El domingo 16 de enero un fuerte temporal azotó la zona de quintas del gran La Plata. El viento, la lluvia y sobre todo el granizo estropeó en algunos lugares el 100% de lo sembrado y lo que es peor destruyó los invernáculos (rompió nylon, madera etc.), lo que significa una pérdida económica irreparable para los campesinos pobres y los pequeños productores, ya de por sí castigados por los bajos precios de sus productos y la inflación. Los productores respondieron rápidamente recurriendo a sus organizaciones, en especial la Asociación de Medieros y Afines. Se sumaron los quinteros de ASEM, La cooperativa del Parque Pereyra y quinteros independientes. Peticionaron ante autoridades nacionales, provinciales y de los municipios afectados para que se declare la emergencia agropecuaria, se entreguen materiales y un subsidio urgente para que los afectados por el temporal (especialmente Parque Pereyra, Gorina y Las Banderitas), puedan reparar los años. Transcurrieron los días y no hubo respuesta concreta, lo que ofrecían era insuficiente, no resolvía la urgente necesidad de volver a sembrar y seguir produciendo.
Ante esta falta de respuesta, todas las organizaciones participantes decidieron salir a la calle con los tractores. “Es la única forma de que nos escuchen”, afirmaban.
Tractorazo
A partir de las 10 de la mañana, cerca de 200 pequeños productores con 11 tractores se reunieron en el kilómetro 35,5 de la ruta 2. Por más de tres horas repartieron volantes explicando el motivo de su lucha.
Decidieron levantar cuando las autoridades se hicieron presentes y se comprometieron a realizar una reunión de la que participaría el Ministerio de Asuntos Agrarios de la Nación, de la Provincia y representantes de los municipios afectados. El Ministerio de Provincia anunció que ya tenían semillas y nylon y que en esa reunión se vería cómo se reparte y se discutiría lo de la emergencia agropecuaria.
En esa reunión se informó de las semillas disponibles, cuya distribución comenzó, y se comprometieron a entregar 500 rollos de nylon para los invernáculos. Si bien esto es un logro de nuestra lucha, es solo un paliativo. Tuvimos lugares donde se ha perdido todo el trabajo del año. Las ayudas que nos dan están bien pero no alcanzan. Los representantes de las distintas organizaciones coincidieron en dar unos días de plazo para una respuesta más de fondo al problema, de lo contrario volverían a las rutas.
