En su nueva política de gobernar por decreto, como antes hacía en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Mauricio Macri firmó el miércoles 17 un decreto para condicionar la paritaria nacional docente, modificando el decreto reglamentario de 2007 de la ley de financiamiento educativo (26.075).
En su nueva política de gobernar por decreto, como antes hacía en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Mauricio Macri firmó el miércoles 17 un decreto para condicionar la paritaria nacional docente, modificando el decreto reglamentario de 2007 de la ley de financiamiento educativo (26.075).
En su artículo 10, esa norma establece que el Ministerio de Educación, el Consejo Federal de Cultura y Educación y los gremios con representación nacional se reunirán para acordar un “convenio marco que incluirá pautas generales referidas a condiciones laborales, calendario educativo, salario mínimo docente y carrera docente”.
Puntualmente, el decreto cambia el criterio para repartir los lugares reservados a los gremios en esa mesa de negociación. Con la modificación se pasa del actual esquema proporcional, vinculado con la cantidad de afiliados de cada gremio, a la representación pareja, con un representante por sindicato docente, sin importar el peso específico de cada organización. En el actual reparto proporcional, Ctera tiene cinco lugares y los otros cuatro gremios con representación nacional (UDA, Sadop, CEA y AMET), uno cada uno.
Pero además el decreto de Macri excluye de la discusión al mecanismo para fijar el salario mínimo docente, que hasta 2015 se definió en la paritaria nacional, como lo establecía el artículo 10 de la Ley 26.075 de Financiamiento Educativo. Ya en 2016, con el argumento de que la situación de las provincias de cara a la negociación con los docentes es muy dispar, el gobierno reemplazó la paritaria nacional con un esquema que prevé aumentar el salario mínimo docente de manera automática todos los años un 20 por ciento por encima del salario mínimo vital y móvil.
Frente a este nuevo atropello del gobierno, es justa la posición de los docentes del Suteba de Quilmes, que han expresado: “rechazamos y repudiamos el decreto del presidente Macri, al igual que lo rechazó la Ctera y el Suteba provincial. El gobierno anterior con un decreto del año 2006 emparchó la ley de financiamiento sin llegar nunca a sancionar la ley de Paritarias Nacional. En esto se basan para decir que el salario docente debe ser un 20% más que el salario mínimo vital y móvil. Lo que llevaría el sueldo docente de $11.400 ahora y $12.000 en julio. Una vergüenza. Una miseria.
“Este gobierno que favorece a la burguesía intermediaria y a un gran sector de terratenientes, que no dudó en robarles el salario a los jubilados y persigue y despide trabajadores, como lo hizo con los estatales, con quienes nos solidarizamos en la lucha, quiere hacer pasar el ajuste sin organizaciones gremiales, incentivando la desafiliación de los gremios por Internet. No lo vamos a permitir. Intentan que cada provincia pelee sola para dividirnos y fragmentarnos. Desde ningún punto de vista podemos aceptar esto”.
