Con la sala Haroldo Conti desbordante de camaradas de nuestro Partido y su Juventud, con amigos y feriantes, se realizó la charla que tuvo como eje temático principal si es posible hacer la revolución en la Argentina.
Con la sala Haroldo Conti desbordante de camaradas de nuestro Partido y su Juventud, con amigos y feriantes, se realizó la charla que tuvo como eje temático principal si es posible hacer la revolución en la Argentina.
El compañero Jorge Brega hizo una introducción de la historia del libro ¿Ha muerto el comunismo? Conversaciones con Otto Vargas, libro que ya lleva su cuarta edición y que fuera redactado en 1989, previo a la caída del Muro de Berlín. Brega también planteó interrogantes a la camarada Rosa Nassif, autora del libro El Che, sobre la influencia de la revolución cubana en nuestro país sobre y las posiciones del Che, a 50 cincuenta años de su asesinato.
Brega retrató al libro ¿Ha muerto el comunismo?, como una “historia bastante vívida”, porque allí Vargas, protagonista de debates cruciales en la historia del marxismo-leninismo-maoísmo en la Argentina, “habla sobre los debates con el peronismo, las polémicas chino-soviéticas, un libro sobre la historia de la revolución comunista”, que “tiene un valor para sobre todo para los jóvenes que están en la búsqueda de la revolución nacional y social”.
En la apertura, Vargas señaló que el tema de la revolución cada generación lo aborda de manera diferente pero que “la lucha por el comunismo viene de muy lejos en la historia de la humanidad”. Señaló que en el curso de la Revolución Francesa surgió Babeuf con su “conspiración de los iguales”, “como dijo Marx el primer partido comunista de la historia, fueron todos guillotinados y las clases dominantes dijeron, como ocurrió después de la caída del Muro de Berlín, ‘se acabó el comunismo’. Sin embargo, aprendiendo aquellas primeras lecciones, Buonarotti –que se había salvado de que lo asesinaran- organiza de manera secreta a los obreros y por eso Marx y Engels dirán en 1848 “un fantasma recorre Europa, el fantasma del comunismo”.
Más adelante, Otto dio detalles sobre su experiencia en la década del 50 en Europa del Este y su trabajo en Hungría, cuando había sido enviado por el Partido Comunista… con anécdotas cargadas de detalles para responder a la pregunta sobre por qué se restauró el capitalismo en la URSS. Y cómo el conocimiento del proceso de la Revolución China dio respuestas a esos interrogantes: “En 1972 se llevaba a cabo la Revolución Cultural China. Cuando Mao planteó que la lucha de clases seguía encarnizada, incluso en el seno del Partido de vanguardia… y allí lo vimos con nitidez, tomada en sus manos por la clase obrera… lo vimos en las fábricas, donde los obreros podían exponer su opinión sobre la dirección de la fábrica, sobre la dirección del gobierno en los dazibaos”. Vargas recordó que durante aquel período 90 millones de jóvenes chinos viajaron a Pekín, y que en esos años “existía una democracia total de las masas”. “Encontramos que el secreto estaba en la lucha de clases profunda, que sigue muchos años después de la toma del poder del proletariado”. Ya en el 79, con la muerte de Mao, recuerda Vargas “se había restaurado el capitalismo”.
El Partido nace cuando lo matan al Che
Para introducir sobre el Che, Otto recordó la única manifestación que se hizo en la Argentina en solidaridad con el Che, protagonizada por integrantes de lo que sería el PCR. Rosa Nassif, al iniciar su intervención destacó la influencia de la Revolución Cubana en la juventud. Recordó el clima que se vivía con la primera revolución hablada en español: “estaba en el ambiente, la vivíamos permanentemente”. Recordó lo que significó para miles y miles de jóvenes aquella experiencia donde “por primera vez que se los derrocaba a los yanquis” en Bahía de los Cochinos.
Rosa, por su parte, se refirió a cómo la Revolución Cubana –y el debate entre los jóvenes- se dio a contrapelo de las órdenes del 20 Congreso del Partido Comunista de la URSS, con la vía pacífica que se imponía en los partidos comunistas en Latinoamérica. Y el Che era un gran difusor de la idea de que si se quería derrotar el poder de los terratenientes y del imperialismo, el camino inexorable era el de la lucha armada. “La muerte del Che conmocionó muchísimo”, destacó Nassif.
Consultado por las características del Che, Vargas recuerda su sencillez, sus posiciones “el Che era verdaderamente comunista” y destaca lo importante que es “la carta de despedida a los hijos, lo que tienen que ser ellos como hombres, como revolucionarios”.
A continuación, Brega le planteó a Rosa Nassif las polémicas del Che con la Unión Soviética y el rumbo económico de Cuba, y como consecuencia el abandono en Bolivia. Rosa recordó que en una primera etapa Fidel, Raúl y el Che coinciden con la revolución democrática, agraria, an- tiimperialista. Pero en su estadía en China el Che ya comienza a vislumbrar las diferencias en el tipo de relación que establecen Moscú y Pekín con el resto de los países, que en un período de tres años Cuba queda alineada a Rusia, y de allí su dependencia económica con la potencia socialimperialista, como la calificó Mao.
La exposición de Rosa ahondó en detalles sobre las ideas del Che, sobre “el hombre nuevo”, alrededor del carácter del trabajo en la revolución, temas en polémica también con la restauración en aquel momento, que empuja la línea de Moscú.
Y Otto Vargas cerró, tras unas preguntas del público, instando a “pasar en limpio” las enseñanzas de la pueblada del 2001, cuando “el pueblo pudo voltear un gobierno, pero no pudimos imponer otro”.