La provincia alcanzó, en el momento de escribir este texto, un total de 184 casos positivos de coronavirus, mientras 150 siguen en estudio. Las ciudades con más infectados siguen siendo Rosario, Santa Fe y Rafaela.
El avance de la pandemia es más lento de lo que se preveía, lo que hace suponer que se estirará la llegada del pico de contagios ahora estipulado para mediados de mayo. Lo que queda cada vez más claro es que es una situación que va para largo.
Por otro lado el achatamiento de la curva de contagios muestra que fue acertado y es efectivo el mantenimiento de la cuarentena como método de prevención. En ese marco el gobierno nacional ha tomado una serie de medidas tendientes a mejorar las condiciones en que las grandes mayorías llevan adelante la cuarentena.
A nuestra provincia han llegado hasta el momento 6200 millones de pesos en programas sociales y alimentarios, y se han enviado insumos médicos críticos como es el caso de los 24 respiradores, 15 ecógrafos, 6 monitores multiparamétricos y 5 bombas de infusión enviados desde Nación.
Sin embargo, cada día que pasa se agravan las necesidades sanitarias y económicas, y en necesario dotar al estado de más recursos.
El gobierno provincial se ha centrado en administrar la ayuda nacional y consiguió que la legislatura le aprobara la Ley de Necesidad Pública y un paquete especial de 15 mil millones de pesos de deuda para enfrentar el coronavirus.
Esta pandemia y sus consecuencias económicas y sanitarias llegaron a una provincia golpeada por las políticas de macrismo, con casi 40% de su población bajo la línea de la pobreza y donde 278.895 personas (el 8,59% de la población) viven en situación de pobreza crónica, sobre la base que la desocupación asciende al 10% en los aglomerados urbanos de gran Santa fe y Gran Rosario.
Se ha avanzado en la confirmación de comités de crisis a nivel provincial y en algunas localidades. Hicimos también algunas experiencias importantes de comités de crisis barriales con la participación de las organizaciones sociales. Seguimos dando la pelea para que puedan ser lugares con fuerte representación de los sectores populares junto con el estado y que tengan un carácter de evaluación del cuadro de situación y capacidades ejecutivas. En esas instancias vamos planteando necesidades y posibles respuestas de acuerdo a la magnitud de la pandemia.
Se ha avanzado con la sanción del decreto antidespidos pero los monopolios y grandes empresas siguen presionando y extorsionando al gobierno y los trabajadores con amenazas de despidos y suspensiones masivas, o en el mejor de los casos rebajas de salarios como salida a su caída de ventas y producción.
La Provincia, como el resto del país, venía viviendo un escenario recesivo en cuanto a la actividad económica y según calculan la mayoría de los analistas económicos, aun si la Argentina lograra mantener a raya el coronavirus, la economía caería al menos 4% este año.
Se calcula una fuerte caída en construcción (80%), el comercio (70%), transporte y comunicaciones (30%). Ya que se está perdiendo facturación por unos u$s500 millones diarios en el país en medio de esta crisis.
Ante la continuidad de la emergencia y su prolongación las necesidades populares comienzan a profundizarse y se hace urgente medidas que puedan garantizar los recursos necesarios para atender la emergencia y dar respuestas a las consecuencias económicas de la cuarentena en los sectores populares, la pequeña y mediana industria, el comercio y los autónomos.
Sin embargo, mientras grandes sectores de santafesinos y santafesinas sufren el agravamiento de sus condiciones de vida, unos pocos sectores, privilegiados por las políticas públicas y fiscales, mantienen las fabulosas ganancias que vienen teniendo desde hace años.
Sin medidas que apunten a que esos sectores sean los que aporten más, será imposible contener la pandemia y pensar en una salida a favor de las mayorías.
Ante esto proponemos
FONDO SOLIDARIO PROVINCIAL con fondos provenientes de:
- Impuesto extraordinario al latifundio
- Gravar con ingresos brutos a las agroexportadoras
- Recisión de concesiones y vuelta al estado de los puertos provinciales
- Estatización del Banco de Santa Fe
- Centralización y control público del sistema de salud privada durante la emergencia
Santa Fe tiene los recursos necesarios para enfrentar la emergencia sanitaria y hacer que la consigna #MeQuedoEnCasa sea posible para todos y todas.
Con este fondo se puede equipar todo el sistema de salud, acondicionar nuevos lugares en vistas a un posible desborde del sistema sanitario y mejorar las condiciones de los trabajadores y trabajadoras de la salud.
Apoyar e impulsar la reconversión de diferentes industrias de bienes y servicios para que produzcan orientados a abastecer de insumos necesarios para la emergencia sanitaria.
