Después de 11 paros con masivas e históricas movilizaciones que superaron los 6.000 trabajadores protestando por las calles de Santa Rosa y Pico, el gobierno provincial aceptó el aumento pedido por los gremios estatales. Luego de asambleas, paros, cortes de rutas y movilizaciones multitudinarias realizada por los estatales de La Pampa nucleados en la CTA y en la Intersindical, el gobierno provincial tuvo que dictar la conciliación obligatoria por 15 días –al tiempo que insistía con la propuesta de otorgar un 19% para todo el año repartidos en 3 cuotas-, cobrando la última con los salarios de octubre.
Pero los trabajadores no quieren pagar una vez más la crisis. Mientras la Intersindical ampliaba su arco de alianzas y se conformó un espacio de organizaciones gremiales, cooperativas, organizaciones vecinales, sociales y agrarias que respaldaron la lucha de los trabajadores estatales, el gobierno buscaba adhesiones entre las cámaras empresariales del comercio y la industria.
Cuarenta y seis gremios de la actividad privada, las dos cooperativas eléctricas más grandes de La Pampa (Santa Rosa y Pico), la Federación de Comisiones Vecinales, Carpa Verde del campo -medianos y pequeños propietarios-, organizaciones ambientalistas, Mujeres por la Solidaridad y organizaciones como el MTL y el MTD en CTA entre otras, rodearon esta lucha.
La presión no pudo ser soportada por el gobernador que en una reunión previa a la audiencia de conciliación aceptó la propuesta de la Intersindical: 20% para el primer semestre del 2012, sentarse a discutir el 1º de agosto una recomposición para el 2º semestre, retrotraer la situación al 7 de marzo dejando sin efecto los descuentos y sanciones por los días de huelga, conformar mesas sectoriales con los sindicatos de Luz y Fuerza, Viales, Sipos y de la Salud (ATE, UPCN y Sitrasap) para resolver las demandas por recuperar los convenios colectivos y ponerle fin a la precarización laboral en el Estado.
Las asambleas aprobaron por unanimidad el acuerdo, destacándose que éste era un triunfo de las convicciones, de la unidad en la acción y de la participación de miles y miles de trabajadores convencidos de que esta nueva crisis en marcha va a encontrar a los trabajadores no sólo resistiendo ajustes sino también proponiendo otras políticas que nos permitan construir una sociedad justa para todos.
