“Recordamos a un patriota que dedicó su vida a investigar la gran estafa al pueblo argentino, que es la Deuda Externa. Con su trabajo y compromiso puso en jaque a todo un sistema de dominación” plantearon desde el Foro Argentino de la Deuda Externa Regional Mar del Plata los organizadores del evento.
La mesa estuvo integrada por Oscar Gascón, Héctor Vasinger y Raúl Guajardo, integrantes del Foro regional, Matías Maciel, dirigente del PTP, Velásquez por el Movimiento Evita y María del Carmen Modareli por la Multisectorial de la Mujer. Estuvieron presentes Diego Lencinas secretario de la CTA-A, Virginia del Valle Martínez de Philippeaux del Foro Patriótico y Popular, Jorge Agüero de Memoria Portuaria, entre otros. Participaron también compañeros y compañeras de la CCC de varios barrios de la ciudad.
Luego de leerse una hermosa y completa semblanza escrita por Silvio Copola, los integrantes de la mesa fueron exponiendo. A continuación haremos una síntesis de los conceptos más importantes.
La Deuda Externa condiciona toda nuestra vida. Es imposible resolver la producción, el trabajo, la salud y la educación sin frenar la sangría enorme de recursos que significa sostener los pagos de una deuda que, en su gran mayoría es ilícita, como lo explicitó en su fallo el juez Jorge Ballesteros en el año 2000. Este fallo histórico, duerme en los cajones de Tribunales y del Congreso de la Nación.
Hoy nuestro país paga más de 4.000 millones de pesos diarios. En los próximos 7 años hay vencimientos por 323.075 millones de dólares, unos 40.000 millones de dólares por año se llevarían los especuladores. Casi dos cosechas. Es impagable.
Las “respuestas” del gobierno y el FMI agudizan la crisis. Enfriar la economía controlando la emisión monetaria, subir la tasa de interés de referencia para evitar que los capitales se fuguen al dólar (hoy a 70%) y el supuesto “déficit cero”, sobre la base de un terrible ajuste, son medidas que han demostrado su ineficacia para frenar la crisis cambiaria y son un ancla para la producción y el bienestar del país. Ahora, el supuesto control de precios es menos que una aspirina ante la espiral inflacionaria que estamos viviendo.
El mecanismo de extorsión que ejercen los bancos es perverso: si no aumentás las tasas me voy al dólar. El gobierno facilitó esta maniobra con la posibilidad que tienen los especuladores de desprenderse de los bonos en siete días. Aumenta la fuga a través del dólar poniendo en jaque las reservas del Banco Central, solo en marzo se fugaron 1.775 millones de dólares y en el 2018 casi 28.000 millones de dólares.
Se necesita una salida de fondo y para lograrla hay que generar un gran movimiento opositor que ponga este tema en el centro del debate nacional. No se puede seguir beneficiando a monopolios y especuladores a expensas del hundimiento de la economía Argentina y el crecimiento de la pobreza.
Corresponsal
Hoy N° 1764 30/04/2019
