¡Impresionante! Esta fue la primera palabra en los comentarios posteriores de quienes participamos en la marcha. Y estuvo en la mirada sonriente de quienes nos miraban pasar, aplaudían y nos alentaban desde las veredas y balcones. Toda la ciudad de La Plata se transformó en una escuela, con más de 25 cuadras de la avenida 7 desbordada de docentes. Quedó claro que los docentes estamos dispuestos a grandes esfuerzos pero no a rendirnos. Estamos peleando para ganar. Al igual que otros trabajadores, no queremos seguir pagando la crisis.
Fue una masiva respuesta a la convocatoria que realizó el Frente Gremial Docente Bonaerense (FGDB) con docentes movilizándose desde todos los distritos de la provincia de Buenos Aires. La convocatoria fue empujada por las 9 seccionales de Suteba opositoras (listas Lila y Multicolor) y por las bases que vienen desbordando la lucha. A su vez, la FEB también movilizó.
Como señaló la secretaria general del Suteba Quilmes, Lidia Braceras “fue una jornada histórica en la lucha extraordinaria de la docencia argentina”. Al tiempo que auguró: “¡Fuerza compañeros! Ya ganamos, en unidad, firmeza, convicción, alegría, ahora vamos por el aumento que nos merecemos”.
“A ver Cristina, a ver si nos entendemos”
La alegría de los docentes era enorme. Su creatividad también. Centenares de carteles con frases alusivas, muñecos y cánticos: “A ver Cristina, a ver si nos entendemos, con 1.800 pesos de básico, no comemos”. “Pones millones, pagas a Repsol, y ni un solo peso, para educación”. “Los trabajadores, salimos a luchar, ganamos las calles, huelga general”, se repetía incansablemente en la columna de las nueve seccionales combativas de Suteba que conduce la lista Lila-Multicolor. Allí se sumó el apoyo solidario de los delegados del Astillero Río Santiago y de las Juntas Internas de Educación Sede, Auxiliares de escuela, IOMA, Desarrollo Humano, ARBA, APL.
Los once días de paro sin iniciar las clases trajo a la memoria de algunos docentes la huelga de 42 días de los trabajadores de la educación en el ‘88. Viendo la Plaza San Martín colmada, otros compañeros recordaron aquella misma plaza repleta en agosto de 2001.
De La Matanza llegaron 48 micros con más de 2.000 compañeros; de Quilmes 25 micros; de Berazategui fueron 16, con alrededor de 600; de Ensenada 800; de La Plata unos 3.000. Cincuenta mil compañeros que le dijeron al “presidenciable” Scioli que nuestra lucha no es por montos “ideales” sino por lo que necesitamos para vivir con dignidad. Nuestra lucha es masiva, contundente, firme. Para ganar necesitamos avanzar en la multisectorialidad, impedirle al gobierno que nos enfrente con los padres. Sólo con unidad podremos ganarle al ajuste, a la crisis y la inflación.
Durante el acto frente a la gobernación hablaron Roberto Baradel, secretario general de Suteba; Mirta Petrocini, presidenta de la FEB; y Jorge Doval, secretario general de AMET. Estuvieron presentes delegaciones de sindicatos de otras provincias como Sante Fe, San Juan, Ciudad de Buenos Aires y La Pampa. Asimismo, adhirieron los trabajadores de los hospitales, representantes de ATE, Judiciales (AJB), padres y miembros de la comunidad educativa.
La decisión y la firmeza de la docencia bonaerense también es una advertencia para Baradel y los dirigentes del FGDB. Somos las maestras, preceptores, profesores reunidos en asambleas quienes vamos a decidir qué cifra de aumento es aceptable o no. El horno no está para bollos…ni para traiciones.
La lucha docente en Buenos Aires y en todo el país hoy representa los reclamos de toda la clase obrera, por eso insistimos: “si ganan los docentes, ganamos todos”.
