El sitio de Internet McClatchy publicó a comienzos de agosto la noticia de manifestaciones en la Universidad Normal de Beijing, por parte de estudiantes universitarios que reclaman un retorno al estado socialista que surgió tras el triunfo de la revolución China en 1949, reivindicando al Partido Comunista de los tiempos que era encabezado por Mao Zedong. Los estudiantes denuncian que los líderes chinos actuales han dejado atrás el socialismo.
El sitio de Internet McClatchy publicó a comienzos de agosto la noticia de manifestaciones en la Universidad Normal de Beijing, por parte de estudiantes universitarios que reclaman un retorno al estado socialista que surgió tras el triunfo de la revolución China en 1949, reivindicando al Partido Comunista de los tiempos que era encabezado por Mao Zedong. Los estudiantes denuncian que los líderes chinos actuales han dejado atrás el socialismo.
El artículo comenta las expresiones, tanto de estudiantes como de profesores, que reflejan el crecimiento del maoísmo entre los universitarios, a los que se suele ver con pines con imágenes de Mao, y sus bolsos y mochilas con frases del líder de la revolución China como “servir al pueblo”. En la Universidad de Beijing se desarrolla un gran debate en estos días, sobre la veracidad de las denuncias sobre atrocidades cometidas por el gobierno durante el Gran Salto Adelante y la Revolución Cultural, ampliamente difundidas por los actuales jerarcas chinos.
“Hay un descontento generalizado entre los estudiantes con la desigualdad y la corrupción, además de frustraciones en sus propias vidas”, dijo Yang Dali, el director de una facultad de la Universidad de Beijing. “Es muy comprensible que haya un sentimiento de izquierda”. El artículo también refiere que “los defensores de la nueva izquierda dicen que 30 años de una economía orientada a la exportación que llevó a cientos de millones de personas de las zonas rurales a las ciudades para cubrir puestos de trabajo con bajos salarios en maquiladoras, ha llevado a la extrema desigualdad y la corrupción”.
En las redes sociales hay un aumento de comentarios a favor del maoísmo, y crece la crítica mordaz a los estudiosos liberales que abogan por más reformas “orientadas al mercado”. El otoño pasado, durante las protestas anti-japonesas que estallaron por una disputa territorial entre los países, muchos jóvenes llevaban retratos de Mao, dice el artículo firmado por una corresponsal en Shanghai.
“Los nuevos izquierdistas y los neoliberales, se odian entre sí”, dijo Lu Xinyu, un profesor de izquierda en la escuela de periodismo de la Universidad de Fudan. “Los liberales dicen un montón de mentiras. Ven siempre a Estados Unidos como una especie de utopía, sin decir que Estados Unidos se enfrenta a una grave crisis”. Un conocido economista liberal, Mao Yushi, quien ha criticado públicamente a Mao Zedong, dijo que recibió llamadas amenazantes de los izquierdistas. En mayo, antes de uno de sus discursos en Changsha, capital de la provincia de Hunan, decenas de manifestantes, entre ellos muchos jóvenes, llegaron con pancartas calificando al economista de traidor.
Un miembro de un grupo estudiantil maoísta, en el Instituto de Tecnología de Harbin del norte de China, recuerda que el grupo tenía sólo alrededor de una docena de miembros cuando fue fundado en 2009. Ahora hay cientos en distintas universidades, dijo, pidiendo no ser identificado por temor a represalias. Los integrantes de esta agrupación leen libros marxistas, y viajan a las zonas rurales para estudiar la injusticia social.
“Nos reunimos y discutimos las cuestiones en China, al igual que la falta de equidad y la justicia”, dijo el estudiante. Este grupo, Centimeter Sunshine, tal su denominación en inglés, ha difundido recientemente una carta en la que afirma que “China ha sido secuestrada por los derechistas pro-capitalistas”.