El emblemático Teatro Podestá de La Plata –cedido por la Municipalidad- dio un marco especial a este sentido y combativo homenaje, a pocos días de cumplirse 40 años del asesinato del dirigente del Partido Comunista Revolucionario de La Plata, Berisso y Ensenada, Enrique Rusconi.
Centenares de compañeros y amigos, venidos de todos los rincones de la Capital Federal, el Conurbano Bonaerense y delegaciones de varias provincias, acompañaron a los familiares y a los organizadores, en una tarde distinta.
El emblemático Teatro Podestá de La Plata –cedido por la Municipalidad- dio un marco especial a este sentido y combativo homenaje, a pocos días de cumplirse 40 años del asesinato del dirigente del Partido Comunista Revolucionario de La Plata, Berisso y Ensenada, Enrique Rusconi.
Centenares de compañeros y amigos, venidos de todos los rincones de la Capital Federal, el Conurbano Bonaerense y delegaciones de varias provincias, acompañaron a los familiares y a los organizadores, en una tarde distinta.
Un gran retrato de Enrique, con la leyenda “Asesinado por comunista revolucionario, patriota y antigolpista”, presidía el escenario, al que fueron invitados a subir los oradores: Martín Esquerra (obrero del Astillero Río Santiago que habló por el Comité Central de la JCR), Ana Rusconi (hija de Enrique que habló por el Comité Zonal del PCR), y Jacinto Roldán (por el Comité Central del PCR), acompañados por la compañera de Enrique, Yiya Rusconi, y los dirigentes partidarios Jorge Smith y Evaristo Romero.
Emocionaba ver a la madre de Enrique, con sus 97 años, puño en alto en la primera fila. Junto a ella, Otto Vargas, secretario general del PCR, al frente de una importante delegación de su Comité Central, Fernando Tauber vice rector de la Universidad de La Plata, Mauricio Dalessandro, Sec. Adjunto de ATULP, Octavio Miloni, secretario general de ADULP, Carlos Fanjul, mesa provincial de UP, Omar Alegre, vicepresidente del Partido Justicialista de La Plata y Sec. Gral. del Sindicato de Personal Mensual del Hipódromo, Leonardo Vásquez, secretario de la Juventud Nacional de Unidad Popular, Roberto Dabud, secretario de Defensa del Consumidor de la ciudad de La Plata, y gran cantidad de dirigentes gremiales, sociales, y políticos. Muchos otros mandaron sus saludos (ver aparte).
Luego de la entonación del himno nacional, los locutores informaron del pedido de reapertura de la causa judicial por el asesinato de Enrique, realizado el 3 de diciembre ante el Juzgado Federal Nº 1 de La Plata por su compañera y sus hijas, remarcando que es la tercera vez que se realiza. La primera fue en el momento del asesinato y archivada poco antes del golpe de Estado. Se pidió la reapertura en 1983, y la negaron. “La respuesta del Estado fue el silencio que se transforma, día a día, en impunidad. Sabemos por qué lo mataron. Queremos que se investigue quiénes, y los que dieron la orden”.
La primera emoción llegó con la interpretación, a cargo de un ensamble coral, de un poema escrito por la madre de Enrique, Marta Rusconi, “Cara al Sol”. Luego llegó el turno de los oradores, que fueron describiendo cómo fueron los hechos del asesinato de Enrique, la Argentina y el mundo de la época, y las implicancias hoy de la firme posición antigolpista del PCR.
El primer orador fue Martín Esquerra, luego Ana Rusconi, y cerró el acto Jacinto Roldán.
Tras las palabras de Roldán, con la emoción en los rostros de jóvenes y mayores, fue cerrando el combativo homenaje, sin bombos ni barras bulliciosas. Con el himno de los trabajadores de todo el mundo, La Internacional, las consignas y un vibrante ¡presente! a Enrique Rusconi y a todos los caídos en la lucha antigolpista y los secuestrados por la dictadura, culminamos esta gran jornada en la que los comunistas revolucionarios y los clasistas reafirmamos nuestro compromiso de llevar hasta la victoria los ideales por los que Enrique Rusconi dio valientemente su vida.
Palabras de Martín Esquerra
“El motor de la lucha de Enrique fue su inmenso amor a la patria”
Palabras de Ana Rusconi
“Desde hace cuarenta años exigimos justicia”
Palabras de Jacinto Roldán
“La vida y la muerte de Enrique son nuestro ejemplo”