El 5 de diciembre se realizó en la Asociación Bancaria el homenaje a la compañera Irene Rabioglio, que falleciera el 17 de noviembre, víctima de una enfermedad contra la que luchó durante años sin dejar por ello de participar en las luchas que se desarrollaron en nuestra patria desde su juventud. Se sumó al PCR poco después de su fundación, participó en las luchas docentes universitarias de Mar del Plata, docentes de Suteba integrando la lista Azul y Blanca, en los Encuentros Nacionales de Mujeres. Y el fallecimiento la sorprendió siendo parte importante del Foro Argentino de la Deuda Externa en Mar del Plata. Irene nunca bajó los brazos. Fue sensible al sufrimiento de los humildes, su vida fue dura y sencilla, nos deja un gran vacío.
En el acto estuvieron sus sobrinos que con mucho dolor lamentaron su partida.
Abrió el homenaje por el Comité Zonal PCR la compañera Julia quien hizo un recorrido de la lucha y de la vida de Irene. Su infancia en Necochea, su paso importante y fundamental por la Universidad Nacional del Sur donde abrazó la causa del comunismo revolucionario para nunca más dejarla, su posterior radicación en Mar del Plata donde aportó desde distintos frentes de lucha. También abordó su valioso aporte en la construcción de la lista Azul y Blanca de docentes.
Luego, la compañera Vivian desarrolló la participación de Irene en la lucha de los docentes universitarios, en particular el rol de la agrupación ‘protagonismo y lucha’ en las únicas elecciones donde el gremio ADUM tuvo oposición. A su vez, la compañera Mabel se dirigió al público en nombre de la Multisectorial de la Mujer y la Comisión de Cultura de la que era integrante. Pasó un video con varias secuencias que revivieron a Irene para todos los que estábamos presentes allí y que con mucha emoción pudimos ver.
Cerró el acto el compañero Héctor por el Foro Argentino de la Deuda Externa quien señaló la humildad de Irene, que nunca hizo referencia a que era licenciada en Economía, para hacer pesar su opinión, y su participación siempre fue de igual a igual, respetando las opiniones de los demás. Irene era una mujer con todas las letras. Planteó que si no hay una revolución en Argentina y no se termina con el patriarcado no será una verdadera revolución ya que las mujeres sostienen la mitad del cielo. Irene tuvo defectos como todo ser humano, pero jamás traicionó.
Antes de cerrar, la compañera Norma leyó una carta enviada por el compañero Esteban, que no pudo estar presente.
Como ella siempre pedía en cada uno de los actos que se cantaran las estrofas del Himno Nacional, así lo hicimos. Todos en alta voz y emocionados se escuchó: Irene hasta la victoria siempre, no te olvidaremos. Con un cerrado y emotivo aplauso.