En la madrugada del domingo 14, Irán atacó con drones y misiles a Israel, en respuesta al ataque a su embajada en Damasco, Siria, el 1 de abril, que dejó civiles sirios y militares iraníes muertos.
Según Israel, más de 300 drones y misiles partieron desde Irán, Irak, Líbano y Yemen, contra las ciudades israelíes Jerusalén, Tel Aviv y Haifa. El gobierno israelí de Netanyahu dijo que la mayoría de los ataques fueron neutralizados.
El gobierno de Irán, luego del ataque, afirmó que “El asunto puede darse por concluido”, aunque advirtió a Israel por si quiere contraatacar, y a Estados Unidos le dijo que “¡debe mantenerse alejado!”.
Esta escalada del conflicto se da en medio de la masacre que está provocando el ejército israelí sobre el pueblo palestino en Gaza, tras la incursión terrestre de Hamás en Israel el 7 de octubre de 2023. También a más de dos años del comienzo de la invasión imperialista rusa a Ucrania, y el despliegue de tropas de la OTAN en Europa, como respuesta.
Israel está gobernada por una coalición que encabeza Benjamín Netanyahu, quien al frente de una serie de partidos ha manifestado reiteradas veces su intención de escalar el conflicto en Medio Oriente, en particular contra Irán. En los meses antes de la invasión a Gaza, el gobierno israelí enfrentaba grandes movilizaciones contra la corrupción y sus medidas antidemocráticas que pretendían una reforma judicial.
El gobierno iraní está liderado por el ayatola (líder religioso) Alí Hoseiní Jamenei , del sector islámico chiita que está en el poder luego del derrocamiento del shá de Irán a fines de la década de 1970. Es una República Islámica, con un presidente, pero en el que el líder supremo es el ayatola. En los últimos tiempos, distintos sectores populares, en particular las mujeres, salieron a las calles a dar pelea por sus derechos.
Las potencias imperialistas detrás del conflicto
Hay un viejo enfrentamiento entre Israel e Irán, estos dos países de Medio Oriente, atizado por las principales potencias imperialistas, como se ha visto en estos días. Y es parte de un conflicto más amplio, en el que están involucrados el resto de los países de la región, como Líbano, Irak, Jordania, Egipto, Arabia Saudita, Yemen y otros países árabes.
Estados Unidos es el principal soporte de Israel, al que muchos denominan “el portaaviones yanqui en Medio Oriente”. Irán cuenta con el apoyo abierto de Rusia, y el un poco más velado de China. El mandamás imperialista ruso Putin dijo en las últimas horas que si Estados Unidos atacaba a Irán, en defensa de Israel, Rusia intervendría inmediatamente. El gobierno imperialista de Xi Jinping expresó que China está “profundamente preocupada”, según un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores, y pidió a las partes “que mantengan la calma y ejerzan moderación para evitar una mayor escalada de tensiones”.
Como desde hace muchas décadas, la región del Medio Oriente está cruzada por las ambiciones imperialistas en el control del petróleo y el gas de la región, otros recursos naturales, y su ubicación estratégica desde el punto de vista militar para Europa, Asia y África.
Milei se subordina a Netanyahu
Párrafo aparte merece la posición del gobierno de Milei. Coherente con su subordinación en lo fundamental a los intereses del imperialismo yanqui, la Cancillería expresó en un comunicado que “condena categóricamente el ataque sin precedentes de la República Islámica de Irán contra el Estado de Israel y reafirma su apoyo al legítimo derecho de Israel a la defensa de su soberanía”. Y el propio Milei agregó “La República Argentina reconoce el derecho de los Estados-Nación a defenderse, y respalda enfáticamente al Estado de Israel en la defensa de su soberanía, en especial contra regímenes que promocionan el terror y buscan la destrucción de la civilización occidental”.
Repudiamos estas expresiones del gobierno, que recuerdan lo hecho por Menem durante la “Guerra del Golfo”, en la que incluso envió tropas argentinas al servicio de la coalición liderada por el imperialismo yanqui. Ya sufrimos las consecuencias de estas políticas, con los atentados a la Embajada de Israel y la AMIA.
El gobierno argentino, con esta posición, involucra a nuestro país en una guerra en la que los únicos ganadores son las potencias imperialistas que se disputan su primacía en Medio Oriente. Reivindicamos la posición histórica de Argentina, de mantenerse neutral en los conflictos entre las grandes potencias.
Sostenemos el derecho de todos los países a su autodeterminación, y apoyamos la lucha antiimperialista de los pueblos y naciones oprimidas por su liberación nacional.
Esta escalada en Medio Oriente es un paso más que nos acerca peligrosamente a una confrontación militar abierta entre las principales potencias imperialistas. Los imperialistas quieren la guerra. Los pueblos luchamos por la paz.
Escribe Germán Vidal
Hoy N° 2006 17/04/2024
