esde el fin de semana anterior la actividad del barrio se tornó febril. Grupos de compañeras y compañeros de la CCC, de toda edad, se dividieron las tareas necesarias para hermosear el barrio: unos a pintar las paredes de las casas, otros a colorear una franja verde en la parte inferior que les daba un lindo aspecto; éstos rellenaban las zanjas de las cañerías mientras aquéllos se dedicaban a la limpieza de los pasillos, de las aceras y a rastrillar el césped todavía lozano. Hasta los chicos colaboraban para hermosear sus casitas del barrio Finca Valdivia, en la zona sur de la ciudad de Salta, con 400 viviendas en total.
Todas eran bulliciosas y febriles tareas para dejarlo reluciente, porque el jueves 28, en una muy emotiva ceremonia, se entregaron las carpetas con las llaves de cada una de las 36 viviendas construidas por las cooperativas de la CCC, carpetas cuya portada mostraba la frase de Mao: "Nada es imposible en el mundo si uno se atreve a escalar las alturas". Esta frase se pintó como mural en varias paredes del barrio, incluyendo la cara del Che, como síntesis de todo el proceso de lucha en la construcción.
El acto fue presidido por un cartel que decía: "Que estas llaves nos mantengan de pie en nuestra lucha por viviendas para todos, trabajo genuino, salud y educación". Llegó mucha gente. Vecinos, amigos, parientes que antes cuestionaban la participación en la CCC, mostraban sus ojos llorosos y plenos de emoción.
Un rico proceso de lucha
En la apertura se destacó que los verdaderos protagonistas fueron las compañeras y compañeros que día a día trabajaron con ahínco aprendiendo los diversos oficios para construir sus casitas, e incluso las tareas administrativas y de relación con funcionarios municipales y proveedores. Como se dijo, todo este rico proceso reafirmó a las cooperativas como verdaderas escuelas de cuadros. Rico proceso de lucha con manifestaciones y cortes de ruta, arrancando en cada una de ellas distintas reivindicaciones; una veces logrando aumentos de presupuesto por vivienda, otras peleando certificaciones de obra, logrando precios a los proveedores o bolsones para toda la CCC, lo que en las cooperativas servían para paliar el hambre y seguir construyendo, cuando durante 4 o 5 meses no cobraban. También lograron el compromiso municipal para proseguir con las tercera y cuarta etapas, y la construcción de salitas de atención médica y odontológica, y un salón de usos múltiples que sirva de merendero.
Cada uno que era llamado para recibir su carpeta, era aclamado y aplaudido en un clima de euforia, alegría y emoción. Un compañero evangelista expresó a viva voz su agradecimiento. Algunos no podían articular palabra porque la alegría inundaba sus corazones, y sólo atinaban a balbucear un tímido "gracias, gracias", abrazándose con efusión. Otros expresaban su agradecimiento a sus compañeros de tarea, a la CCC, al PCR y a la JCR, manifestando el aporte y la ayuda que significó el movimiento, vanguardia en la lucha a lo largo de todos estos años. Otro compañero evangelista planteó que quienes recibieron las 36 viviendas se comprometieron a continuar la lucha para que el resto que trabajó en la construcción también puedan recibir una.
Estuvieron presentes funcionarios de la Secretaría de Tierra y hábitat, funcionarios municipales, y otras organizaciones sociales como CTA, FTV, MTD, compañeros de otras cooperativas.
El final fue muy emocionante. Todos se abrazaban fervorosamente. Unos aplaudían, los jóvenes saltaban de alegría, todos con ojos llorosos y con un nudo en la garganta. Finalmente, todos pudieron degustar las ricas pizzas, los sabrosos confites; y los jóvenes la siguieron con un improvisado baile lleno de cumbias hasta el anochecer.
