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05 de February de 2014

HIJOS La Plata ha hecho público un detallado informe de los cambios que pretende hacer el gobierno nacional en la ESMA, donde funcionó un centro clandestino de detención por el que pasaron cerca de 5.000 secuestrados.

ESMA: Impedir el museo kirchnerista

El gobierno quiere poner una fuente en una sala de tortura

El kirchnerismo, como vienen de-nunciando desde hace años los organismos de derechos huma-nos nucleados en el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, se ha apropiado de las extensas hectá-reas de la ESMA, repartiendo edificios a sus organizaciones aliadas, instalando un canal de televisión infantil, y “decorando” con carteles de Néstor y Cristina Kirchner los espacios abiertos. No conforme con esto, ahora intenta concretar un “museo interactivo” en el Casino de Oficiales, el emblemático edificio donde fueron recluidos y torturados la mayoría de los secuestrados de la ESMA.
Para este proyecto se ha establecido un Convenio de cooperación y colaboración para el “Museo de la Memoria en el ex Casino de oficiales de la Escuela de Mecánica de la Armada”, en abril de 2013, que lleva las firmas del secretario general de la Presidencia Oscar Parrilli, del secretario de Derechos Humanos Martín Fresneda, y del rector de la Universidad de San Martín (UNSam), Carlos Ruta. 
Iniciando la crítica al proyectokirchnerista, HIJOS La Plata señala el párrafo que plantea “la recuperación, resguardo y transmisión de recuerdos son reconstruidos con un revisionismo histórico con total respeto a la memoria de las víctimas y los sobrevivientes”, que va en línea con las propuestas del Instituto Nacional de Revisionismo Histórico dirigido por Mario “Pacho” O’Donell, “que se presenta como una corriente nacional y popular, pero no es más que una propuesta genérica, difusa, efectista y oportunistamente compatible con las imágenes históricas colocables en librerías y documentales televisivos, para emplearla como propaganda progubernamental”. 
 
Un convenio confidencial y mentiroso
El mismo convenio asegura en otro de sus párrafos que “el edificio del casino quedará tal como se encuentra”, ya que el proyecto se limita a la puesta en valor, y que la inauguración del proyecto terminado será el 24 de marzo de 2014”. Esto coincidiría con el décimo aniversario del discurso de Néstor Kirchner frente a la ESMA. El convenio, como confesando las segundas intenciones, contiene una cláusula de confidencialidad, ya que “las partes se avendrán a las pautas de seguridad y confidencialidad propias de la seguridad presidencial”. Cómo se podría vulnerar la seguridad presidencial, con este proyecto de intervención en el Casino de Oficiales, nos resulta difícil de imaginar.
El Equipo Técnico a cargo de las remodelaciones lo componen integrantes del CELS, Familiares, Hijos Capital y Córdoba, y representantes de la Secretaría de Derechos Humanos, que plantean que “No debemos intervenir ni alterar constructivamente el edificio; ni reconstruir herramientas de las prácticas genocida”, y postula realizar sólo “obras de detenimiento del deterioro, preservación y necesidades de funcionamiento”. Pese a estas declaraciones, veamos cuáles son las propuestas concretas para cada sector del edificio.
El concepto general que se usa en el Convenio es que lo que se hará será resignificar “en una narración sostenida por un sistema de dispositivos museográficos esta maquinaria de la muerte”. Estos dispositivos van de los “tradicionales” como paneles, gráficas y fotografías, a “intervenciones vivenciales que apelen a las sensaciones, emociones, vivencias, experiencias, desplegadas desde dispositivos museográficos contemporáneos de última tecnología (mapping, hologramas, iluminación, sonidos, temperaturas, etc.) para, según se dice, “transmitir y aproximar ‘la vida’, tanto en sus aspectos más aberrantes de la dinámica de la represión ilegal como en los aspectos de resistencia de los compañeros allí detenidos”.
Y aquí es donde aparece en toda su dimensión la estafa a la memoria del pueblo que se quiere cometer. Por ejemplo en la Planta baja (ex comedor del Casino) se estipula una muestra vivencial con la historia del con un mapping al piso en escala real, proyectando el diagrama de “algunos espacios que convivieron simultáneamente en el Casino mientras funcionó como CCD. Así, el visitante podrá contrastar el tamaño de una ‘cucha’ donde los detenidos eran confinados a vivir meses de su vida contra la dimensión de la oficina de Acosta, el dormitorio de los oficiales o la habitación en suite de Chamorro”. El segundo ex comedor será transformado en una “Mediateca” que contará con una mesa con 12 LCD de pantalla táctil donde “los visitantes puedan interactuar, organizar su visita o acceder a toda la información que este museo contendrá o producirá acerca de lo que aconteció”. 
En las zonas de reclusión como “Capucha” proponen un “acondicionamiento térmico” y un “sistema automático de oscurecimiento de ventanas” que propicia un juego de luces “que cíclicamente permita la doble lectura de luz artificial-horror / luz natural-esperanza”. En el lugar de la Maternidad Clandestina, esta aberración propone, para contextualizar “la circunstancia de deshumanización que significó la dinámica represiva y la entrega de bebés” poner “una cegadora luz de quirófano acompañada por el testimonio sonoro de algunas sobrevivientes”. 
La indignante propuesta para el “Sector 4” o “Sótano” ubicado en el subsuelo, que era el espacio de tortura de los detenidos, y desde donde se hacían los “traslados”, es construir “una fuente de 2 piedras al centro del salón: una de descarga en el piso con las inscripciones de los desaparecidos encontradas en el edificio grabadas en la piedra y haciendo las veces de receptora del agua, otra en lo alto desde cuyas perforaciones brotará el agua y en el medio de ellas las fotografías reveladas por Víctor Basterra en escala natural”.
“Luego de este delirio –prosigue el informe de HIJOS La Plata– los proyectos de un cubo de vidrio al final de la Escalera que se usaba para sacar a los detenidos a los vuelos (como falsa salida al playón) y de un techo de vidrio en el Playón con los nombres de los desparecidos y bancos grabados con los “hitos de la lucha por los derechos humanos desde 1983 hasta el presente”, resultan casi nada.
 
