El jueves 26 cerca de 250 millones de trabajadores realizaron una huelga general en la India contra las políticas del gobierno de Narendra Modi. La huelga fue llamada por 10 centrales sindicales, ante un paquete de reformas que incluye nuevas leyes laborales, mayor flexibilización en las regulación de relacionadas con la seguridad y la salud en los lugares de trabajo y el sector agrícola, junto con privatizaciones del sector público.
El viernes 27 más de 300 organizaciones de agricultores convocaron a una en coordinación con los sindicatos, con marchas y enfrentamientos con fuerzas gubernamentales en todo el país.
El gobierno de Modi aprobó cuatro códigos laborales que reemplazan las leyes de protección de los trabajadores, y permiten a empleadores y gobiernos aumentar la carga de trabajo, dificultar la obtención de salarios justos, despedir fácilmente a los trabajadores, reducir la cobertura del seguro médico y dificultan la formación de sindicatos.
Esta huelga se da en medio de la pandemia de Covid-19, siendo India el segundo país con mayor cantidad de contagios en el mundo. Más de 9.2 millones de personas contagiadas y casi 135.000 muertes, según los datos oficiales.
La huelga del jueves 26 fue muy fuerte entre las trabajadoras y trabajadores del acero, carbón, telecomunicaciones, puertos y muelles, transporte y el sector bancario, que exigen el aumento del salario mínimo, el fin del trabajo precarizado y de las privatizaciones, y el control de los precios de los productos básicos. Se sintió particularmente en zonas industriales como Karnataka, Maharashtra, Telangana, Punjab y Delhi.
En una muestra de las condiciones a las que somete a las mayorías populares el gobierno derechista de Modi, las demandas tanto de trabajadores como de agricultores incluyeron la entrega de 10 kilogramos de alimentos para las familias necesitadas, y un pago único de 7.500 rupias (aproximadamente 100 dólares).
Hoy N° 1843 02/12/2020