Se podrá también llegar con ayuda efectiva, alimentos, medicamentos y elementos de protección a los sectores más postergados, así como asistir financieramente a los sectores económicos golpeados por la cuarentena como las PYMES, comercios, trabajadores autónomos, monotributistas, docentes remplazantes, etc.
Estas son condiciones necesarias para seguir conteniendo el coronavirus y hacer efectiva la cuarentena.
¿De dónde se pueden sacar los recursos?
Los dueños de la tierra
53 terratenientes santafesinos, con propiedades de entre 10.000 y más de 20.000 ha, concentran 1.032.449 has, lo que se traduce en el 10% del suelo productivo de nuestra provincia.
Otros 192 terratenientes santafesino acumulan 1.984.144 ha con propiedades de entre 5000 y 10.000 has. El 1% de los dueños de la tierra que tiene en su posesión el 20% de la superficie productiva.
Más abajo hay 1.854 terratenientes, con propiedades de 1.000 a 5.000 ha, que tienen en sus manos un total de 3.564.986 ha, el 35 % de la tierra productiva.
Venimos de un año de cosecha record que les ha generado ganancias record, mientras paralelamente según muestra el Censo Nacional Agropecuario de 2018 desaparecieron del campo provincial 8.374 pequeños y medianos productores en los últimos 16 años y 18 mil en los últimos 30 años, provocando un avance de la concentración de la tierra y su renta cada vez en menos manos.
Algunos de los principales terratenientes de nuestra provincia:
DOMINGO IANOZZI 134198 has
JORGE CAPOZZOLO 117485 has
ADECOAGRO – MARIANO BOSCH 97267 has
GABRIEL BATISTUTA 60000 has
ALFREDO WILLINER 60000 has
GRUPO WERTHEIN 57765 has
FRANCISCO SOLER RUIZ 50005 has
JUAN CRUZ OLASO LATORRE 48270 has
GRUPO BRACHT – TIERRAS DEL PILAGA 41274 has
JUAN BORN 37700 has
LADY GERORGIANA JOCELY PELHAM 32000 has
VICENTIN SA 29968 has
CRESUD- EDUARDO ELZSTAIN 13375 has
Las agroexportadoras
Otro sector que se ha enriquecido muy por encima del conjunto de la economía santafesina es el de las agroexportadoras, en su mayoría de capital extranjero.
La actividad agroexportadora, que se ha mantenido casi sin modificaciones durante la cuarentena, muestra como desde nuestros puertos se exporta casi el 55% de todo lo exportado en la Argentina, y el 80% de la agro exportación sale de nuestras barrancas.
De acuerdo al informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, “a pesar de que la aplicación de los necesarios protocolos de resguardo de la salud de operarios, y de la ciudadanía en general, genera algunas complicaciones en el desarrollo de la actividad, con el inicio formal de la Campaña de Soja 2019/20 desde el primer día de abril la cosecha avanza en el territorio nacional y la mercadería continúa ingresando a los puertos para cumplir con el cronograma de embarques”
Con más de 18.300 camiones reportados entre el lunes 30 de marzo y el viernes 3 de abril, el número resulta un 11% superior al ingreso de los 7 días anteriores y, si bien se encuentran por debajo del año pasado, es más alto que en los tres años previos.
Durante el año pasado, con cosechas record, las exportaciones del sector alcanzaron los 100,5 millones de toneladas, con una suba del 33,8% respecto de 2018. En 2019 ganaron la cuarta mayor cantidad de dólares en 17 años. Estamos hablando de que durante 2019 liquidaron 23.719.532.500 de dólares. Para este año se espera una cosecha de 140 millones de toneladas.
Un grupo de 10 empresas fue el responsable de casi el 90 del total de los envíos, con un volumen enviado de 89,27 millones de toneladas.
El ranking de exportadores lo encabezar la compañía china Cofco. El segundo lugar fue para Cargill, ADM quedó en tercer lugar, luego Vicentín (que vuelve a operar en medio de la cuarentena mientras mantiene la deuda millonaria con productores y el Banco Nación), Bunge, AGD, Dreyfus, Oleaginosa Moreno (Glencore, que ha ganado fortunas y esta semana ofreció quedarse con la parte que Vicentin tiene en Renova), Molinos Agro y Asociación de Cooperativas Argentinas.
Se hace más evidente que nunca la penosa situación a la que someten a nuestra provincia y a nuestro país, mientras sostienen casi sin modificaciones su actividad exponiendo a los trabajadores y a las comunidades donde están asentados, no aportan un solo peso más mientras siguen haciendo fortunas.
