El 7 de diciembre de 1974, una banda golpista prorrusa asesinó a Enrique Rusconi en su casa de Tolosa, La Plata, ante su esposa y sus pequeñas hijas. Enrique había sido presidente del Centro de Estudiantes de Humanidades por el Faudi, antecesora de la CEPA. Uno de los fundadores del PCR, cayó preso varias veces en las luchas estudiantiles. Trabajó en el frigorífico Swift. Fue trabajador no docente en Arquitectura y un día antes de su muerte había entrado a trabajar al Ferrocarril Roca. Ese 7 de diciembre de 1974, a las 5.30 de la mañana, en Tolosa, La Plata, seis hombres con itakas, entraron a la casa de Enrique gritando que eran policías de donde los sacaron esposado frente a su compañera Yiya y sus hijas, Ana de un año y Paula de 23 días.
Enrique, con 29 años, forcejeando para que no lo subieran al auto gritó “Ustedes no son policías”, y los denunció como prorrusos y golpistas a sus asesinos, siendo consecuente con la línea divisoria que había planteado el CC del PCR, de que en la Argentina se abrían dos trincheras: golpista o antigolpista. Enrique llevó esa posición a una asamblea de Atulp, del gremio no docente de la universidad. A Enrique lo asesinó una banda golpista de las que en ese entonces actuaban en la provincia de Bs. As., protegidos por el gobernador Victorio Calabró. Fueron los golpistas que trabajaban con el sector de Videla-Viola y bajo la influencia de los sectores prorrusos.
Desde diciembre de 2014 su familia y sus compañeros del Partido Comunista Revolucionarios vienen planteando que avance la causa judicial por el asesinato de Enrique, que se tramita en el Juzgado Federal N°1 de la ciudad de La Plata.
El ejemplo y la vigencia de la lucha de Enrique Rusconi son ejemplo para las nuevas y viejas generaciones de clasistas y comunistas revolucionarios.
