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28 de May de 2019

Miles con pañuelazos en todo el país acompañaron la presentación del proyecto en el Congreso

Frenar la violencia es una emergencia

El viernes 24 se presentó en el Auditorio del Congreso de la Nación el proyecto de ley elaborado por las compañeras de los movimientos populares, que pide declarar la “Emergencia Nacional en Violencia contra las Mujeres”.

Mientras miles de mujeres y hombres que las acompañaban desbordaban las calles alrededor del Congreso, en el subsuelo del Anexo A, un conjunto de legisladoras y de dirigentes de los movimientos populares presentaron esta iniciativa, que tiene como principales impulsoras a la Campaña Nacional por la Declaración de la Emergencia, la CCC, CTEP y Somos Barrios de Pie.

El proyecto plantea la necesidad de que se destine presupuesto extraordinario, o se reasignen partidas, para llevar a cabo medidas urgentes destinadas a la prevención y asistencia de las situaciones de violencia que se viven en un contexto de emergencia social en materia de género.

Algunas de las medidas urgentes refieren a la instalación de refugios en todo el territorio nacional, un subsidio habitacional y asistencia económica para mujeres que se encuentren en situación de violencia y un plan nacional de promotoras territoriales capacitadas para la prevención, entre otros puntos.

Una presentación conmovedora
La emoción traspasaba los rostros de las protagonistas, tanto de las voceras del proyecto, como del centenar de dirigentes que llenaron el auditorio.

Hablaron en primer término las diputadas nacionales Lucila De Ponti, Cristina Álvarez Rodríguez, Victoria Donda y Cecilia Moreau, y también la senadora Magdalena Odarda, quien impulsa la iniciativa en el Senado.

Por las organizaciones sociales intervinieron Belén Spinetta (dirigente del PTP e integrante de la Campaña), Marina Cardelli (Seamos Libres); Jaqueline Flores (MTE); Miguelina Gómez (CCC); Belén Rozas (Org. Libres del Pueblo); Nati Molina (MP La Dignidad); Lucila Kessler (Campaña- Santa Fe); Celeste Ortiz (Somos Barrios de Pie); Lidia Charasis (Pueblo Unido); y Carolina Pedelacq (Mov. Evita).

Estaban también las diputadas Araceli Ferreira, Silvia Horne, Gabriela Cerrutti, Carla Pitiot; y entre otras dirigentes: Evangelina Ortiz (Dragado y Balizamiento); Ana Lemos (Sindicato de Ladrilleros y Ladrilleras) Silvia León (CTA-A); Gladys Nieto y Miriam Colque (familiares de víctimas de femicidio), Julia Rosales (CCC), María Rosario (PTP-PCR), Lidia Braceras (Suteba Quilmes). Y se mencionó la presencia de delegaciones de Río Negro, Santa Fe, Entre Ríos, Santiago del Estero y Neuquén.

Los datos que fueron presentados son contundentes. Durante el 2018 hubo 304 femicidios, y 275 niños y niñas quedaron huérfanos. Frente a esto, el gobierno de Macri destina $7 por mujer para combatir la violencia.

La primera expositora, la diputada Lucila de Ponti resaltó la unidad de las mujeres de las organizaciones populares para plasmar este proyecto de ley, “unidad que marca un camino también para que este año podamos echar a este gobierno que nos somete a la violencia y a la desigualdad”. La diputada Cecilia Moreau expresó que se incrementó la violencia, no sólo de género, sino la alimentaria, educacional, de salud, de gatillo fácil, en estos años de gobierno macrista. Y remarcó que no se aguanta más este modelo de ajuste. Por su parte, la diputada Álvarez Rodríguez planteó que hoy hay una unidad superadora “entre las mujeres que hemos dicho basta” y planteó que dentro del Congreso también hay violencia política y de género. La senadora Odarda agradeció a las organizaciones sociales por el trabajo realizado en plasmar este proyecto, y por la gran movilización popular que la acompañó. Nombró a las víctimas de femicidio de Río Negro, y contó cómo Cambiemos volteó la primera declaración de emergencia en Diputados. Por su parte, Victoria Donda enumeró algunas de las leyes votadas en el Congreso favorables a las mujeres, y afirmó que “cada muerta nos muestra que nos queda mucho por trabajar”.

La voz de los movimientos populares
Dentro del bloque en el que expusieron las compañeras de las organizaciones promotoras del proyecto, hubo momentos de gran emotividad, ya que se contaron experiencias concretas de la situación de las mujeres en los barrios, y cómo se expresa la lucha cotidiana contra la violencia de género; lucha en la que además del violento en particular, hay que enfrentar a un aparato policial, judicial y político que defiende y pretende perpetuar un sistema patriarcal y machista.

Se recordó, entre tantas otras víctimas de femicidio, a Micaela García, Luna Ortiz, Patricia Parra y Natalia López, “compañeras con las que estábamos codo a codo luchando por cambiar esta Argentina”.

Belén Spinetta recordó cómo empezó el trabajo por esta declaración de emergencia, “que lanzamos en el Encuentro Nacional de Mujeres en el 2017”. Resaltó la unidad en las calles que “nos hermanó porque nos atraviesan los mismos dolores. Sabemos que una ley no va a terminar con el problema de la violencia de raíz, pero queremos poner en la agenda pública este tema, porque para que se apruebe esta ley vamos a tener que ser miles en las calles”. Luego Jackie Flores manifestó el orgullo de presentar esta ley, que “es letra viva del feminismo popular que venimos construyendo”, y reivindicó el “respeto” entre las compañeras que trabajaron esta ley. “Nos merecemos no solamente estar vivas, sino con trabajo y en libertad”.

