado la dependencia y nos ha dejado a merced de las decisiones estratégicas de esos monopolios imperialistas, que se han dispuesto a descargar la crisis del precio petrolero sobre las espaldas del pueblo y los trabajadores.
Frente a la caída del precio internacional del crudo, el gobierno nacional tomó la decisión de darles a las operadoras el precio sostén en boca de pozo, así el petróleo que en el mundo vale 40 dólares, nuestro pueblo lo paga a 77, con lo que se garantiza a esos monopolios una renta espectacular. Esta medida política muestra la verdadera esencia del gobierno K, que les asegura ganancias extraordinarias a los monopolios imperialista y les niega el precio sostén en origen a los productores regionales.
La crisis internacional y la caída del precio del petróleo han generado una situación muy compleja en los yacimientos, ya que YPF, al igual que las operadoras imperialistas, empuja un ajuste tremendo sobre las empresas contratistas, que perjudica principalmente a las locales y nacionales, que estas descargan a su vez sobre los trabajadores.
Con el desarrollo del shale en la cuenca neuquina, el padrón del Sindicato de Petroleros Privados de Neuquén, Río Negro y La Pampa, que dirige Guillermo “Caballo” Pereyra (“moyanista”) pasó de 16 mil afiliados en 2012 a 23 mil en 2015. Esas incorporaciones se dieron principalmente en los servicios especiales y en la perforación. Los trabajadores de este sector junto con los de producción y mantenimiento de yacimientos maduros, son los que están en la mira de los despidos y el ajuste. El ajuste ya encarado por YPF ha tornado inestable la situación de las masas, que han demostrado su voluntad de lucha para enfrentarlo.
Nuestra táctica
El Partido analizó la estructura de la industria petrolera y resolvió poner el centro de nuestra lucha en el gobierno nacional, que es el que garantiza a las operadoras imperialistas ser los gerentes del saqueo y sus principales beneficiarios. La lucha por la soberanía energética es parte de la lucha nacional democrática y antiimperialista, que requiere una acertada política de frente único, “de explotar las contradicciones, ganarnos la mayoría, combatir una minoría y aplastar a los enemigos uno por uno” (Chou Enlai: Sobre el frente único, Cuadernos…del hoy, N° 15).
El PCR y el PTP han manifestado su decisión de enfrentar el ajuste de las compañías petroleras, llamando para ello todas las fuerzas posibles de ser unidas en esta lucha, exigiendo al gobierno nacional y provincial medidas que protejan los puestos de trabajo, y prohíba y sancione a las empresas que despidan y suspendan, en la perspectiva de lograr la estatización de las operadoras imperialistas y una YPF 100% estatal.
En estos momentos Pereyra está cruzado con el gobierno nacional, centralmente con Galuccio. Dentro del sindicato hay una dura disputa principalmente con Astrada, que es más conciliador con los K; también el sindicato de jerárquicos está conciliador con el gobierno nacional. Nuestra lucha nos exige golpear juntos con Pereyra y aprovechar al máximo las ventajas de tenerlo de opositor al gobierno.
Otros aliados circunstanciales son los contratistas, que también sufren el ajuste de YPF y las operadoras imperialistas, además de la carga impositiva del Estado. Entre estas empresas también tenemos muchos sectores y muchas contradicciones, explotarlas y trabajarlas debe ser parte de nuestra táctica, pero debemos hacer todos los esfuerzos para lograr que intensifiquen su enfrentamiento con YPF y demás operadoras y con el gobierno nacional, tratando de ganar una parte de ellas para la idea de estatizar la operación de los yacimientos y neutralizar al resto, golpeando a las que se opongan a este proyecto.
Esto es de mucha complejidad ya que la inmensa mayoría de los obreros trabajamos en estas contratistas, y son ellas las que descargan el ajuste de YPF y las operadoras imperialistas hacia nosotros.
Siempre nuestro accionar debe ser con la política al mando integrando en cada momento nuestra táctica.