Una tarde gris, con llovizna y viento. Parecía el marco perfecto para la tristeza que teníamos todos. Enterrábamos a un gran luchador. Pero por sobre todas las cosas a un verdadero comunista revolucionario.
El 14 de julio (aniversario de la Revolución Francesa) se apagó la vida de Andrés Larrosa, Andresito para nosotros. Soportó con el valor que lo caracterizó toda su vida, una enfermedad pulmonar hasta que le dijo basta.
Una tarde gris, con llovizna y viento. Parecía el marco perfecto para la tristeza que teníamos todos. Enterrábamos a un gran luchador. Pero por sobre todas las cosas a un verdadero comunista revolucionario.
El 14 de julio (aniversario de la Revolución Francesa) se apagó la vida de Andrés Larrosa, Andresito para nosotros. Soportó con el valor que lo caracterizó toda su vida, una enfermedad pulmonar hasta que le dijo basta.
Para que nos demos una idea de lo que era Andresito, había que fijarse en el numeroso cortejo que lo acompañó. Familiares, amigos, camaradas tanto del partido como de la juventud ondeado banderas rojas, compañeros del MST, compañeros del PCR de Entre Ríos donde militó muchos años que hicieron llegar sentidas notas de acompañamiento a los familiares y compañeros.
En la despedida habló el secretario de la Zona Sur de Rosario (Santa Fe), resaltando la figura del camarada y su trayectoria en la construcción del partido en la zona. Dijo: “No lo recordemos con amargura, sino con el optimismo y felicidad que él transmitía en las tareas diarias. Fue un gran organizador y trató siempre de imprimir un criterio de unidad, tanto en lo familiar como en lo partidario. Fue un hijo, padre y hermano ejemplar, que nos dejó una gran enseñanza. Será un vacío difícil de llenar, pero con el triunfo de la revolución él estará presente entre nosotros.”
Hasta la victoria siempre, camarada Andresito.