Celeste Ortiz contó la experiencia en los barrios con “mujeres que son abandonadas por el Estado”. Belén Rozas aseguró “las trabajadoras de la economía popular vamos a sostener este proyecto en las calles hasta que se cumpla”. Marina Cardelli afirmó que “las organizaciones populares ya declaramos la emergencia en violencia hace mucho tiempo”. Naty Molina expresó: “lo que dice esta ley es lo que nosotros venimos peleando en los barrios, acudiendo al llamado de auxilio de las compañeras”.

La compañera Lucila Kessler, dijo: “El movimiento de mujeres es la expresión política más avanzada de los últimos tiempos”, por eso “las pibas venimos a gritar bien fuerte que estamos hartas. Si se pensaron que nos iban a acostumbrar, nos están subestimando. Porque no nos vamos a acostumbrar al dolor. Hoy nosotras venimos a cuestionarlo todo y a dar vuelta el viento”. Tras contar cuál es la situación concreta de las pibas en Santa Fe, Lucila aseguró “Hoy no venimos a suplicarles nada. Venimos a exigir lo que nos corresponde. Queremos presupuesto real y políticas públicas concretas. Nuestras experiencias han demostrado que sí es posible otra realidad”.

Lidia Charasis también relató la experiencia en los barrios “somos nosotras las que estamos todos los días en los barrios, buscando respuestas”. Cerró la lista de oradoras Carolina Pedelacq quien rescató que en los últimos tres años y medio “si algo hemos construido es la unidad de las mujeres, lesbianas, travestis y trans en la calle”, y cómo han impulsado que compañeras de los sectores populares ocupen lugares en el Estado y en todas las instituciones.
Finalizada la ronda de intervenciones, la actividad culminó con grandes aplausos y un masivo pañuelazo que cubrió de fucsia el Auditorio del Congreso.

Hubo pañuelazos en Mar del Plata, Salta, Río Negro, Mendoza, Chubut, Bahía Blanca, CABA, La Pampa, Neuquén, Santa Fe, Tucumán, San Nicolás, y en Chaco la tarde del viernes 24 , en la Plaza 25 de Mayo, las mujeres de la CCC (Corriente Clasista Combativa), UMEL (Unión de Mujeres en Lucha), MOEL (Mov. de Naciones y Pueblos Originarios en Lucha), el PTP- PCR, CTEP, Movimiento Evita, y Somos Barrios de Pie, realizamos un pañuelazo en apoyo a la presentación del Proyecto de Ley de Emergencia en Violencia contra las Mujeres en el Congreso, y exigiendo la Emergencia Provincial, anunciada por el gobernador Domingo Peppo en febrero de este año, y de la que aún no tenemos novedades.

 

Miguelina Gómez, dirigente de la CCC
Las mujeres dijimos ¡basta!

La verdad es que esto es un sacudón, a todos los hombres y mujeres, jóvenes, chicas, chicos. Esto que pudimos lograr hoy y que se viene construyendo desde hace mucho tiempo. Que la venimos peleando desde los Encuentros Nacionales de Mujeres. Todas estas compañeras que son las guerreras de los barrios. Que salen a luchar para poder llevar el plato de comida a la mesa para sus hijitos, para su familia. Y que muchas veces, detrás de eso, hay golpes. Golpes que las esperan después de una gran jornada de lucha, muchas veces con éxitos. Porque las que nos mantenemos en las calles en su gran mayoría somos mujeres.

Somos las mujeres las que nos ponemos la mochila al hombro y llevamos los merenderos y las copas de leche adelante, para que nuestros chiquitos tengan su pancita llena. Yo creo que ser mujer es una gran cosa. Es lo más grande que hay dar la vida a un ser humano. Y nos tenemos que valorar.

No tenemos que cesar en la lucha. No debe existir la violencia de género, la violencia hacia las mujeres. Y esto es político. Esto viene de décadas y ningún gobierno se encargó. Es hora porque muchas hemos despertado y dijimos ¡ya basta! Nos tenemos que plantar y salir a la calle con fuerza. Gritar a los cuatro vientos que tenemos derechos, que tenemos dignidad.

El ser mujer no es un mero detalle. Lo digo en representación de mis compañeras luchadoras que existen en los barrios, que padecemos muchas cosas, no sólo la violencia de género. Tenemos que luchar por los refugios, porque no podemos asilar a las compañeras que quedan en situación de calle con sus chiquitos.

Nosotras tenemos que hacer un poco de sicólogas, escuchando y tratando de contener situaciones. Tratamos de acompañar a esas compañeras para fortalecerlas, para que se pongan de pie. Y para que entiendan quiénes son los responsables de todo lo que padecen.

Porque no hay ley que ampare a nuestras mujeres. No hay ley que diga que nosotras debemos ser golpeadas, violadas, ultrajadas.

Y no vamos a dejar las calles bajo ningún punto de vista. Vamos a seguir adelante con esto. Disculpen la emoción pero es muy fuerte todo esto, cuando uno vive de cerca estas cosas te pegan mucho más fuerte. Ayer justamente tuve un caso muy fuerte. Escuché a la compañera con mucha fortaleza pero cuando se fue me quebré. No puedo darle respuestas porque yo no soy gobierno.

Hoy más que nunca es el comienzo de algo muy grande, que vamos a lograr entre todas. No bajemos los brazos. Estamos acostumbrados a sufrir, a padecer, pero dijimos ¡basta! ¡se terminó! Ahora podemos hablar, podemos gritar, y reclamar nuestros derechos.

 

Hoy N° 1768 28/05/2019