La obsecuencia hecha museo
Y como no podía faltar en un proyecto kirchnerista, hay lugar para la obsecuencia a “La década ganada”. Uno de los proyectos de reacondicionamiento del salón denominado “El Dorado”, que servía de sala de reunión de oficiales de Inteligencia y Operaciones, se llama “De los cuadros bajados”, y propone “una estación de muestra con información de los usos de “El Dorado” en la dictadura, acompañada de una acción de 30 cuadros vacíos ubicados en el piso sobre los que se proyecta la imagen de los genocidas y “su estado procesal” donde “la fotografía en uniforme de cada uno de los marinos será reemplazada por su foto durante los juicios”.
Para mayor asombro, se informa que “la imagen de los genocidas enjuiciados será barrida por las fotografías de las caras, nombres, profesiones, año de nacimiento y de detención o desaparición de los compañeros detenidos desaparecidos en la ESMA que ocuparán completamente el perímetro de toda la sala, convirtiendo lo que era penumbra en luz y victoria”. Eso sí, el pastiche se completa con la proyección “sobre el piso de madera de las palabras Memoria, Verdad y Justicia” y con “el video en 360 grados del día de la recuperación de la ESMA el 24 de marzo de 2004”. 
 
Frenar la usurpación de la memoria
Como bien plantea el Informe que estamos citando, además de todos los cuestionamientos que se le puede hacer al aberrante uso propagandístico que se pretende con estos cambios en la ESMA “¿Qué pasa si algún nacido durante el cautiverio de sus padres en la ESMA recupera la identidad cuando el circo ya se concretó? ¿O algún familiar de algún secuestrado, que todavía los hay y no han podido acercarse a ese lugar, quiere conocerlo tal cual era? ¿No tiene derecho a encontrarse con la ESMA como estaba en 2004?”.
Esto ha sido denunciado ya por abogados de distintas organizaciones, como Liberpueblo, porque atenta contra las causas judiciales que se podrían llevar en los años siguientes, y es un intentos de clausurar los juicios a los genocidas, ya que se borraría de un plumazo una de las principales fuentes de prueba, como es el lugar de detención en sus condiciones originales.
Como se planteó en la jornada político cultural realizada frente a la ESMA a fines del año pasado, para denunciar este nefasto proyecto, debemos redoblar la pelea para desbaratar esta nueva maniobra del kirchnerismo, de usurpar una memoria que es de todo el pueblo argentino.