En vez de aumentar el mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias, el gobierno kirchnerista recurrió a la manganeta de aumentar el monto de las deducciones o descuentos que ya resultaban una burla por lo atrasados que estaban en relación a la inflación, tanto en el rubro “Ganancias No Imponibles” como en las deducciones por carga de familia (cónyuge, hijos y otros cargas) así como en la llamada “deducción especial”. Además, estas deducciones dejan de ser un único porcentaje como era antes; ahora, con un pichuleo digno de un usurero, se crean seis categorías de empleados determinadas según los sueldos brutos devengados de enero a agosto de 2013.
- La primera categoría –que abarca a los que superan los $15.000 y hasta $18.000- tiene un aumento de apenas un 25 % en los importes de todas sus deducciones, equivalente a lo que el gobierno pretende como tope en las paritarias. Así, estos “beneficiarios”, si el aumento que consiguen supera ese tope, terminarían pagando un monto superior de impuesto.
- La segunda abarca a los empleados que en el período de referencia hayan superado $18.000 y hasta $21.000, con un incremento de apenas el 20% en todas las deducciones.
- El tercer grupo incluye a los que en el 2013 cobraron más de $21.000 y hasta $22.000 mensuales tiene un aumento del 15% en las deducciones.
- El cuarto son los que percibieron más de $22.000 a $23.000, obtienen un 10 % de aumento de las deducciones.
- El quinto grupo va de más de $23.000 a $24.000 recibiendo un 7.50%, y el sexto grupo, que va de más de $24.000 a $25.000 logró un 5%.
El mismo criterio se utiliza para los montos de las deducciones para los empleados y jubilados que trabajan y viven en la zona patagónica: La Pampa, Río Negro, Chubut, Neuquén, Santa Cruz, Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur.
En resumen, se calcula que para los salarios de entre 15 y 25.000 pesos alcanzados por la tablita Kicillof, el beneficio será equivalente a una suma de entre el 4 y el 6%. Pero, lo más importante es que dicho beneficio desaparecerá con los aumentos salariales que surjan de las paritarias en curso, aún en el primer tramo como consignamos arriba.
Así, los cambios no disminuirán lo que se terminará pagando por el impuesto. Al contrario, solamente atenuarán el mayor pago de Ganancias que se hubiera tenido que hacer si no aparecían estas modificaciones.