Venimos planteando hace años, y con numerosos proyectos legislativos de Carlos Del Frade y Mercedes Meier, la necesidad de gravar las fabulosas ganancias de estos monopolios que con su poder de lobby, con la Bolsa de Comercio de Rosario como su portavoz, han presionado para que los gobiernos provinciales, de Liftchitz antes y de Perotti ahora, no avancen en aumentar los ingresos brutos que hoy solo pagan por una ínfima parte de su actividad y grabar sus exportaciones.
Mientras esta situación se perpetúa son estas mismas empresas las que manejan los puertos públicos de la provincia (Santa Fe, Reconquista, Rosario y Villa Constitucion) con concesiones teñidas de sospechas de corrupción y una participación estatal formal. Es momento de terminar con esas concesiones y devolver el control total de los puertos al estado provincial para ejercer un control efectivo de los mismos y abrir una nueva fuente genuina de recursos haciendo uso soberano de sus bienes, tan necesarios en estos momentos.
Los bancos que quieren seguir con la bicicleta macrista
Otro sector que ha ganado fortunas estos años gracias al modelo impuesto por Mauricio Macri fueron los bancos privados. En 2019, los bancos ganaron $ 430 mil millones gracias a las Leliqs, y su rentabilidad aumentó un 81,3%, treinta puntos por encima de la inflación.
El Banco de Santa Fe, en manos del grupo Petersen, hoy maneja todas las cuentas del estado provincial, lo que implica una suma gigantesca de recursos que están volcados en su mayoría a la timba financiera.
El banco pasó casi a duplicar su patrimonio neto de 2018 a 2019, llevando de 9.660.370 millones de pesos a 17.428.075 millones, según su balance, donde también figura que sus activos aumentaron $28.000.000.000 en ese mismo período.
El Grupo Petersen tiene además los bancos de Entre Ríos, San Juan, Santa Cruz, una empresa constructora, un viñedo de 10.000 ha mas una bodega, una empresa de servicios urbanos y una empresa de seguros.
Hoy cuando se hace imperativo tener control sobre el flujo financiero para volcarlo a créditos blando para sostener la producción y el empleo, se hace casi imposible conseguir que esta entidad y los demás bancos privados de la provincia agilicen los créditos anunciados por nación y provincia.
Quieren seguir restringiendo la salida de plata hacia los créditos para mantenerla en los negocios financieros que siguen proporcionándole las altas tasas de interés.
Hoy más que nunca es urgente nacionalizar los depósitos que se encuentran en manos de los bancos privados y en la provincia retomar el proyecto que presentamos con el Frente Social y Popular junto a Mercedes Meier y Carlos Del Frade en la legislatura provincial para que el Banco de Santa Fe vuelva a manos de los santafesinos y santafesinas, para tener recursos durante la emergencia y poder impulsar la producción y el empleo luego de la pandemia.
La salud en manos del Estado
Como denuncian los trabajadores de la salud, la atención en la provincia esta sostenida sobre la base de magros salarios, tercerizaciones y flexibilización de los trabajadores y trabajadoras.
Comienzan a escasear insumos básicos en los primeros niveles de salud, como los centros barriales de salud, y no llegan los elementos de bioseguridad necesarios.
Mientras esto sucede los dueños de la salud privada de la provincia siguen su política de mercantilización de la salud privilegiando sus ganancias antes que la seguridad de sus trabajadores y de la comunidad.
El caso del Grupo Oroño, de Roberto Villavicencio, es una muestra de que en manos de los privados la salud pasa a segundo plano frente a los intereses comerciales. Con un pésimo manejo de los protocolos de seguridad se expuso a trabajadores y pacientes al contagio para después denunciar públicamente a los trabajadores para deslindar responsabilidades.
El grupo es además dueño del mayor multimedios del interior del país y concentra la propiedad de casi todos los grandes medios de la provincia.
Urge, como se ha hecho en Irlanda por ejemplo o como hoy se está estudiando hacer en EEUU, poner durante la emergencia sanitaria en control del estado toda la infraestructura de la salud privada. Esa será la única garantía de que el acceso a la salud sea igualitario y efectivo, y se respeten las normas de bioseguridad, para los profesionales y para todos los santafesinos y santafesinas.
Paralelamente es necesario que el estado provincial jerarquice realmente el trabajo de los profesionales de la salud dotándolos no solo de los insumos necesarios para enfrentar la pandemia sino de sueldos acorde a sus necesidades y de dignas condiciones de trabajo con pase a planta de los trabajadores y trabajadoras contratados.